MISTERIOS DE LA HISTORIA: RAPA NUI Y EL ENIGMA DE LOS MOÁIS

En medio del Océano Pacífico, a 3526 kilómetros de la costa chilena , nación a la que pertenece su territorio , se halla la isla de Pascua, también conocida como Rapa Nui, que significa «Rapa la grande» y era el nombre que le pusieron los navegantes tahitianos que visitaban su costa , y «Te pito o te henua», que significa «El ombligo del mundo» y Mata ki te rangi, «Ojos que miran al cielo», como la conocían sus habitantes. Sólo mencionar Pascua acuden a nuestra mente las imágenes de esas grandes cabezas labradas en una sola pieza de toba, una roca de origen volcánico , ligera y formada por la acumulación de ceniza, que extraían del cráter del volcán Rano Raraku donde también las tallaban y aún hoy se pueden contemplar hasta 397 de ellas emergiendo del suelo, todavía sin terminar, como esperando que alguien las concluya para ocupar su lugar junto a las más de 600 cabezas o Moáis, palabra rapanui que significa escultura,  distribuidas por toda la isla. Sobre su significado y existencia se han dado las más variadas explicaciones , pero todavía en nuestros días el motivo por el que fueron tallados, como se trasladaron desde las laderas del Rano Raraku hasta la costa y que papel jugaron en la crisis de Rapa Nui, sigue siendo un enigma que hoy os invito a conocer un poco mejor.
Primero conozcamos las características geográficas de la isla, de origen volcánico. Ya hemos visto que se encuentra perdida en medio del Océano Pacífico, pues la tierra continental más próxima es la costa chilena a 3526 kilómetros y la isla más cercana es la también chilena y deshabitada isla de Sala y Gómez. Tiene la forma de un triángulo rectángulo, con una superficie de 163 kilómetros cuadrados y una población en el año 2011 de 5034 habitantes que se concentran en un 87% en su capital, Hanga Roa, que en lengua rapanui significa «Bahía Larga». Sus principales alturas son el volcán Rano Kau, de 324 metros de altura, y el punto más alto de la isla, el Maunga Terevaka, un volcán inactivo de 511 metros de altura situado al norte de la isla y cuya última erupción hace unos 10.000 años dio a la isla la forma triangular que hoy podemos contemplar, al que además se suma un tercer volcán, el Poike de 377 metros de altura. A lo largo de la historia las sucesivas erupciones de estos volcanes ,hoy inactivos, configuraron los tres vértices del triángulo que es la isla de Pascua.

Archivo:Easter Island map-es.svg
Aunque el mapa se sale de los márgenes del blog es importante para que podáis situar algunos de los lugares que comentaré a lo largo del artículos. En la esquina inferior izquierda del mapa se hallan las tres pequeñas islas llamadas Motu Nui(isla grande), Motu Iti(isla pequeña), y Motu Kau Kau donde se celebraría la ceremonia del Tangata Manu de la que más adelante os hablaré y a través de la cual se elegía cada año al nuevo gobernante de los rapanui, nombre con el que serían conocidos sus habitantes cuya procedencia es desconocida, aunque las hipótesis más aceptadas afirman que proceden de las islas de la Polinesia y más exactamente de la isla de Rapa Iti situada en la Polinesia Francesa. En el mapa también podemos ver  los grandes volcanes que configuran la isla y le han dado su forma de triángulo rectángulo
Su clima es tropical con noches frías en invierno y temperaturas que oscilan entre los 23 grados de temperatura en el verano del hemisferio sur, en el mes de febrero ,y los 18 grados de su invierno en el mes de agosto. Junto a la isla se encuentran tres pequeños islotes que tendrán una estrecha relación con uno de los ritos religiosos más importantes de los habitantes de Pascua, el Tangata Manu u «Hombre Pájaro» , que conoceremos más adelante. Estos tres islotes eran el Motu Nui o «isla grande», el Motu Iti o «isla pequeña» y el Motu Kao Kao que es poco más que un peñasco. En realidad apenas son unos islotes de roca que ,junto con Rapa Nui, son la cumbre visible de una montaña volcánica que se eleva más de dos mil metros sobre el nivel del mar.  En cuanto a la vegetación la isla estuvo cubierta en su día por bosques de Paschalococos , la Palmera de Pascua, que se extinguió hacia mediados del siglo XVII como consecuencia de la tala masiva de sus ejemplares, lo que contribuiría al declive final de la isla , pero aún no hemos llegado a esta parte de la historia. Además también se extendieron por su superficie grandes praderas de helechos y aún hoy encontramos ejemplares de un arbusto llamado toromiro , que apenas ha sobrevivido, después de ser conducida al borde de la extinción, pues su corteza era adecuada para hacer cuerdas.

En primer plano el peñasco llamado Motu Kao Kao, a continuación Motu Iti o isla pequeña y por último, la que se halla más al fondo es Motu Nui, o isla grande, aunque en realidad apenas son unos afloramientos rocosos donde no hay más vida que las golondrinas marinas que anualmente escogían  su superficie para construir sus nidos. Son los nidos y los huevos de las golondrinas los que darían origen a la tradicional carrera del tangata manu que seguramente muchos conoceréis a través de la película «Rapa nui» donde los nadadores competían en una carrera para ser los  primeros en coger el primer huevo de golondrina de la temporada para llevarlo después al promontorio conocido como Orongo(que podéis ver en el mapa en las laderas del volcán Rano Kao) Allí esperaban los líderes de las diferentes tribus rapanui , cada uno de los cuales había elegido a su nadador para obtener la victoria, victoria que para la tribu vencedora suponía que su líder sería el que gobernaría a todas las tribus por espacio de un año. Esta costumbre surgiría después de que se dejasen de erigir los Moáis y cuando la isla se hallaba sumida en una profunda crisis de origen desconocido aunque con toda probabilidad debida a que no disponía de recursos suficientes para mantener a una población que no cesaba de crecer . Según la leyenda, los tres islotes serían los hijos de uno de los monarcas o arika de los rapanui, transformados por un dios maligno cuando fueron a explorar la isla   
Ya conocemos un poco de la isla de Pascua, de su geografía, clima y vegetación, ya es hora de que nos adentremos en lo que sabemos sobre su historia. Y para ello tenemos que remontarnos a épocas remotas donde la historia escrita deja paso a la leyenda , una leyenda que surge de la mitología polinesia de donde procedían los primeros habitantes de Rapa Nui. Estos habrían llegado hasta allí desde un mítico continente llamado Hiva. Era aquella una tierra prospera gobernada por una dinastía de reyes conocidos como los Ariki , quienes ostentaban el maná o «poder», no por nacimiento sino por lo que habían logrado a lo largo de su vida. Si el Ariki perdía ese maná como consecuencia de un mal gobierno podría llegar a ser destituido como líder. El lugar donde se hallaba esta tierra legendaria aún es discutido hoy entre los historiadores, algunos la sitúan en las actuales islas Marquesas mientras que otros consideran más probable que estuviera localizada en Rapa Iti«la pequeña Rapa», situada en l Polinesia Francesa y al que debe su nombre Rapa Nui, «la gran Rapa», para distinguirla de la que podría ser el origen de la población de Pascua.

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Mapa de la Polinesia , palabra que procede del griego y significa «múltiples islas», un termino que usó por primera vez el escritor e historiador francés Charles de Brosses(1709-1777). Ocupa la parte central y sur del Océano Pacífico y esta formado por al menos un millar de islas . Vemos como la isla de Pascua o Rapa Nui se encuentra en su extremo este, mientras que los dos candidatos a ser el origen de la población de Rapa Nui, las islas Marquesas y Rapa Iti, esta última no se ve en el mapa pero forma parte de la Polinesia Francesa(French Polinesy) . Aunque no lo parezca , las distancias que separan a Rapa Nui de estas islas era muy grande, así, por ejemplo, de la isla de Pitcairn que se encontraba entre las más próximas, la separaban 2075 kilómetros de océano.  
Los monarcas de la dinastía Ariki fueron un total de diez, pero sería durante el reinado del cuarto de ellos, el Arika Roroi, hacia comienzos del siglo XIII, cuando habría comenzado a cumplirse las profecías de los maorí, nombre que daban a los sabios que atesoraban conocimientos sobre el firmamento , las estrellas , el Sol y la Luna. En particular la profecía de uno de estos maorí, Moe Hiva, que había servido al primero de los reyes Ariki, Oto Uta,  que anunciaba el hundimiento de Hiva en las aguas del océano y, en efecto, bajo el reinado de Roroi hacia el 1200 el nivel de las aguas comenzó a subir. Podría deberse al llamado Periodo Cálido Medieval , un tiempo que se extiende entre el 800 y el 1300 y que produjo un gran aumento de las temperaturas en el Atlántico Norte, lo que podría a su vez haber provocado un mayor deshielo del Ártico y una subida del nivel del mar, un fenómeno parecido al que se está viviendo ahora en muchas pequeñas islas como en el archipiélago de las Maldivas, donde algunas de ellas ya están preparando planes de evacuación ante la posible desaparición de las mismas bajo el agua del mar .

En realidad esto no es más que una hipótesis, pues se desconoce los efectos que este periodo Cálido tuvo a efectos mundiales,también podría deberse a una explosión volcánica que hundiese parte de la isla , como sucede con una de las opciones barajadas como posible patria de los Rapa Nui, Rapa Iti, cuya bahía se formó cuando el terreno se hundió en el mar como consecuencia de una erupción. Pero regresando a la leyenda, el rey Roroi envía a sus tres hijos Nga Tavake, Hau y Te Oohiro en busca de un lugar donde los habitantes de Hiva pudieran establecerse y abandonar aquellas tierras que estaban condenadas a sumergirse en el océano. Sus hijos nunca regresaron de aquel viaje pues, según ciertas versiones del mito se habrían encontrado con una divinidad maligna que les transformó en los tres pequeños islotes frente a Rapa Nui, los de Motu Nui, Motu Iti y Motu Kao Kao, de los que ya hablamos antes.

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El dios Make-Make , un dios con pico , alas y plumas, que descubrió su imagen cuando después de haber creado la Tierra un día contempló su rostro reflejado en el agua que contenía una calabaza. Después de crear la Tierra sintió que a pesar de ello su obra estaba incompleta y decidió crear un ser a su imagen para lo cual primero fecundó el mar, y aparecieron los peces, pero no era eso lo que Make-Make deseaba por lo que decidió probar de nuevo fecundando una piedra de arena rojiza y de ella surgiría el ser humano y al ver que este se sentía solo decidió darle una compañera, y creó a la mujer . Sería este dios el que avisó al maorí Hau-Maka de que los rapanui tenían que buscar un nuevo hogar antes de que desapareciera bajo las aguas la isla donde habitaban, Hiva
Es entonces, pasado el tiempo y con un nuevo rey de los rapanui, cuando  entra en escena el dios Make-Make, el creador del mundo, que se apareció en sueños a uno de los maorí, Hau-Maka, al que acompañó en sueños hacia una lejana tierra al este de Hiva, que no era otra que la futura Rapa Nui. Hau-Maka explorará en el sueño toda la isla y cuando regresa de nuevo a su cuerpo relata todo lo que ha visto al rey, Hotu Matu´a, el décimo de los reyes Ariki,  y también como Make-Make le ha desvelado que el destino de Hotu Matu´a es guiar a su pueblo hasta aquella lejana tierra para salvarle de la desaparición de Hiva. Mientras, en Hiva se habían producido problemas sociales durante el reinado del padre de Hotu Matu´a,  como consecuencia del aumento del nivel de las aguas y la inundación de las tierras de cultivo, lo que provocó enfrentamientos entre dos clases sociales o dos grupos de población los Hanau Eepe, a los que tradicionalmente se ha llamado «Orejas Largas», y los Hanau Momoko u «Orejas cortas», aunque esta traducción no parece la más adecuada , pues Eepe significa fornido y Momoko delgado, por lo que podríamos decirles los «fornidos» y los «delgados» . Estos enfrentamientos terminarían con la victoria de los Hanau Eepe

Matu´a decide enviar una misión de exploración formada por siete hombres, los dos hijos de Hau-Maka, Ira y Raparenga, y los cinco hijos de su hermano Huatava. Cuando esta misión tiene éxito y regresan para confirmar a Hotu Matu´a lo que Hau-Maka había visto en sus sueños,  el rey se decide a zarpar rumbo a aquella tierra a bordo de sus grandes canoas de doble quilla llamadas pahi. Llegaron hasta la costa , desembarcando en la playa Anakena junto a su hermana Avarei Pu y su esposa. Sería entonces cuando dieron el nombre de «Te pito o te henua», que significa «El ombligo del mundo» a su nuevo hogar. Cuando Hotu Matu´a siente próxima su muerte divide la isla entre sus hijos para que formen sus propias tribus también llamadas mata y a su muerte es enterrado en un lugar sagrado al que los habitantes de Rapa Nui darán el nombre de Akahanga. En este mito donde la verdad histórica de la migración desde las islas polinesias a Pascua se mezcla con los relatos de dioses , se halla el origen de Rapa Nui, de la división de su sociedad en dos grandes grupos, los Hanau Eepe y los Hanau Momoko, las diferentes tribus surgidas de la división del territorio entre los hijos de Hotu Matu´a y el gobierno de la isla por los ariki.

DOCUMENTAL «LA ISLA DEL FIN DEL MUNDO» SOBRE LA HISTORIA DE LA ISLA DE PASCUA Y LOS MOÁIS  (Partes 1-3)

Este documental pertenece a la serie «Planeta encantado» del polémico periodista y escritor español Juan José Benitez ,que suele solucionar los enigmas con la intervención de los extraterrestres. Aunque yo no estoy de acuerdo con la mayoría de conclusiones de sus estudios creo que este documental si tiene mucha información sobre la historia de Pascua y los Moáis que os puede interesar

Llegados a este punto también tengo que recoger otras hipótesis sobre los orígenes de los habitantes de Pascua o Rapa Nui, unas hipótesis que buscan en América la procedencia de estos primeros pobladores, como la avalada por el historiador peruano José Antonio del Busto(1932-2006), que propuso que Pascua fue descubierta y habitada después de que pasara por ella el emperador inca Tupac Yupanqui(hacia 1440-1493) durante un viaje que le habría llevado a descubrir Oceanía basándose para ello en la obra del explorador, navegante, escritor, historiador y científico español Pedro Sarmiento de Gamboa (hacia 1530-1592), que en 1572 escribió la «Historia Inca»  en la que se incluía las leyendas extendidas por los incas de que hacia el oeste se hallaban islas llenas de oro  que habrían sido descubiertas por Tupac Yupanqui un siglo antes. Aquello llevaría a los españoles  a organizar una expedición en 1567 en la que participaría el propio Gamboa y dirigida por Alvaro de Mendaña (1541-1595), que les llevaría un año después a alcanzar las costas de las islas Marshall , las Salomon, las Marquesas y muy cerca estuvieron de hallar las tierras de Australia.

Mapa con las dos expediciones dirigidas por el navegante español Alvaro de Mendaña por el Océano Pacífico, siguiendo en la primera de ellas, entre 1567 y 1569,  el relato sobre los viajes del emperador inca Tupac Yupanqui que fueron relatados por los incas al historiador y científico Pedro Sarmiento de Gamboa. Estos relatos y la expedición de Mendaña que le llevó a recorrer buena parte de la Polinesia y llegar hasta las islas Filipinas, servirían como punto de apoyo para la teoría del historiador peruano  José Antonio del Busto para quién habrían sido los incas los descubridores y exploradores de Rapa Nui (imagen procedente de http://www.jorgesanchez.es
Esta misma hipótesis sería defendida por el polémico escritor, arqueólogo  y explorador noruego Thor Heyerdhal (1914-2002) que en la expedición conocida con el nombre de Kon Tiki , supuesto antiguo nombre del dios inca Viracocha, trató de demostrar como los antiguos pueblos ,anteriores incluso a los incas, habrían alcanzado las costas de las islas del Pacífico y también habrían sido los primeros en llegar a la isla de Pascua. Sin embargo, la hipótesis más aceptada por el momento y la que tiene un mayor número de indicios a su favor, desde el vocabulario de la lengua rapanui hasta los elementos de su mitología, es la que considera su origen en las islas polinésias. Sobre lo que pasó en Pascua desde entonces hasta la llegada de los primeros europeos poco sabemos. Sería el 5 de abril de 1722 cuando Pascua entra en la historia de los descubrimientos geográficos cuando es avistada por el navegante holandés Jakob Roggeveen (1659-1729), durante un viaje de exploración en Oceanía, dándole el nombre de Pascua porque aquel cinco de abril era precisamente el Domingo de Pascua. Ya entonces la isla había experimentado una grave crisis demográfica y su población estaba sumida en una profunda decadencia.

DOCUMENTAL «LA ISLA DEL FIN DEL MUNDO» SOBRE LA HISTORIA DE LA ISLA DE PASCUA Y LOS MOÁIS (Partes 4-6)

Nadie volvería a pasar por Pascua hasta el año 1770, cuando llegaron hasta sus costas la expedición dirigida por el oficial de la marina y cartógrafo español Felipe González de Ahedo (1714-1802), que llegó a las costas de Pascua en noviembre de 1770. En un principio confundió los moáis con árboles muy altos que habían sido plantados junto a la costa . La expedición estaba compuesta por setecientos hombres a bordo del poderoso navío San Lorenzo , de 70 cañones, y la fragata Santa Rosalía y la primea impresión que se llevaron de la isla desde sus naves fue la de una tierra aparentemente fértil  aunque casi completamente deforestada . Los habitantes de la isla se aproximaron sin recelo a las naves a nado y los españoles les regalaron ropa , lo que les causó una gran alegría. Cuando desembarcaron , los nativos les acompañaron al interior de la isla  y por el camino vieron la gran cantidad de cultivos a los que se dedicaban, desde la yuca a la caña de azúcar o el plátano. También observaron como muchos de ellos llevaban los lóbulos de las orejas muy dilatados con aros hechos de caña seca, lo que seguramente es el origen de la denominación de orejas largas

Los habitantes de Pascua vivían en su mayoría en cuevas excepto los que disfrutaban de una posición social más elevada que vivían en chozas con la forma de un bote invertido. Los expedicionarios calcularon la población en unos 1000 habitantes y se sorprendieron al comprobar que en la isla no había apenas ancianos . En algunos diarios de los marineros que participaron en la expedición se puede leer que los nativos les habían contado como , debido a la falta de recursos de la isla, la población no podía superar el millar de habitantes, por lo que al nacer un niño  se mataba a quién tuviera más de 60 años . Lo cierto es que cuando llegaron los españoles habían pasado 48 años de la llegada de Roggeveen a la isla y no quedaba nadie que recordara la presencia del navegante holandés.También destacan los marineros la casi ausencia absoluta de madera, como escribió uno de ellos, «no había árbol de producir una tabla del ancho de 6 pulgadas»  y la escasa presencia de animales, con la excepción de algunos ratones , gallinas y las aves.

Archivo:Rongo rongo expedición Haedo.jpg
Esta es la primera muestra escrita de la escritura Rongo Rongo, que puede traducirse como  ‘gran mensaje’ o ‘gran estudio’. considerada la única forma de escritura con una estructura establecida entre las diferentes culturas de la Polinesia. Sin embargo aun no ha podido ser descifrada y más que letras parecen representar figuras de hombres, animales o seres fantásticos . Aparecen tallados en madera y labrados con puntas de obsidiana . En concreto la fotografía de la parte superior es la firma de los jefes rapanui en el documento firmado el 20 de noviembre de 1770 por el que España tomaba posesión de la isla en nombre del rey Carlos III, dando a la isla el nombre de San Carlos. Todo  eso bien poco significaba para los habitantes de Rapa Nui. Poco después llegarían otros navegantes, barcos esclavistas y con ellos no solo la esclavitud sino también las enfermedades que reducirían su población a menos de 150 habitantes en la década de los setenta del siglo XIX. Sobre su escritura, hoy sigue sin ser descifrada y son múltiples las lineas de investigación abiertas que tratan de hallar su origen y significado. Otro enigma que añadir a Rapa Nui
Fue también la expedición de Felipe González Ahedo la primera en observar los moáis, que son descritos por el piloto de la fragata Santa Rosalía, Francisco Agüera, con estas palabras «Ydolos que adoran estos Naturales, son de piedra, tan elevados y corpulentos que parecen columnas mui gruesas, y según después averigué, examiné y tomé su dimensión, son de una pieza todo el cuerpo, y el canasto es de otra Sería Agüera quién observaría como en la parte superior de los moáis había una cavidad en la que se depositaban los huesos de los fallecidos, pero aunque trataron de averiguar más sobre aquellas colosales obras , maravillados ante su peso y como habían sido trasladados desde el lugar en que habían sido labrados hasta la costa, no pudieron lograr  más información , quizás porque ya entonces los rapanui se habían olvidado de como se habían construido

Laderas del volcán Rano Raraku donde hoy reposan 397 moáis que fueron abandonas de forma repentina, algunos de ellos casi terminados y otros enterrados hasta la altura de la nariz. Entre ellos se encuentra el conocido con el nombre de «El Gigante» con unas dimensiones colosales, 21,60 metros de altura y 150 toneladas de peso. Desde allí eran llevados a las zonas costeras pero siempre con los moáis mirando hacia el interior de la isla, motivo que también desconocemos. Sólo siete de ellos aparecen mirando hacia el mar, quizás simbolizando los siete expedicionarios enviados por Hotu Motu´a para explorar la isla después del sueño de Hau-Maka
Antes de seguir , conozcamos un poco mejor a los moáis , palabra que, como ya hemos visto, significa «escultura» en rapanui. Estos rostros de dimensiones colosales estaban labrados,como también he mencionado ya, con la toba extraída del volcán Rano Raraku, de donde procedían todos ellos.Estaban formados por un Pukao o sombrero confeccionado con escoria volcánica de color rojizo, quizás atado con un cordel a la cabeza para que no se cayera al erigir la estatua, las orejas tenían forma rectangular  con sus lóbulos decorados con un disco al igual que las orejas de los propios habitantes de la isla, los brazos aparecían pegados al cuerpo y con las manos dispuestas en la parte delantera con dedos llamativamente alargados, mientras que en las cavidades de los ojos se ponían placas de coral y obsidiana, aunque cuando los españoles llegaron allí habían sido arrancados y arrojados al mar por causas desconocidas. Las esculturas se ponían luego sobre una gran base de piedra llamada Ahu y cuando aparecía junto a otras cabezas recibía el nombre de Ahu-Moái y a su alrededor se extendía una plataforma de grava llamada Tahua, donde se enterraban los cadáveres descarnados.

BREVE REPORTAJE SOBRE LOS MOÁIS

Por todos estos indicios hoy suponemos que los Moáis  eran tanto una forma de recordar a los antepasados para pedir su protección como un monumento funerario, pues hemos visto como se enterraban a sus pies los cadáveres de los habitantes de la isla y sus huesos se depositaban sobre su cabeza, cubiertos con los Pukao, algunos con un peso de más de 10 toneladas. Entre los 600 terminados el más alto es el llamado Paro, con una altura de 9,80 metros y con un peso de 82 toneladas, mientras que si incluimos los 397 que aún permanecen sin ser extraídos en las laderas de   Rano Raraku, el más grande es el llamado Gigante, con 21,60 metros de altura y 150 toneladas de peso, aunque también los había pequeños, como el más pequeño de todos ellos, llamado Poike, que alcanzaba sólo 1,13 metros de altura. Excepto siete de ellos, el resto de moáis fueron dispuestos mirando al interior y se especula con que los siete que no lo hacen serían los siete exploradores que Hotu Matu´a envió  a Pascua para comprobar si era cierto el sueño del maorí Ahu-Maka . La mayor Ahu o plataforma mide 200 metros y contiene 15 moáis. Agüera también nos dejó la descripción del moái más alto que halló en pie y que hoy está destruido, al que llamó Paro y que según el piloto español medía » cincuenta y dos pies, y seis pulgadas de Castilla, incluso el canasto«, el equivalente a 14,5 metros de altura.

Foto del Ahu Tongariki  que mide 200 metros de largo y sobre él que se asientan 15 moáis . Es la mayor plataforma con moáis de la isla de Pascua. En el año 1960 fueron arrasados por un tsunami y restaurados de nuevo durante la década de los noventa del pasado siglo XX. En el segundo por la derecha podemos ver que conserva el Pukao o sombrero que cubría la cavidad excavada en la cabeza monolítica donde se depositaban los huesos del difunto. Algunos Pukao pesaban más de diez toneladas y eran tallados en un lugar diferente al resto del moái y traídos luego hasta donde estos se encontraban, sin que sepamos como lograban luego izarlos para ponerlos sobre las cabezas (imagen procedente de http://highonadventure.com )
Nada les pudieron decir a los españoles sobre como habían sido llevadas estas inmensas moles hasta la costa desde el volcán Rano Raraku, a través de las carreteras que desde el volcán se dirigía hacia distintos puntos de la isla, con una anchura media de tres metros y medio  y flanqueadas por lineas de roca. Las teorías más extendidas es que fueron desplazadas con rodillos y trineos , o bien balanzeándolas con cuerdas gruesas hechas con el arbusto Toromiro. Quizás fue el uso de la madera para el traslado de los moáis una de las causas de la desaparición de la Palmera de Pascua y la confección de las cuerdas lo que llevó al borde de la desaparición al Toromiro. Tampoco se pudieron explicar como los enormes sombreros , los Pukao, en algunos casos de hasta 10 toneladas de peso, fueron llevados desde otra canteras de la isla hasta donde se hallaban los moáis. Lo cierto es que cuando la expedición de Felipe González de Haedo llegó allí los moáis sin terminar llevaban varios siglos abandonados en la cantera del volcán Rano Raraku,interrumpida su construcción de forma repentina,  otros moáis habían sido derribados, sus ojos de coral arrancados, los altares ceremoniales destruidos. ¿Qué sucedió en Rapa Nui?

En segundo plano podemos ver un moái con el pukao y también con las placas de coral blanco que le servían como ojos y que fueron arrancados de los rostros de los moáis durante la crisis que a partir del siglo XVI afectó a la isla, una crisis provocada posiblemente por el crecimiento demográfico en una isla con recursos muy limitados. Puede ser que echaran la culpa a los moáis de sus desgracias, lo cierto es que la mayoría de ellos fueron derribados, sus ojos arrancados y su construcción abandonada (imagen procedente de http://highonadventure.com )
Una vez más todo son especulaciones pero la hipótesis más aceptada apunta hacia una crisis demográfica que habría azotado la isla entre el siglo XV y hasta la llegada de los europeos en el siglo XVIII , causando enfrentamientos entre sus habitantes y el abandono de sus antiguas creencias y costumbres. La construcción de los moáis se abandonó, quizás considerándolos responsables de las desgracias de la isla, una isla cuyo limitado territorio no había podido sostener el crecimiento de la población y había quedado deforestada y con su fauna extinguida . Los habitantes se dispersaron por toda la isla para habitar las cuevas  y , según algunos restos arqueológicos, el hambre pudo acabar con muchos de ellos , existiendo indicios de  canibalismo. Fue entonces cuando aparece una nueva ceremonia, el Tangata Manu u «Hombre pájaro». Cada año, los miembros de las diferentes tribus en que había quedado dividida Pascua ascendían hasta el volcán Rano Kau donde se presentaban los diferentes candidatos a ser el nuevo Tangata Manu, el hombre que iba a dirigir los destinos de Rapa Nui durante el año siguiente.

En la carrera del Tangata Manu había que correr desde el mirador Orongo en el volcán Rano Kau hasta llegar a la orilla del mar. Una vez allí, los hopu o corredores elegidos por los líderes de sus respectivas tribus, se ayudaban con un flotador llamado pora y hecho de totora con el que se dirigían hacia la isla de Motu Nui, la que se halla más al fondo en la imagen. Su objetivo era conseguir el primer huevo de golondrina de mar de la temporada y regresar de nuevo a la costa para subir otra vez al Orongo. El líder de la tribu ganadora se convertía así en el líder de toda la isla durante un año. Si queréis ver como era esta carrera os aconsejo que veáis la película Rapa Nui, por desgracia no he podido adjuntar el vídeo pero si os pongo el enlace para que lo podáis ver . Es la escena correspondiente a la carrera del Hombre Pájaro http://www.youtube.com/watch?v=9nQPLO6eAAg (imagen procedente de http://www.dzoom.org.es)

Allí, en un promontorio llamado Orongo, esperarían la llegada de las golondrinas del mar que anidaban en el islote de Motu Nui, la mayor de las tres pequeñas superficies rocosas cercanas a Pascua. Cuando esto sucedía. cada uno de los líderes de las tribus rapanui  elegía a un representante, al que se denominaba hopu , que participaría en su nombre en una competición donde tendrían que nadar hasta Motu Nui ayudados por un flotador hecho con totora ,al que llamaban pora. Una vez allí había que coger el primer huevo de golondrina de la temporada y regresar de nuevo hasta Orongo donde haría entrega del huevo.El ganador recibía el título de Tangata Manu , el nuevo «Hombre pájaro«, se le afeitaba la cabeza, se pintaba su cabeza de rojo y a continuación pasaba un año en el volcán Rano Raraku en completa soledad dentro de la cabaña sagrada, adorado como una más de las divinidades de Rapa Nui. Este culto lo pudieron observar los miembros de la expedición de Felipe González de Haedo y sobreviviría hasta su prohibición en los años sesenta del siglo XIX por los misioneros religiosos. El origen de esta tradición es , al igual que los moáis, desconocido.

Algunos de los 397 moáis sin terminar , abandonados en las laderas del volcán Rano Raraku, se yerguen hoy desafiantes al paso del tiempo y a los intentos de los investigadores por desvelar el misterio que los rodea . No sabemos su función, no sabemos que simbolizaban, no sabemos como los transportaban , no sabemos la causa de que se abandonara repentinamente su construcción, ni el motivo de que fueran derribados. Todos son preguntas alrededor de Rapa Nui, de los moáis y de los orígenes de esta cultura (imagen procedente de http://www.lasescapadas.com ) 

Regresando a la historia conocida, Felipe González de Ahedo tomó posesión de la isla y la bautizó con un nuevo nombre, el de San Carlos en honor del  monarca español Carlos III (1716-1788), aunque no se extendió su uso y se mantuvo el de isla de Pascua o Rapanui  . Cuatro años después llegaría a sus costas el navegante inglés James Cook (1728-1779) y en 1786 el francés Jean-François de la Pérouse (1741-1788). Poco a poco, el contacto cada vez más frecuente con los navegantes europeos tuvo consecuencias nefastas para la ya reducida y débil población de Pascua, que ,afectada por epidemias de viruela,tuberculosis y otras enfermedades, a lo que se unió el que entre 1859 y 1863 muchos de ellos fueran capturados por barcos esclavistas que recalaban en su costa, todo lo cual produjo que su población en 1877 quedara reducida a apenas 150 habitantes. Finalmente, diez años después, el 9 de septiembre de 1888, se firmaba el documento de anexión de la isla de Pascua a Chile aunque los nativos nunca aceptaron la venta de su tierra , como lo demuestran estas palabras de su rey Atamu Tekena al representante del gobierno chileno, el almirante Policarpo Toro(1856-1921) «Al levantar tu bandera no quedas dueño de la isla porque nada hemos vendido: sabemos que el señor Obispo puso a la Isla bajo el protectorado de Chile, pero no se ha vendido nada»

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El moái más pequeño, llamado Poike , que mide tan solo 1,13 metros . Su nombre se lo debe al volcán inactivo donde está situado. La mayoría de los moáis habían sido derribados cuando los españoles llegaron hasta la isla . En la elección de las Siete Maravillas del Mundo Moderno, los Moáis quedaron en la octava posición

La vida no fue fácil para los isleños, que hasta 1966 no gozaron de los mismos derechos de ciudadanía que el resto de los chilenos, pero en las últimas décadas el turismo ha permitido una mejora en las condiciones de vida de sus habitantes que además han recuperado parte de las tierras que les habían sido expropiadas por el gobierno de Chile. Y hasta aquí la historia de esta isla que se eleva sobre la superficie del Océano Pacífico a miles de kilómetros de cualquier tierra habitada y escondiendo en su interior el misterio de la historia de sus habitantes, de su origen, de sus costumbres, de su lengua, de sus colosales moáis y de las causas que provocaron la grave crisis que casi acabó con su existencia. Y mientras, cada nuevo navegante que se aproxima a Rapa Nui observará sobre sus Ahu a los colosales  Moáis , desafiando al paso del tiempo y a los intentos por desvelar el origen de su existencia, mirándonos con sus ojos ciegos , guardianes de una fe olvidada, vigías de una amenaza desconocida , memoria de una cultura desaparecida.

Con sus rostros vueltos hacia el interior de la isla , los moáis seguirán siendo el símbolo del misterio que encierra la isla de Pascua , el de un pueblo que creo su propio universo en esta apartada isla , una auténtica isla del fin del mundo.¿Qué drama se desarrolló en esta tierra , que horror tuvieron que vivir sus habitantes para tener que practicar el canibalismo?¿el exceso de población?¿la rebelión de los grupos sociales inferiores?¿Por qué abandonaron sus creencias?¿Qué significa su escritura, el Rongo Rongo?¿De donde procedían los habitantes de Rapa Nui?¿polinesios o incas? Preguntas y más preguntas sin respuestas ciertas. Los moáis, aún hoy, se erigen en el atardecer de Rapa Nui como los silenciosos y pétreos guardianes de todos sus enigmas (imagen procedente de http://joseantonioroldansanchez.blogspot.com

ESCENAS DEL DOCUMENTAL «RAPA NUI CULTURA VIVA» SOBRE LA ACTUAL SOCIEDAD DE RAPA NUI

ABRIENDO HORIZONTES, DERRIBANDO PREJUICIOS. APUNTES DE UN VIAJE

Escribía sobre los viajes el pintor polaco Stanislaw Ignacy Witkiewicz(1939)  «Pensáis escapar de vuestros problemas yéndoos de viaje. Y ellos partirán tras vosotros» y la escritora francesa Sidonie Gabrielle Colette no tenía una buena opinión sobre ellos pues pensaba que «el viaje sólo es necesario a las imaginaciones menguadas».  El viaje como una huida de nuestra realidad cotidiana, de nuestro propio yo o para descubrir  cosas que podríamos conocer con facilidad a través de los libros o los documentales , de los relatos de otros viajeros. Sin embargo, aunque hay grandes intelectuales que consideran los viajes como ese intento desesperado e inútil del ser humano para escapar de sí mismo buscando fuera lo que no halla dentro, discrepo con esas palabras y no puedo sino estar de acuerdo con esa otra frase de un autor anónimo que dice que «Viajar es pasear un sueño», porque viajar es mucho más que fotografiar un monumento, descubrir un nuevo paisaje o comprar un recuerdo exótico. Viajar es encontrarnos con otra realidad diferente a la nuestra, es hallar en costumbres extrañas otra forma de afrontar la vida, es despojarnos de nuestros prejuicios para sumergirnos en otra cultura, descubrir que lo más hermoso de esto que llamamos humanidad no reside en la homogeneidad sino en su deslumbrante diversidad.
He regresado de un corto viaje de apenas tres días a una ciudad del Norte de África, Marrakesh, nombre que significa en beréber «Tierra de Dios», una de las más importantes de Marruecos y también de las más visitadas por los turistas, pero que al mismo tiempo  ha sabido conservar su espíritu sin convertirse en un escenario sin espíritu como , por desgracia, sucede con muchos lugares que han perdido su alma y se han transformado en poco más que un inmenso decorado para las hordas constantes de turistas que no quieren descubrir un mundo nuevo, sino sólo fotografías más o menos bonitas para enseñarlas luego en casa. No es lugar el Mentidero para hacer una descripción turística de esta bella ciudad pero si para defender otra forma de viajar que nos permita salvar las diferencias, que nos ayude a ampliar nuestros horizontes y nos ayude a derribar los prejuicios, que nos haga apreciar la diferencia cuando la auténtica amenaza es el espíritu homogeneizador que es extendido por los medios de comunicación y la cultura occidental imperante.

Fotografía nocturna de la gran plaza de Yamaa el Fna, la más emblemática de Marrakesh, una ciudad que también recibe el nombre de Medina Al-Ham’rá es decir, en árabe, «La Ciudad Roja» por el color de sus edificaciones y las tonalidades predominantes en el entorno. Un gran espacio abierto donde puedes hallar desde encantadores de serpientes a come fuegos, puestos de comida, mujeres que realizan hermosos dibujos con henna, hombres rezando, calesas de caballos para los turistas, extraños espectáculos que atraen a los curiosos. Quizás la mejor forma de contemplar este abigarrado universo que es Yamaa el Fna sea sentarse en su centro y mirar como todo gira a tu alrededor, un espectáculo abrumador de sonidos, olores y colores (imagen procedente de http://lovelyplanet.es )

En estos tiempos de crisis económica, de desempleo, de fragilidad en el estado de bienestar, cuando la prosperidad que había caracterizado a las sociedades occidentales parece peligrar, una vez más vemos en Europa y Estados Unidos con suspicacia, rechazo o abierta hostilidad al que viene de fuera, buscando una vida mejor que en su  tierra de origen, y más que nunca cobran vida los prejuicios que anidan en nuestra mente sobre todos aquellos que no comparten los puntos de vista occidentales. En este punto debo añadir que siempre he sido y soy un gran defensor de los valores que heredamos de la cultura griega, inventores de la democracia, de la filosofía, del valor de la invidualidad y , por supuesto , siempre defenderé los tres grandes principios nacidos en la Revolución Francesa de 1789, «la libertad, la igualdad y la fraternidad». Esos valores no se pueden negociar, son irrenunciables.
Pero eso no significa que nuestras sociedades occidentales sean superiores  y nos hallemos en la cúspide de la pirámide , porque en nuestras mismas sociedades hay muchas injusticias, se adoran otros dioses que no son los de la religión sino los del poder y la riqueza, donde es más importante un balance empresarial que la vida de un ser humano que muere de frío en la calle o la de una familia que pierde su hogar , donde ya no respondemos al extraño con una sonrisa sino con una mirada de temor y donde los prejuicios hacia el diferente son como muros que nos separan del que no es como nosotros. Escribía el astrónomo y divulgador Carl Sagan sobre los prejuicios y las épocas de crisis estas palabras que hoy vuelven a cobrar vida con fuerza «Siempre que afloran los prejuicios étnicos o nacionales, en tiempos de escasez, cuando se desafía la auto estima o vigor nacional, cuando sufrimos por nuestro insignificante papel y significado cósmico o cuando hierve el fanatismo a nuestro alrededor, los hábitos de pensamiento familiares de épocas antiguas toman el control. La llama de la vela parpadea. Tiembla su pequeña fuente de luz. Aumenta la oscuridad. Los demonios empiezan a agitarse.»

La mezquita de la Kutubia o de la Koutoubia que significa «la de los libros» tanto por los libros que contenía su biblioteca como por el antiguo mercado de libros que se celebraba en sus proximidades. Su alminar,del siglo XIImohecín a oración cinco veces al día, que parecen regular el pulso de la ciudad aunque la actividad comercial no parece verse afectada por la oración .
El demonio de los prejuicios, del rechazo a lo diferente, de fortificarnos en nuestra realidad conocida, en la tranquilidad de lo que es cotidiano, amenaza nuestro mundo con más fuerza que en las últimas décadas y contra ese mal sólo se puede luchar abriendo los ojos de verdad , no para mirar, sino para ver, abrir los oídos del alma a las voces de otros seres humanos que pueden tener creencias, pensamientos y costumbres diferentes pero que comparten con nosotros su humanidad, no son un ser de otra galaxia, tan sólo han nacido en una cultura diferente y de ellos y de nosotros depende que recorramos la distancia que nos separa para hallarnos a mitad de camino. Durante siglos este conocimiento ha llegado a través de las armas, de las guerras de conquista, de las invasiones, de las victorias de unos sobre otros, de la imposición de gobiernos, credos y costumbres con la destrucción de culturas y pueblos enteros. Hoy, por primera vez , tenemos la oportunidad de conocer el mundo no a través de la conquista sino de los viajes, de los medios de comunicación, de los libros , de las revistas que nos traen a casa fotografías de los lugares más remotos, de Internet que nos pone en contacto con personas que llegan a ser nuestros amigos aunque vivan en el otro extremo del mundo.
Si, viajamos más que nunca, pero ¿para que? Yo he ido en esos viajes en grupo donde recorres los países desde el asiento de un autocar, donde los guías te llevan a los lugares más turísticos, viendo aquello que esperabas ver, recorres las tiendas de turistas para comprar esos recuerdos absurdos que luego acaban en el fondo de un cajón, te alojas en hoteles más o menos buenos para dormir y seguir al día siguiente a recorrer los monumentos , a hacer fotografías que otros han hecho ya mil veces. No hay encuentro con el otro, no hay lugar para la sorpresa sino para confirmar los prejuicios y tópicos con los que viajamos, no nos sumergimos en un mundo nuevo y desconocido, no conocemos a las personas que viven allí y cuando regresamos al punto de origen ¿que hemos aprendido?¿en que hemos cambiado?¿vemos aquella nación, aquel lugar, a aquellas personas de otro modo? En estos viajes no vivimos  en ese otro mundo distinto al nuestro, sino que lo observamos desde una burbuja sin permitir que penetre en el nuestro.

Los souks o zocos de Marrakesh son los más grandes de Marruecos , un laberinto de calles estrechas repletas de comercios que venden desde especias a alfombras, desde artículos de cuero a aceites de argán, las tradicionales babuchas, objetos de cerámica, frutos secos ,instrumentos musicales y cualquier otra cosa que se os pueda ocurrir. Hombres, motos y animales comparten este reducido espacio donde en ocasiones parece imposible pasar dos veces por el mismo sitio, como si la tienda en la que estuviste hace cinco minutos hubiera desaparecido. Tanto en los zocos como en el resto de la ciudad es mejor limitarse a andar, observar y dejarse llevar por el movimiento, los sonidos, el olor , integrarse con la vida de la ciudad. Aunque las fotos serían hermosas no les gusta ser fotografiados y eso es casi una fortuna porque así dejamos la mirada libre sobre lo que de verdad importa , la vida que se desarrolla a tu alrededor (imagen procedente de http://www.allposter.es )
En los tres días en Marrakesh he caminado con una amiga por sus calles, aún conservo vivas en la memoria los mil olores que inundaban las tumultuosas, oscuras y laberínticas calles de sus zocos, la vida que hierve en sus plazas, el sonido de una multitud de voces entremezcladas con el sonido de las motos que se abren camino entre una marea de personas, el cansino trote de las calesas donde suben los turistas, los gritos de los vendedores que tratan de llamar la atención del viajero sobre sus mercancías. En un primer momento tantas impresiones te pueden aturdir pero poco a poco aprendes a moverte en ese aparente caos, aprendes a ver la vida , a ver su vida y a percibir como para ellos el tiempo tiene otro significado. Cuando te hablan de regatear, los europeos solemos pensar en el engaño, en la estafa y viajamos a la defensiva, como si fuéramos a penetrar en un mundo de estafadores, piratas o mentirosos que sólo pretenden robar al pobre turista.Si, ese prejuicio es de los que más abunda en nuestras sociedades, los extraños son peligrosos, te quieren engañar, te quieren robar y son una amenaza.
Pero, de pronto, descubres que el regateo no es tanto la lucha por fijar un precio como una forma de conocer a la otra persona, de disponer de tiempo para sentarse y conversar, para aprender, para escuchar, para darse un apretón de manos o responder con una sonrisa. Por supuesto que no siempre es así, que hay gente que te quiere engañar, pero ¿no las hay también en nuestras ordenadas sociedades? En tres días no es posible conocer a fondo una sociedad y un mundo tan diferente pero si lo suficiente para apreciar lo equivocados que están nuestros tópicos y que ciertas eran las palabras del filósofo norteamericano William James cuando decía que «Un gran número de personas piensan que están pensando cuando no hacen más que reordenar sus prejuicios.» Manejamos una serie de estereotipos, de tópicos, de lugares comunes, de ideas que no son nuestras sino recibidas y que nunca ponemos en cuestión, y cuando ese endeble edificio basado en el prejuicio se enfrenta a la realidad sólo tiene dos formas de reaccionar , o permanecer ciego a esa realidad o  permitir que penetre en nosotros aunque ello suponga derribar esa falsa estructura construida con los ladrillos del pensamiento único.

La ciudad esta rodeada por hermosos jardines, como el jardín Majorelle donde se halla el Museo de la cultura bereber, el Ciberjardín , un gran espacio verde muy cerca de la mezquita Kutubia donde los habitantes de Marrakesh pueden usar de forma gratuita Internet o , en la imagen, el hermoso jardín de La Menara, del siglo XII, situado  fuera de la ciudad y con el fondo de la cordillera del Alto Atlas.  Dominados por un gran espejo de agua central, de forma rectangular, habitado por grandes carpas, desde donde sale el sistema de irrigación. En su entorno crecen olivos y árboles frutales.  En 1869, el sultán Mohammed V hizo construir lo que hoy caracteriza el lugar: el pabellón con el tejado de tejas verdes que se encuentra junto al estanque, reflejándose en sus aguas, como podéis ver en la imagen sobre estas lineas. Los jardines árabes son lugares de armonía geométrica donde todo parece ocupar el lugar que le corresponde (imagen procedente de http://www.blackpaper.ch )
Descubrí gente que te recibe y despide con una sonrisa, que te respeta más de lo que nosotros solemos hacer en la nuestra con ellos, donde aún existe el tiempo para conocer a otra persona, y donde no todos tratan de engañarte o robarte. Lo que no significa que no vea los graves defectos de su mundo,propios de una sociedad musulmana, donde las mujeres siguen siendo ciudadanos de segunda excluidas de los lugares de reunión de los hombres, donde no existe libertad de expresión religiosa y la fe dicta las leyes que rigen la vida cotidiana . Todos conocemos los problemas políticos y religiosos que afectan a gran parte de las naciones musulmanas y como la religión es el principal obstáculo para el desarrollo de los derechos humanos, el respeto a la mujer y la defensa de la libertad. Desde mi particular punto de vista , el legado griego es el mejor modelo para el desarrollo de una sociedad, el que permite mayor libertad al ciudadano aun con todos sus defectos, pero no me estoy refiriendo ahora a ello, sino a conocer a otros seres humanos como tu lector, y como yo, personas que sienten, sufren, aman y ríen como nosotros pero que a veces las observamos como si fueran de otro mundo.
Cuando al principio de este artículo escribía aquella frase que decía que viajamos para huir de nosotros mismos  os decía que no estaba de acuerdo con ella. Viajar no debe ser una huida de nosotros , o al menos no deberíamos verlo así, porque  no podemos huir de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos, de nuestros sueños, de nuestros fracasos. Todo ello forma parte de nosotros y viaja allá donde vayamos, pero si creo que viajar debe ser como caminar en busca del otro, como si abrieras las ventanas de tu interior para que entrase la luz de otra realidad , para darte la oportunidad de conocer otro mundo, abrir nuestro horizonte, enriquecernos con otras formas de ver la vida ya sea en Madrid, en Marrakesh, en Nueva York , Pekín o Lhasa. La muerte, la guerra, la destrucción son consecuencia de la abstracción, de no ver al diferente como otro ser humano sino como un enemigo al que no le reconocemos las cualidades humanas que si vemos en nosotros, como ya escribiera Aldous Huxley «Hacia donde miremos, encontraremos que los verdaderos obstáculos para la paz son la voluntad y los sentimientos de los hombres, las convicciones humanas, los prejuicios y las opiniones. Si queremos librarnos de las guerras, tendremos antes que librarnos de todas sus causas psicológicas. «

Como sucede en la práctica totalidad de las sociedades musulmanas es patente la discriminación de la mujer , ya no solo en la forma de vestir , donde tiene que ocultar casi todo su cuerpo , sino también su exclusión en la mayor parte de lugares públicos como los bares, los restaurantes o incluso en las propias plazas donde los hombres hacen sus propios corros donde no puedes hallar ni a una sola mujer. Pocas son las que desafían la tradición vistiendo ropas occidentales o dejando su pelo al descubierto . Creo que nada tiene que ver la religión con la discriminación que sufre la mujer en el mundo árabe, y no es más que la perpetuación de una sociedad patriarcal y machista con la excusa de la fe religiosa (http://www.disfrutamarrakech.com)  

Y la mejor forma de vencer esos obstáculos es ver el mundo no a través del objetivo de una cámara fotográfica , ni en los artículos de una guía de viajes , ni en el programa de una agencia de viajes. No, el primer paso para ver ese otro mundo es abandonar lo que creemos saber, despejar nuestra mente de las ideas recibidas y convertirnos en viajeros y mirar el mundo con nuestros propios ojos y no con la mirada prestada de otros. El escritor mexicano José Vasconcelos decía «Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía» Todos los buenos viajes dejan en el alma un poso de melancolía de un mundo que ha entrado en ti, que te ha cambiado tu forma de contemplar la vida aunque tu no pertenezcas a él pero siempre te llevas algo dentro de ti. Cuando tengáis la oportunidad de viajar marchad con equipaje ligero y llenadlo con ese mundo que nos está esperando ahí fuera para que lo recorramos, lo descubramos y lo amemos.No os escondáis de la realidad, dejad que esta os seduzca, que os conquiste ,no seáis turistas que fotografían monumentos sino viajeros que descubren personas, sociedades, costumbres, sonidos, olores, mundos. Sed viajeros