EL MUNDO NECESITA OTRO CHARLES DICKENS: EL ESCRITOR DE LOS DESHEREDADOS(SEGUNDA PARTE)

En la primera parte de este artículo dedicado a la vida del escritor del que este año se celebra el bicentenario de su nacimiento, Charles John Huffam Dickens(1812-1870),  nos habíamos detenido en el año 1858, después de una intensa década de los años cincuenta, que había comenzado con la publicación del que fue su mayor éxito editorial, «David Copperfield» y la creación de la  revista «Household words» que él propio Dickens iba a dirigir hasta su muerte y en la que fue publicando el resto de las obras que iría escribiendo en esos años. Así a «David Copperfiel» le habían sucedido «Casa desolada» en 1852, «Tiempos Difíciles» en 1854 y «La pequeña Dorrit» entre 1855 y 1857. Todas estas obras, como era costumbre en la época, fueron publicadas por entregas  y ,como siempre, el éxito acompañaba a Dickens que en 1854 había visto como sus novelas comienzan a traducirse al francés. Pero si en el terreno profesional las cosas no podían ir mejor no sucedía lo mismo con su matrimonio con Catherine Hogarth. En 1855 se había reencontrado con el fuera su primer amor de juventud , Mary Beadnell, que le rechazó en su momento. No se reaviva el romance, pues ella ya esta casada y además parece que había cambiado bastante, pero los conocidos de Dickens afirmaban que a partir de este encuentro el carácter del escritor se había transformado.

Fotografía de la esposa de Charles Dickens, Catherine Hogarth(1815-1879), en la madurez. Ya en la década de los cuarenta el matrimonio había tenido problemas , pero estos se acentuaron en los años cincuenta, quizás porque Dickens buscaba una naturaleza más alegre, vivaz y juvenil que la que podía ofrecerle Catherine, de la que Dickens ya se había quejado en el pasado por sus frecuentes depresiones después de dar a luz . El encuentro con el que había sido su gran amor de juventud , Mary Beadnell, en el año 1855 pudo significar el deseo de recuperar aquel tiempo de juventud y lo que le conduciría a enamorarse de la joven y bella Ellen Ternan, separándose de su esposa, que, sin embargo, siguió amándole (imagen procedente de http://es.paperblog.com )  



Fuera lo que fuese lo que conmovió a Dickens al ver de nuevo a su antiguo amor , en 1857 entra en la vida de Dickens una joven actriz de diecisiete años llamada Ellen Ternan que trabaja en la compañía de aficionados creada por el propio autor. Es probable que Dickens viera en ella la imagen de Mary Beadnell en su juventud o la de su cuñada Mary Hogarth, a la que tanto afecto había tenido y que murió a la misma edad que ahora tenía Ellen Ternan, y se enamoró con la misma pasión con la que había amado a Beadnell hacía más de treinta años.  Dickens paga a Ellen un piso para que se instale  en él y llega a un acuerdo con Catherine para separarse después de veintidós años de matrimonio. A todo esto, Georgina, hermana de Catherine y que desde 1842 vivía con ellos cuidando de su numerosa descendencia, recordemos que tuvieron diez hijos, decide no seguir a su hermana y permanecer junto a Dickens, al que idolatraba , lo que levantaría rumores en la puritana sociedad victoriana sobre una relación entre ambos e incluso llegaron a escribir artículos en la prensa sobre ello, aunque el tiempo finalmente pasó y los rumores quedaron olvidados. La que no olvidó fue Catherine, que no volvió a hablarse con su hermana.

Fotografía de Ellen Ternan, una joven actriz a la que Dickens conoció en una obra y luego la contrató para trabajar en la compañía de aficionados que había fundado el escritor . Catherine lo descubriría cuando un día llevaron por error a casa de los Dickens un regalo que era para Ellen. Años después una de sus hijas, Kate, contaría a la escritora Gladys Storey , autora de «Dickens e hija», que un día sorprendió a su madre llorando a solas porque Dickens la había encargado que fuera a recoger a la estación a Ellen Ternan, refiriéndose a ella como » la chica de quien se había enamorado» . El escritor instaló a su amante en un piso mientras que a Catherine, con la que había compartido 22 años de matrimonio, diez hijos y veinte embarazos, casi a uno por año, la dice que tiene que abandonar el hogar . Él se queda con los hijos y ella poco mas o menos que se tuvo que ir con lo puesto. A pesar de ello evitó acusar a Dickens de adulterio, lo que le habría permitido divorciarse del escritor de acuerdo a una nueva ley que acababa de ser promulgada y , al menos, habría tenido una compensación económica. Pero ella le seguía amando y no quiso hacerle ningún mal. Quizás en la relación con su esposa es donde observamos el lado más oscuro del gran escritor (imagen procedente de http://www.1001libros.com )
Mientras, Dickens cambia el nombre de su revista, que pasa a llamarse ahora «All the Year Round» y comienza a publicar en 1859 por entregas una nueva novela «Historia de dos ciudades», donde por primera vez abandona el tiempo presente y se desplaza hasta Francia en la época de la Revolución Francesa , y las dos ciudades del título son Londres, que aparece retratada como una ciudad tranquila y pacífica donde se puede llevar una vida pacífica, y París, su antagonista, bulliciosa, violenta, caótica, la representación de dos mundos contrapuestos en los albores de una Revolución que cambiaría la historia y la sociedad y que Dickens expresaba así «Es el mejor de los tiempos, es el peor de los tiempos. Es la edad de la sabiduría, y también de la locura. Es la época de la fe, y también de la incredulidad, la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Lo tenemos todo, pero no somos dueños de nada, caminamos derechito al cielo pero tomamos el camino a otro lado. En fin, esta época es tan parecida a todas las épocas, que nada de lo que aquí voy a contar debería, en realidad, sorprendernos. Nada. Ni el perdón, ni la venganza, ni la muerte, ni la resurrección» Así comenzaba la novela , es dificil hacerlo con más fuerza narrativa.

Charles Dickens leyendo a sus hijas Mary Dickens(1838-1896), que a la muerte de su padre en 1870 seguiría viviendo con su tía Georgina y escribiría una biografía sobre la vida del escritor, y sentada Kate Dickens(1839-1929) que estaba casada con el hermano de uno de los mejores amigos de Dickens y con quien escribiría alguna obra conjunta, Wilkie Collins(1824-1889) Muchos años después Kate Dickens sería la fuente de información para el libro «Dickens e hija » publicado en 1939 donde se revelaban muchos aspectos de la vida cotidiana y privada de la familia Dickens, como la afirmación realizada por su hija Kate de que había tenido un hijo con Ellen Ternan que habría muerto al nacer, aunque es una afirmación que nunca se pudo probar (imagen procedente de http://es.paperblog.com ) 

Entre 1860 y 1861 publica otra de sus más celebres obras, «Grandes esperanzas», en la que narra la historia de un niño huérfano desde que tiene doce años hasta alcanzar la madurez , y su constante lucha por superar sus orígenes humildes y conquistar una relevante posición social, algo que nos recuerda también a la vida del propio Dickens. Continua dando conferencias por las que obtiene importantes ingresos . En estas conferencias solía ofrecer lecturas dramatizadas de sus obras, en las que él mismo interpretaba los diferentes personajes, haciendo hasta más de veinte voces,  llenando auditorios rendidos al talento del escritor que debía de disfrutar mucho sintiendo el aprecio y admiración que despertaba. En 1863 crea The Arts Club, un centro de las artes y de reunión de los artistas donde podían intercambiar ideas y presentar nuevas tendencias artísticas. Viaja a Francia para visitar a Ellen Ternan y en el viaje de regreso tiene lugar un accidente en el tren donde viajaba Dickens ,que se cayó  por un puente que estaban reparando. salvándose únicamente el vagón en el que viajaba el propio Dickens con Ellen. El escritor participaría activamente en las labores de rescate de los heridos aunque eludió la posterior investigación del accidente, ya que no quería que saliese a la luz que iba en compañía de su amante, lo que habría escandalizado a la pacata sociedad victoriana. Utilizaría este suceso como inspiración para un cuento titulado «El guardavías» en 1866.

Charles Dickens viajaba de regreso de París en compañía de Ellen Ternan , a la izquierda en la fotografía, cuando siete de los vagones que componían el tren se cayeron por un puente que estaba en reparación. Dickens colaboró en las labores de rescate pero se mantuvo al margen de la investigación de las causa del accidente ya que si se hacía publico que viajaba en compañía de Ternan , el escándalo estallaría. Durante estos años también tuvo que soportar los rumores sobre su romance con Georgina, la hermana de su esposa Catherine que había preferido quedarse con el escritor que acompañar a su hermana. Es curioso la relación que mantuvo con sus dos cuñadas, primero con Mary, muerta a los 17 años, y posteriormente con Georgina, como si sintiera que se había equivocado de hermana, y no era Catherine sino una de sus hermanas con las que tenía que haberse casado (http://thevictorianist.blogspot.com )

Es en estos años de la década de los sesenta cuando comienza a enviar a sus numerosos hijos a diferentes lugares, a su hijo Alfred lo envía a Australia y a Walter a la India  para que así pudieran crecer y evolucionar lejos del peso de la fama de su padre . Mientras, prepara su segundo viaje a Estados  Unidos donde es recibido triunfalmente  , pero Dickens se encuentra cansado de viajar y no tarda en regresar a Inglaterra . Pero a pesar del cansancio que arrastra, sigue con una actividad imparable, dando conferencias, preparando una edición completa de sus obras , escribiendo en su revista «All the year round» al tiempo que prepara una nueva novela titulada «Edwind Drod» y controlando su compañía de teatro de aficionados e incluso llega a ser recibido por la reina Victoria de Inglaterra, gran lectora de sus novelas. Quizás víctima de este exceso de actividad su cuerpo dijo basta el 8 de juno de 1870, cuando Dickens sufre una apoplejía de la que morirá a la mañana siguiente , el día 9 de junio. Sería enterrado en el conocido como «Esquina de los poetas» en la abadía de Westminster y , de acuerdo a su voluntad, sin erigir ningún monumento en su honor ,aunque él prefería haber sido enterrado en la catedral de Rochester. Su amigo, el historiador y  crítico Thomas Carlyle(1795-1881), escribiría a su muerte «Es un acontecimiento universal;un talento único se ha extinguido repentinamente y ha eclipsado la ingenua alegría de los pueblos»

El Príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra (1948) , el día seis de febrero de 2012 depositando una corona de flores sobre la tumba de Charles Dickens en el Rincón de los Poetas de la Abadía de Westminster, junto a la tumba de Rudyard Kipling, en el día que se cumplía el segundo centenario de su nacimiento. Nunca quiso que le construyeran monumento alguno y la única estatua que hoy podemos encontrar de Dickens fue hecha en 1981 y se halla en Filadelfia, Estados Unidos. Como le gustaba decir » La muerte, los incendios y los robos hacen a todos los hombres iguales» (imagen procedente de http://www.elcomercio.com )

Su esposa Catherine Hogarth, de la que vivía separado pero sin divorciarse, moriría nueva años después y en su lecho de muerte entrego a su hija Kate Dickens las cartas que se había escrito el matrimonio a lo largo de todos aquellos años pidiéndola que las donara al Museo Británico y que así «el mundo sepa que una vez él me amó» . Catherine nunca le dejó de amar y no quiso acusarle de adulterio para forzar el divorcio en 1858, cuando se habían separado y Dickens mantenía una relación con Ellen Ternan. En cuanto a Ellen se casaría seis años después de la muerte de Dickens y mucho tiempo después, en 1939, se publicaría el libro «Dickens e hija» escrito por Gladys Storey en el que describía la relación entre Dickens y su hija Kate. Esta le habría contado a Gladys que su padre y Ellen habían tenido un hijo que murió siendo aún niño, aunque no existen pruebas que corroboren esta afirmación. Así moría Dickens, pero su obra no , permanecería viva , inalterable a la evolución de los gustos y a despecho de muchos críticos, revalidando su vigencia generación tras generación que sigue emocionándose y vibrando con los personajes de Dickens.

Cuadro que no llegó a ser finalizado en el que vemos sentado a Charles Dickens rodeado por diferentes personajes de sus novelas. Cuando murió en 1870 dejó sin concluir «El misterio de Edwin Drood» al que después se ha querido escribir un final despertando la polémica sobre si una obra que no ha sido concluida por su autor puede ser terminada por otro escritor. La obra de Charles Dickens es una dura crítica contra las profundas desigualdades de la sociedad victoriana , una defensa de los derechos de los menos favorecidos y de los más débiles, en particular de los niños en los que siempre nos parece entrever a aquel pequeño Dickens que se levantaba de madrugada para ir a trabajar en la fábrica de betún o cuando visitaba a su padre en la prisión de Marshalsea, una época de soledad y falta de cariño que dejaría una huella para siempre en el alma de Charles Dickes y que luego plasmaría en personajes como  Oliver Twist o David Copperfield (imagen procedente de http://destinos.elperiodico.com )

Como escribe el autor español Andrés Trapiello en el prólogo de una edición de «Oliver Twist»  «Dickens, a pesar de habernos dado una galería de tipos pintoresca y completa creó más que este o aquel personaje, un universo que los engloba a todos en ese adjetivo tan elocuente: lo dickensiano. Y dickensiano significa , sobre todo, la infancia difícil y lo que la infancia encierra: un hogar. Dickens supo que entre los hombres más universal que la muerte o el amor, lo es la infancia. Dickens tal vez fue el primer escritor que formuló con su obra aquel principio sagrado de que la mejor herencia que recibe un hombre es su infancia» Pero además en sus obras Dickens evita juzgar a sus personajes, aunque sean algunos de ellos canallas y ruines, porque considera que apenas han tenido oportunidad de elegir sus vidas, las malas escuelas, la pobreza y el abandono en la infancia han determinado su destino, aunque el hombre siempre puede hacer uso del libre albedrío. En sus obras Dickens ataca a casi todas las instituciones relacionadas con la infancia, desde las escuelas y orfanatos hasta la propia familia , pero también ataca a los empresarios que explotan a los trabajadores, a los tribunales de justicia por su ineficacia , a la corrupción de los políticos.

TIEMPOS DIFÍCILES (parte 1-5)

Una de las novelas más interesantes de Charles Dickens donde compara las diferencias sociales entre el proletariado y los empresarios. Una historia que hoy no nos queda tan lejos como podría parecerno, porque los tiempos cambian pero la naturaleza humana permanece

Se le crítica a veces por sus finales felices, juzgados como acomodaticios, pero Dickens creía en el triunfo del bien y de la bondad , una bondad que se halla en todos nosotros , incluso en aquellas personas que parecen malvadas, como el Sr Scrooge de «Cuento de Navidad». Volviendo a las palabras de Trapiello «los buenos sentimientos son para Dickens lo que para alquimistas y plateros la piedra de toque. Cuando los buenos sentimientos de uno de sus personajes se juntan a la tenacidad y el esfuerzo, es seguro que la fortuna no puede serle ajena por mucho tiempo» Si, el triunfo de la bondad pero también el descubrimiento de otra realidad, la de los mendigos, los explotados, los huerfanos, los marginados de aquella sociedad tan orgullosa de su poder y su progreso, la de la Inglaterra victoriana . Con sus novelas Dickens impulsó más por las reformas sociales que muchos políticos después de toda una vida de discursos. Como escribiría el autor británico Gilbert Keith Chesterton(1876-1936)  «No compadecía al pueblo, ni se hacía su portavoz o campeón;no sera siquiera que defendiese al pueblo; sino que él mismo era e pueblo» Y como escribió el propio Dickens «Donde millones se arredraron allí comienza tu a trabajar» donde los demás guardaban silencio él uso su talento para describir la realidad y ponerla delante de los ojos de la sociedad, como un espejo que le devolvía un reflejo de una fealdad inesperada.´

TIEMPOS DIFÍCILES (parte 6-10)

Creo que en la actualidad la obra de Dickens sigue viva, porque también siguen vivas las injusticias, la pobreza, la marginación social , la explotación del débil por el fuerte. Puede ser que no dispongamos de una voz con la calidad artística de Dickens y que nos hable al corazón como él hacia entonces, no tenemos otro Dickens , pero sus palabras siguen ahí, hablándonos , animándonos a abrir los ojos y enfrentarnos a la realidad con coraje y también con bondad , porque es la bondad la que al final transforma el mundo. Para cerrar este artículo y la vida de Dickens , quiero despedirme con mi frase preferida del autor británico, una frase que quizás concentra en sí misma la filosofía de su obra y que bien puede ser una guia para nosotros en nuestra vida «Hay grandes hombres que hacen a todos los demás sentirse pequeños. Pero la verdadera grandeza consiste en hacer que todos se sientan grandes.» En esa generosidad, en ese amor por el otro , en esa bondad incluso en la adversidad, es donde se mueven los personajes dickensianos y ojalá sea esa fuerza la que nos sepa transmitir su obra para transformar nuestro presente.¿ Imposible? Como diría Charles «el hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta»

Escribió «No está en mi naturaleza ocultar nada. No puedo cerrar mis labios cuando he abierto mi corazón»  Abrió su corazón a través de sus novelas, dejó partes de su vida en los personajes que habitaban y siguen habitando sus paginas cada vez que un nuevo lector las descubre y se emociona con Oliver Twist, con Scrooge o con David Copperfield. Ecos de un mundo ya desaparecido, de miserias que ya conocemos, pero las injusticias que denunciaba Dickens siguen existiendo en nuestros días y su obra sigue ayudándonos a abrir los ojos y no caer en la resignación ante la marginación, la pobreza o la explotación. Como en sus obras, estoy convencido que al final la bondad obtendrá la victoria sobre la injusticia, pero no será sin esfuerzo . La obra de Dickens es , en realidad, un canto a la esperanza (imagen procedente de http://www.webmaster-mexico.com)

EL MUNDO NECESITA OTRO CHARLES DICKENS: EL ESCRITOR DE LOS DESHEREDADOS(PRIMERA PARTE)

Hoy, siete de febrero de 2012, se cumple el doscientos aniversario del nacimiento de Charles John Huffam Dickens , sin duda uno de los novelistas más conocidos y, lo más importante, leídos, del siglo XIX  y el símbolo de toda una época, la era victoriana, el siglo en el que el Imperio Británico se había convertido en la primera potencia mundial y en el referente social y cultural de todo el mundo. La literatura como el cine , la pintura o la música siempre es hija de su tiempo, quien escribe, pinta , dirige o compone se halla influido por el entorno social en el que vive , pero no todas las obras artísticas sobreviven al paso del tiempo. Cuadros, composiciones, película o libros que en su tiempo tuvieron éxito y fueron apreciados, hoy no nos conmueven, no despiertan nuestro entusiasmo, no nos hacen vibrar, reír o llorar. ¿Cuantas libros no se han quedado arrinconados, acumulando en sus encuadernaciones el polvo del olvido? Sus palabras antaño vivas ahora yacen muertas, porque los personajes de una novela, la historia que contienen sus páginas sólo cobra vida cuando la mente de un lector las despierta de su sueño, cuando las palabras evocan en nuestro cerebro imágenes de otras personas, de otros mundos que sin existir nos parecen más reales aún que el mundo en el que vivimos.
Este privilegio de crear mundos , historias y personajes que sobreviven al paso del tiempo, de las modas y las generaciones sólo pertenece a unos pocos creadores a los que llamamos genios, y entre ellos se encuentra Charles Dickens. Muchos críticos literarios no estarían de acuerdo y dirían que Dickens era un escritor popular pero no genial, que sus obras se publicaban en los periódicos por entregas semanales o mensuales, como un folletín o una serie de televisión de nuestros días, pero que no se trata de gran literatura. Pero los protagonistas de las novelas  de Dickens, desde Oliver Twist a David Copperfield o el avaro señor Scrooge forman parte del patrimonio emocional de todos , siguen vivos , continúan despertando nuestras emociones y pocos escritores pueden presumir de ello.  Como dijera otro de los gigantes de la literatura del siglo XIX , el novelista ruso León Tolstoi, «Los personajes de Dickens son amigos de toda la Humanidad» y son unos amigos siempre dispuestos a acompañarnos  cada vez que abrimos las páginas de una de sus obras. Cuando se cumple el bicentenario de su nacimiento os invito a que me acompañéis en un breve recorrido por su vida y obra .

Fotografía de la casa natal de Charles Dickens, donde nacía un 7 de febrero de 1812, hace ahora doscientos años en Portsea, junto a Portsmouth, base naval de la Marina Real británica, la más poderosa de su tiempo y donde trabajaba su padre. Dos años después la familia se trasladaba a Londres y en 1817 de nuevo , siempre siguiendo los cambios de empleo de su padre, a Chatham,  para regresar de nuevo a Londres en 1822. Todos estos cambios hicieron que Dickens no fuera a la escuela hasta los nueve años , adquiriendo una formación autodidacta mediante la lectura voraz de libros . Sus críticos luego usarían esto en contra de Dickens, por no tener una educación clásica, sin embargo le sería de ayuda para dar forma al Universo literario que creó, con una mirada profunda y crítica de la sociedad victoriana (imagen procedente de http://es.paperblog.com )
Nuestro protagonista nacía el viernes siete de febrero del año 1812 en la localidad de Portsea, muy próxima al importante puerto de Portsmouth, donde su padre, John Dickens(1786-1851), trabajaba para la poderosa Marina Real británica, en aquella época inmersa en la disputa del dominio de los mares con Francia en el marco de las guerras napoleónicas. Parece ser que el padre de Charles Dickens era un hombre soñador, poco práctico y con facilidad para meterse en problemas. En cuanto a su madre, Elisabeth Barrow(1789-1863), provenía de una buena familia y suponemos que trataría, sin demasiado éxito, de corregir el comportamiento de su esposo. Durante los primeros años de vida del pequeño Charles, la familia no cesó de mudarse de una ciudad a otra, siguiendo como peregrinos la accidentada vida laboral del padre que parecía cambiar muy a menudo de empleo , lo que además de los cambios constantes de casa y de ambiente supuso que Charles no fuera a la escuela hasta los nueve años de edad , años que el pequeño aprovechó para desarrollar una voraz afición por la lectura, sobre todo de novelas de aventuras como «Robinson Crusoe», «Tom Jones» o «Don Quijote de la Mancha».
Entre los defectos del soñador padre de Dickens estaba el despilfarro, tenía tendencia a gastar bastante más de lo que ganaba y en la sociedad inglesa del siglo XIX pocos delitos había tan vergonzosos como el de no pagar las deudas. Fue denunciado por moroso cuando la familia vivía en Londres, en uno de los barrios más humildes de la ciudad, y por el impago de sus deudas terminó con sus huesos en la prisión de Marshalsea, una prisión abierta nada menos que en el siglo XIV y que seguiría en funcionamiento hasta su cierre en 1842. Allí iban a parar tanto políticos o intelectuales sediciosos como marineros y morosos, entre los que se encontraba el padre de Dickens ,que ingresó allí en 1824. Para los deudores era una última posibilidad, pues su ingreso en Marshalsea no era definitivo, si pagaban las deudas eran puestos inmediatamente en libertad , en caso contrario eran enviados a otros centros penitenciarios con condiciones mucho más duras. Dickens visitaría en diferentes ocasiones a su padre en prisión y contaba como ésta le parecía una pequeña ciudad en la que los internos disfrutaban de un régimen de vida muy bueno, en la que se invitaban unos a otros a tomar té e incluso algunos de ellos se retiraban allí voluntariamente para hallar un respiro de la persecución a la que eran sometidos por los acreedores.

Un dibujo de como era la prisión de Marshalsea en Londres,  donde estuvo recluido el padre de Charles Dickens . En aquella época, 1824, la familia Dickens vivía en el barrio londinense de Camden Town, uno de los más pobres de la ciudad y el propio Dickens diría sobre su infancia que se  veía a sí mismo como un «niño muy pequeño y no especialmente cuidado». La detención del padre por impago de sus deudas supondría un gran cambio en la vida del pequeño Dickens, entonces con doce años de edad, ya que tuvo que dejar la escuela en la que había empezado a estudiar tres años antes y ponerse a trabajar en una fábrica de betún, con una jornada de diez horas diarias y teniendo que atravesar todo Londres para ir a trabajar. Las imagenes y experiencias que entonces vio y vivió marcarían profundamente a Dickens y las incluiría luego en sus novelas, sobre todo en «David Copperfield» de la que él mismo reconocía que era su obra favorita y con la que más se sentía identificado. Era aquella una sociedad de profundas desigualdades entre la clase trabajadora y la clase alta a la que pertenecían los aristócratas y empresarios , unas diferencias que Dickens describiría en sus historias , rompiendo con la imagen idealizada de la era victoriana, aunque sus finales fueran generalmente felices y diferentes a lo que solía ser la realidad
Elisabeth, mientras, trataba de hallar la forma de reunir el dinero para saldar las deudas de su marido y sacarlo de allí, y una de las decisiones que tuvo que tomar fue sacar a Dickens, entonces con doce años de edad, de la escuela, para comenzar a trabajar en una fábrica de betún, la Warren’s boot-blacking factory,  . Pero para ir a trabajar el pequeño tenía que atravesar toda la ciudad dos veces al día . Salía de casa de madrugada y regresaba  de noche, después de una jornada laboral de diez horas y por un sueldo de seis chelines,un chelín era la vigésima parte de una libra esterlina,  atravesando las oscuras y peligrosas calles de Londres, donde abundaban la delincuencia y la prostitución y Dickens, un niño todavía, estaba agotado a las pocas semanas de comenzar su trabajo. Elisabeth se dio cuenta que era mejor buscarle un alojamiento cercano a la fábrica , para evitar que cayera enfermo, pero la falta de dinero no le permitió más que una pensión con habitaciones llenas de cucarachas y chinches. La experiencia de este tiempo en la pensión y de trabajo en la fábrica de betún no la olvidaría nunca Dickens y la reflejaría en sus obras, sobre todo en «David Copperfield», la más autobiográfica de todas sus novelas donde podemos leer, rememorando tal vez aquellos días de trabajo y soledad » Yo no recibía ningún consejo, ningún apoyo, ningún estimulante, ningún consuelo, ninguna asistencia de ningún tipo, de nadie que me pudiera recordar. ¡Cuánto deseaba ir al cielo» Dickens tuvo que sentirse bastante solo en aquellos días
Por fin su padre abandona Marshalsea  y lo primero que quiere  es que su hijo retome los estudios , a lo que, sin embargo , se oponía su madre, algo que tampoco olvidaría Dickens, que sentía más cariño por su padre que por su madre.  Finalmente John Dickens impuso su criterio y Charles sería inscrito en la Academia Clásica  y Comercial , también llamada Wellington House , en la que se enseñaba latín, historia, matemáticas y a tocar la gaita. La situación familiar mejoró cuando su padre comenzó a trabajar como cronista parlamentario y estenógrafo pero a pesar de ello Charles tiene que abandonar de nuevo sus estudios , ahora de forma definitiva, y empieza a trabajar en 1827 para  el bufete de abogados Ellis y Blackmore como chico de los recados. Al mismo tiempo aprende el oficio de su padre y escribe, a pesar de no tener más de quince años ,  crónicas sobre  los juicios que se celebraban en una sala de los tribunales de Londres, llamada «Doctor´s Common». Eran sus primeros pasos como escritor, aunque en esta época lo que Charles quería ser era actor  y para ello acudía a todas las representaciones de teatro que podía , se aprendía los textos de las obras  y luego ensayaba en casa, delante de los espejos. Según algunos biógrafos pidió una audiencia con el director del Covent Garden que no superó , según otros no se presentó por una gripe, lo que si es cierto es que no siguió la carrera de actor teatral y el mundo de la literatura ganó un gran escritor.

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En la fabrica de betún Warrens boot-Blacking Factory trabajaría Dickens en duras jornadas de diez horas pegando etiquetas en los botes de betún. El trabajo infantil no comenzaría a ser regulado hasta la entrada en vigor de la  Factory Act en 1833 por la que se limitaba la jornada laboral de los niños entre nueve y trece años a un máximo de ocho horas, algo que hoy nos puede parecer una barbaridad pero entonces significó un primer e importante paso adelante para ir limitando la explotación del trabajo infantil, aunque todavía a finales del siglo XIX se permitiría trabajar a los niños mayores de once  años (imagen procedente de http://wikis.lib.ncsu.edu )
Entra a trabajar en un periódico donde publicará, como hacía su padre, crónicas parlamentarias , que pronto adquieren notoriedad y pocos meses después es contratado por una prestigiosa cabecera, el «The Mirror». También por esta época conocerá a su primer gran amor, un amor que no será correspondido, por una joven llamada Mary Beadnell. que pertenecía a una familia de banqueros. No sabemos si el rechazo se produciría después de que el «Mirror» quebrase y Charles se quedara sin trabajo, aunque es muy probable que Mary o su familia consideraran a Charles un mal partido. Sin embargo, no tardaría en encontrar un nuevo empleo en otro periódico, el «Morning Chronicle», donde vuelve  a escribir a partir de 1834 sus crónicas parlamentarias . Mientras continúa escribiendo  en el periódico, decide enviar de manera anónima un breve relato a una prestigiosa revista literaria llamada «The Old Monthly Magazine» y para su asombro el relato fue publicado. Según diría Dickens años después , aunque no cobró nada por la publicación aquel se convirtió en uno de los días más felices de su vida. Seguiría enviando estos relatos bajo el seudónimo de Boz, hasta que en 1836 los reune y decide publicarlos bajo el título de «Bocetos por Boz». Empezaba su carrera como escritor
También para su sorpresa la obra es bien acogida por la crítica y, aún más importante, por el público . Este mismo año, 1836, será un año decisivo en la vida de Charles, porque después de publicar su primera obra se casará con Catherine Thompson Hogarth(1815-1879), que era nada menos que hija del redactor jefe de uno de los periódicos más influyentes de Londres, el «Evening Chronicle», para el que Dickens colaboraba y que le permitió conocer a su futura esposa . Un año después del matrimonio, en 1837, Charles Dickens abandona el periodismo para dedicarse en exclusiva a la escritura de sus novelas al tiempo que se traslada con su esposa a Bloomsbury, en pleno centro de Londres. También nacerá el primero de los diez hijos que tendría con Katherine y entrará en su hogar la hermana de Catherine, Mary, de sólo diecisiete años , y que no tardará en ganarse las simpatías y el afecto de Dickens por su personalidad activa y muy inclinada al conocimiento intelectual, en contraste con Catherine más tranquila y delicada. Estos primeros años de matrimonio serán muy felices en el hogar de Dickens y las cosas transcurren también evolucionan favorablemente en su incipiente carrera como escritor. Con el dinero ganado con «Bocetos por Boz» edita en 1837 su segunda obra «Papeles póstumos del Club Pickwick», donde ya utiliza el sistema de novela por entregas, que le hará famoso en toda Inglaterra.

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Retrato de juventud de Catherine Hogarth con la que Dickens tendría diez hijos, con la curiosidad de que a todos ellos les puso el nombre de un escritor. Sus hijos fueron Charles Culliford Boz Dickens (1837-1896), Mary Dickens (1838-1896), Kate Macready Dickens (1839-1929), Walter Landor Dickens (1841-1863), Francis Jeffrey Dickens (1844-1886), Alfred D’Orsay Tennyson Dickens (1845-1912), Sydney Smith Haldimand Dickens (1847-1872), Henry Fielding Dickens (1849-1933), Dora Annie Dickens (1850-1851) y Edward Bulwer Lytton Dickens (1852-1902).Por ejemplo Alfred era en honor de Alfred Tennyson, Walter por Walter Scott y Francis por Francis Bacon. A medida que fueron haciéndose mayores Dickens procuró que vivieran alejados de él para que el peso  de ser hijos de Charles Dickens no les impidiera evolucionar por si mismos. En cuanto a su relación con Catherine Hogarth sería muy feliz durante los primeros años , pero ya hacia 1840 se empezaban a ver los primeros roces dentro del matrimonio que años después causarían su separación
En aquella época las novelas eran algo muy parecido a los seriales de la televisión de nuestros días, aparecían por entregas publicadas semanal, quincenal o mensualmente en los periódicos y había que mantener al público interesado en ellas , de forma que cada entrega era casi una historia en si misma y terminaba  casi siempre en un momento culminante para que el lector esperase impaciente a la siguiente entrega. También influía en los personajes, que se dibujaban con características muy marcadas para evitar su olvido por los lectores,  malos muy malos y buenos muy buenos, además de dar una gran importancia al humor, todo ello dirigido a captar la máxima audiencia posible, como hacen hoy los guionistas, y Dickens consiguió esa conexión con el publico de su tiempo gracias a su talento y a un trabajo incansable. Mientras todavía se están publicando  las últimas entregas de «Papeles póstumos del Club Pickwick» comienzan a aparecer en 1837  los primeros capítulos de la que es, tal vez, su obra más conocida y la que más veces ha sido llevada a las pantallas del cine , «Oliver Twist». Este mismo año fallece la hermana de su esposa, la joven Mary Hogarth, una muerte que afectará vivamente al escritor , pues había llegado a apreciarla mucho.
Por esta época también le visita en su casa el crítico literario George Henry Lewes (1817-1878), que dejará constancia de su asombro por los pocos libros que Dickens tiene en su hogar. Apenas observa obras de Shakespeare, Cervantes , Daniel Defoe o Walter Scott y pocos autores más. Y es que la literatura y la creatividad de Dickens no se inspiraban en las obras de otros escritores sino en el mundo que le rodeaba. Dickens prefería viajar hasta los barrios industriales y más desfavorecidos para luego escribir denunciando las situaciones de pobreza y explotación que allí encontraba. Me detengo un momento en el relato de la vida de Dickens,  para  que recordemos como eran las condiciones de trabajo de niños que en ocasiones no superaban los cinco años de edad. En un artículo dedicado al Día del Trabajo recogía en el Mentidero este relato de un niño de siete años que en 1832 trabajaba en una fábrica textil ««Tenia yo siete años cuando empecé a hilar lana en una fábrica. La jornada de trabajo duraba desde las cinco de la mañana hasta las ocho de la noche, con un único descanso de treinta minutos a mediodía para comer. Teníamos que tomar la comida como pudiéramos, de pie o apoyados de cualquier manera. Así pues, a los siete años yo realizaba catorce horas y media de trabajo efectivo. En aquella fábrica había alrededor de cincuenta niños , más o menos de mi edad, que con mucha frecuencia caían enfermos. Cada día había al menos media docena de ellos que estaban indispuestos por culpa del excesivo trabajo»

Durante todo el siglo XIX fueron entrando en vigor diferentes Factory Act , leyes para regular el trabajo infantil. En 1842 entraría en vigor la Mines and Collieries Act  que prohibía el trabajo de las mujeres y también el de los niños con una edad inferior a los diez años en las minas , una ley que en gran parte se debía a la conmoción que había causado un accidente en 1838 en una mina en el pueblo de Silkstone que causó la muerte de 26 niños de entre ocho y dieciséis años de edad . Se envió, contra la voluntad de los propietarios de las minas, una comisión para investigar las condiciones en las que estaban trabajando aquellos niños, desvelando que incluso estaban trabajando en ellas niños de cinco años. Cuando la prensa se hizo eco de esta situación , la sociedad reaccionó y obligó al gobierno a tomar medidas, aunque hoy nos parezcan  inverosímiles, que limitaban el trabajo en la mina a niños a partir de diez años (imagen procedente de http://salessandrini.blogspot.com )
Por supuesto, tanto las mujeres como los niños recibían salarios hasta dos y tres veces por debajo del que recibían los hombres, por lo que buscando la máxima rentabilidad, se fomentaba la contratación de estos por salir más baratos. En Inglaterra, hasta 1833 en virtud de la «Factory Act» no se limita la jornada laboral de los niños de 9 a 13 años a ocho horas , mientras que los de 14 a 18 años podían trabajar hasta doce horas. En la siguiente ley promulgada en 1844 se establecía que las mujeres tampoco podían trabajar más de doce horas diarias , aunque se aumenta en una hora de trabajo la de los niños de 9 a 13 años . Todavía en el año 1891 se dictaría una nueva ley para evitar los abusos infantiles en el trabajo, en la que se elevaba la edad legal para trabajar a los once años. Estas situaciones de explotación serían denunciadas en la obra de Dickens que se convertiría en un cronista de los humillados. Uno de sus amigos, el poeta Leigh Hunt, diría sobre Dickens «Tiene la vida y el alma de cincuenta seres humanos», por su capacidad para dar forma y vida a diferentes personajes , con sus propias personalidades reflejo de la realidad que Dickens podía observar en las calles.
Por esta época el matrimonio de Dickens sufre una crisis cuando Catherine le reprocha a Charles que siga guardando luto por la muerte de su hermana, mientras que Charles parece comenzar a cansarse ante las depresiones que sufre Catherine después de cada parto que, por otro lado, se sucedían año tras año. En 1838 publica «Nicholas Nickleby» y dos años después la «Tienda de Antigüedades» en la que la muerte de la protagonista, una niña llamada Nell, conmoverá a los lectores y extenderá su fama hasta los Estados Unidos. Probablemente  la escena de su muerte se había inspirado en la de su cuñada, la joven Mary, fallecida tres años antes. Dickens es sin duda  uno de los escritores del momento y después de una reconciliación del matrimonio zarpan juntos en 1842 rumbo a Estados Unidos, donde parecían aclamarlos. Se cuenta que incluso en el puerto de Nueva York , cuando llegaban los barcos procedentes de Inglaterra, la gente impaciente preguntaba a los tripulantes y pasajeros de los barcos sobre la suerte que había corrido la pequeña Nell de «Tienda de Antigüedades». La gira es un éxito, aunque también se gana las críticas de parte de la sociedad , pues durante sus conferencias lanzó ataques contra la esclavitud . Durante este viaje conocería a escritores como Washington Irving (1783-1859) y a un joven, entonces desconocido, que le pidió ayuda para publicar sus relatos en Europa. Se llamaba Edgar Allan Poe(1809-1849).

Retrato de un joven Charles Dickens, que ya a los veintiséis años ha alcanzado la fama con «Los papeles póstumos del Club Pickwick» y un año después «Oliver Twist»  donde ya demostraba lo que una vez dijo «El corazón humano es un instrumento de muchas cuerdas; el perfecto conocedor de los hombres las sabe hacer vibrar todas, como un buen músico» Él sabía hacer vibrar a los lectores con sus historias, los emocionaba, les hacia identificarse con aquellos huérfanos, con los mendigos, con los marginados de la sociedad británica, mostrándoles el lado oscuro de la época victoriana aunque sus finales fueran por lo general felices  , quizás lo que hoy podríamos definir con lenguaje de nuestros días como políticamente correctos, pero Dickens también quería recompensar a sus lectores con esperanza en un futuro mejor (imagen procedente de http://cuentosdenelly.blogspot.com )
De regreso a Inglaterra decide llevarse a su familia a pasar  unos meses a Italia y para ello no vacila en cambiar de editores y firmar un nuevo  contrato con la editorial «Bradbury&Evans» que le reporta un adelanto de 3500 libras con las que pagará su estancia en la Villa Bagnerollo , en Génova . Realizó el itinerario que entonces era casi obligatorio entre la nobleza y los intelectuales británicos, lo que llamaban el Gran Tour . Pero él no se fijaba en las grandes obras de arte , ni en las antigüedades que tanto conmovían a aristócratas y poetas , a Dickens le interesaba la vida moderna . Deja instalada a su esposa y viaja solo por el Norte de Italia, regresa a Londres durante un breve periodo de tiempo, viaja a París, donde conoce a Victor Hugo(1802-1885) y Alejandro Dumas(1802-1870) entre otros, regresa al lado de Catherine a Italia y todo ello sin dejar de escribir en ningún momento. Publica en 1843 su celebre «Cuentos de Navidad» con el inolvidable personaje de Scrooge  y dos años después, en 1845 funda su propio periódico el «Daily News», en las que irá publicando todas sus novelas por entregas. Pero, ¿cómo era  este hombre que, con apenas 32 años se había convertido en la máxima figura literaria de su tiempo? Así lo describe el ensayista e historiador escocés Thomas Carlyle(1795-1881) «Inteligente, ojos celestes, boca grande, rostro móvil y expresivo,donde todo, cejas, boca, ojos , juega de modo particular cuando habla»
Tiempo después de crear el «Daily News» fundará en 1850 una nueva publicación, la revista «Household Words»  que podríamos traducir como «Palabras del hogar», que dirigirá durante veinte años. También crea en 1848 una  compañía de teatro sin fines lucrativos , donde los actores son aficionados y para los que escribe incluso pequeñas obras y llega a participar como actor, lo que había sido su gran sueño de juventud . Con la recaudación que obtenía esta compañía en sus representaciones Dickens pretendía crear un fondo de ayuda para escritores y artistas de toda clase que se quedaran sin ingresos así como para  socorrer a sus viudas e hijos. Aunque Dickens lucharía durante toda si vida por defender los derechos de los artistas la asociación no llegaría a formarse ya que , seguramente por orgullo, ningún autor quiso reconocer que necesitaba ser socorrido.Mientras , sigue el ritmo incesante de embarazos de Catherine, hasta alcanzar los diez vástagos. Como curiosidad os contaré que Dickens bautizaba a cada uno de sus hijos con el nombre de un gran escritor pero no eran un gran amante de los niños, aunque fueran en muchas de sus obras los auténticos protagonistas, desde la pequeña Nell de «Tienda de Antigüedades» al «David Copperfield».

DAVID COPPERFIELD

Una de las formas de disfrutar del universo de Dickens es ver las películas que hoy recrean su mundo. Os adjunto David Copperfield pero os recomiendo «Oliver Twist» dirigida por Roman Polanski en 2005 . Entre las dos partes dura dos horas y media, os lo digo por si alguno se anima a verlo para que podáis verla por partes, como leían la obra en el siglo XIX.

Pero en la vida real a Dickens le molestaban sobremanera los llantos de los niños y después de la muerte de Mary en 1837 no habían tenido ayuda en casa hasta que en 1842 le pidió a otra de las hermanas de Catherine, Georgina, que cuidara de las cosas de la casa y de la familia cada vez más numerosa de los Dickens. Con el tiempo Georgina se convertiría en un elemento indispensable en el hogar de los Dickens, sobre todo para Charles.  Una de las principales funciones de Georgina era llevarse a los niños muy lejos de lugar donde se encontrara el escritor cuando comenzaban a llorar, porque le alteraban los nervios y le impedía concentrarse en la escritura. Tal vez pueda parecer algo extraño en un hombre de la sensibilidad de Dickens, pero imaginad lo que debía ser escribir rodeado de niños llorando. Sin ser yo padre soy capaz de ponerme en su lugar y comprenderle. Dickens sigue trabajando a un ritmo infatigable , interviene en causas políticas defendiendo a los más pobres y a las prostitutas, y entre 1849 y 1850 publica «David Copperfield» que se convertiría en su mayor éxito , vendiendo en poco tiempo más de 100.000 ejemplares.
Sobre «David Copperfiel» Dickens escribirá en su prólogo  «de todos mis libros, éste es el que más me gusta. Como muchos padres, tengo un hijo preferido, un hijo que es mi debilidad; este hijo se llama David Copperfield». Pero este ritmo frenético de trabajo le iba a pasar factura en la salud del escritor. En el prólogo a una edición de Oliver Twist, el escritor español Andrés Trapiello(1953) recoge esta descripción de los hábitos de Dickens tomada de otro autor británico , Nathaniel Sharswell Dodge , contemporáneo de Dickens, «No tomaba nada hasta media hora antes de la comida. Ese era su tiempo de trabajo. Me dijo que la regla de su vida eran cuatro horas de trabajo en su escritorio y cuatro de paseo por el campo, a pie o a caballo, raras veces en coche. Tomaba coñac con agua de Seltz antes de almorzar; bebía, como beben todos en Inglaterra , vino de Jerez en la comida y Oporto en los postres y permanecía largo tiempo en la mesa; fumaba cigarros, pasaba una hora en casa después de cenar y luego, si no salía al teatro, se retiraba a su estudio, leía, fumaba y tomaba unas copas de coñac cono agua  hasta que se acostaba a media noche» Años después su esposa publicaría bajo seudónimo un libro titulado «¿Qué tendremos para comer?» donde recogía un menú habitual en casa de los Dickens «Sopa de zanahoria, rodaballo con salsa de camarones, empanada de langosta, riñones estofados, lomo de cordero asado, pavo cocido, jarrete de jamón, patatas majadas y tostadas, cebollas guisadas, macarrones y queso caliente»

Su frenético ritmo de trabajo y sus costumbres alimentarias no demasiado sanas aunque las habituales para un británico de su posición social le comenzaron a pasar factura a partir de 1850, sin embargo eso no impidió que siguiera escribiendo con el mismo éxito de siempre. En la década de los cincuenta publicaría algunas de sus mejores obras aunque no las más conocidas como «La casa desolada», «Tiempos dificiles» y «La Pequeña Dorrit» . Como él mismo decía «El hombre nunca sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta» y parecía que podía con todo el trabajo que se imponía (imagen procedente de http://libros.literaturalibre.com )

Con este estilo de vida y con esta dieta , además del trabajo incansable, no es de extrañar que la salud de Dickens se resintiera en estos años . También se resentía su matrimonio , donde Dickens se muestra cada vez más distanciado de su esposa. Lo que no se ve afectado es su ritmo de trabajo, en 1852 publica una de sus mejores obras «Casa desolada» ,en la que realiza una dura crítica contra el funcionamiento de la justicia en su tiempo y en la que además aparece uno de los primeros detectives en la historia de la literatura, el señor Bucket, inspirado en el Departamento de Detectives creado por la celebre Scotland Yard. En 1854 publicaba «Tiempos dificiles» donde por primeva vez en sus novelas traslada la acción a una ciudad ficticia , Coketown, en la que ofrece la descripción de la vida en una ciudad industrial desde los puntos de vista divergentes de la clase obrera , que considera que el trabajo es lo único que existe en su vida, y la clase alta empresarial, cuyo estilo de vida se basa en la explotación de los trabajadores. Y entre 1855 y  1857 publicará «La pequeña Dorrit», una novela que creo que no he encontrado  editada en España , donde Dickens ataca duramente al gobierno inglés y a la hipocresia de la sociedad victoriana. En esta época la vida de Dickens estaba a punto de dar un nuevo giro importante en lo personal, pero tanto sobre ello, como sobre la repercusión de la obra de Dickens y la forma en que su pensamiento nos puede ayudar en la sociedad actual hablaremos mañana, en la segunda parte de su vida.

EL BOLÍGRAFO DE GEL VERDE: UNA GRAN NOVELA Y UN GRAN ESCRITOR

Escribo de madrugada ,después de haberme pasado el día entero leyendo una magnífica novela que me ha emocionado como hacia tiempo que no lo conseguía ningún título. Soy un amante de la lectura, amo los libros, amo lo que nos hacen vivir y sentir, mi pequeña biblioteca es como el rincón privado donde me dejo llevar por los mundos inventados por grandes escritores que me han llevado a descubrir otros lugres, otras personas y situaciones, y , al mismo tiempo, me han ayudado a descubrirme a mi mismo. Pero aunque leas muchas novelas, solo unas pocas pueden llegar a rozarte el corazón, a conmoverte el espíritu, a hacerte reflexionar sobre tu propia vida y sobre el mundo que te rodea, pocas, en fin , las que logran dibujar una sonrisa en tu rostro o arrancarte una lágrima.
Pues hay una novela que lo ha conseguido, aun la siento dentro de mi cuando escribo estas palabras ,porque la he terminado apenas hace unos minutos. Los ecos de las voces de sus protagonistas siguen vivos en mi mente, me parece oír sus palabras, sentir su sufrimiento y vivir sus esperanzas. Lo tengo aquí, delante de mi, en su portada un hombre sentado, abatido, con su cabeza hundida entre sus rodillas, sensación de soledad, de pérdida, de desolación y en el fondo una ciudad que aparece difuminada, un lugar extraño, frío , desalmado. Sobre ellos el título de esta novela «El bolígrafo de gel verde» y su autor, su gran autor, Eloy Moreno.
No quiero escribir demasiado para  no desvelar su argumento, porque creo que esta es una novela que hay que leer con la mente abierta, dejarse penetrar por sus palabras hasta lo más hondo del alma, sentirla porque esta viva y te hace vivir . Es una historia de vidas cotidianas, de vidas ahogadas por la rutina, es una historia de silencios, de palabras que mueren en los labios, de sueños abandonados, de frases que se clavan como cuchillos, de miserias que todos reconoceremos y de ese miedo que en tantas ocasiones nos impide ser quienes queremos ser, quienes podemos ser. El presidente norteamericano Franklin Delano Roosevelt ya advertía que «a lo único que tenemos que tener miedo es al mismo miedo «, y así es ,  porque el miedo nos paraliza, nos ata el alma y el cuerpo y no nos deja luchar por lo que queremos.

La historia que nos narra Eloy es como un espejo que pusieran delante de nuestra realidad diaria, para que veamos lo ciegos que estamos , como permitimos que se nos escape la vida entre las manos, como olvidamos las cosas que son importantes de verdad perdidos en la vorágine de las prisas diarias. En un momento del libro, Eloy escribe «nos pasamos tanto tiempo persiguiendo cosas vacías»  y es así, sacrificamos la vida para lograr una seguridad irreal, porque la seguridad no existe, es un ilusión que nos creamos para justificar lo que estamos haciendo. Y de esta forma permitimos que el tiempo vaya transcurriendo y nuestras fuerzas menguando, que las ilusiones se olviden y los sueños mueran dentro de nosotros sin tratar de luchar por ellos.

Portada de «El bolígrafo de Gel Verde» que ya nos anuncia lo que vamos a encontrar. Una historia de silencios cobardes, de vidas ahogadas por la rutina, de existencias alienadas por un estilo de vida donde las prisas nos hacen olvidar que lo importante son las personas y no las cosas y que lo esencial no es comprar una casa sino formar un hogar

Y lo peor de todo es que , de esta forma, llegamos a matar los sentimientos más hermosos, deshacemos los lazos que nos unen a las personas que amamos y , si no reaccionamos a tiempo, puede sucederte que una niña te pregunte un día que hiciste con tu vida y tengas que responder «nada». La gran obra de Eloy es más que una novela, es un trozo de vida, de realidad, sus personajes podemos ser cualquiera de nosotros, y sus errores y pasiones las mismas que puedo sentir yo o tu que me estás leyendo ahora. Nos habla de cosas que todos percibimos , que todos sabemos reconocer en nuestra propia vida o en la vida de otras personas, y creo que es importante leerla no solo por lo bien escrita que está, por la verdad que transmite, sino porque además quitará a muchos el velo que les impide ver la realidad en la que estamos inmersos.

No somos autómatas, somos seres humanos, aunque esta sociedad parece empeñada en que lo olvidemos, pero Eloy nos sacude por los hombros ,nos zarandea el alma y nos hace despertar de este sueño que es pesadilla. Es una peregrinación por el espíritu de un hombre, una Divina Comedia en la que bajaremos a los infiernos y también tendremos atisbos de paraísos perdidos, una historia de soledad y de esperanza, de culpa y arrepentimiento. En definitiva, es una gran historia que cuando pasas la última página no te abandona, y que , al menos a mi, que , por fortunas de la vida, no he vivido nada parecido, si me servirá para no cometer el error de olvidarme de vivir, para no tener que aplicarme otra de las frases que extraigo de su obra, «cuando uno no sabe a donde se dirige, dificilmente sabe cuanto te queda» . Corremos y corremos pero ¿hacia donde vamos?

Desde aquí, desde la emoción que todavía siento, que ni siquiera me ha dejado dormir y me mantiene despierto escribiendo, os recomiendo que os aventuréis en sus páginas, que os dejéis atrapar, y, sobre todo, olvidaos mientras leéis sus páginas del reloj, del tiempo , de las prisas. Os sentiréis mucho mejor cuando la terminéis, os lo aseguro.

Pero además de su novela, también tengo que hablar de su autor, de Eloy Moreno. Lo primero que puedo decir es que ha nacido un gran escritor. No soy un crítico literario, ni tengo formación ni conocimientos para juzgar la calidad técnica y literaria, pero si sé cuando algo me conmueve y se queda grabado en mi memoria, y la obra de Eloy es de las que no se olvidan, y eso sólo lo consigue un gran escritor . Pero además de un gran escritor es un hombre valiente, que ha sabido luchar por sus sueños. Decía el escritor alemán Goethe «Sea lo que sea que puedas o sueñes que puedas, comiénzalo. Atrevimiento posee genio, poder y magia. Comiénzalo ahora» y Eloy ha tenido ese atrevimiento de luchar por su sueño ,el talento para poder darle forma y la magia de crear una historia tan hermosa y tan viva.

Eloy no tiene una gran campaña de marketing detrás, tiene su fe en sus sueños y en capacidad para alcanzarlos y de verdad que lo ha logrado. Yo le he conocido gracias a este blog,el Mentidero,  que sólo por eso ya me merece la pena haberlo iniciado. Un día me encontré un correo electrónico saludándome porque había visto que me interesaba la literatura ¿qué escritor hace eso?¿quién te abre sus puertas para que además de lector puedas llegar a conocer a la persona? Lo mejor que puedo decir de Eloy, y ya he dicho antes que para mi es ya un gran escritor que dará mucho que hablar, es que es una persona a la cual, sin conocerla, me gustaría darle un abrazo, darle las gracias por las emociones que me ha hecho vivir con esta novela, y tomar una cerveza con él sin mirar el reloj para hablar de la vida.

Eloy Moreno, el autor de esta novela que me ha tenido toda la madrugada escribiendo porque tenía que transmitir las emociones que ha despertado su escritura. Ha tenido el valor de luchar por sus sueños y convertirlos en realidad  y ha demostrado además conocer muy bien la realidad que vivimos y el sufrimiento callado de muchas personas 

En el reverso de la novela de Eloy «El bolígrafo de gel verde» , se puede leer que «esta novela no ha sido galardonada con ningún premio literario; ni siquiera con uno desconocido». Quizás estas palabras sean las únicas que no son ciertas de toda la novela, porque si tiene un premio, y el mejor de todos, el agradecimiento de todos los lectores de esta novela por la maravillosa historia que nos has regalado y por el bien que pienso que puede hacer a mucha gente su lectura. Estoy seguro que habrá personas que cambien de alguna forma después de viajar por el mundo creado por Eloy.

Por mi parte sólo quiero añadir las palabras de dos grandes escritores que expresan  dos ideas muy importantes de esta novela. Por un lado, la escritora norteamericana Harriet Beecher Stowe nos dijo  «Las lágrimas más amargas que se derramarán sobre nuestra tumba serán las de las palabras no dichas y las de las obras inacabadas» y el gran escritor ingles Charles Dickens añadió «Nunca es tarde para el arrepentimiento y la reparación».

Así es, no permitamos que el miedo nos separe de las personas que amamos, que ahogue un te quiero en nuestros labios y, si hemos cometido errores, no perdamos la esperanza, mientras tengamos aliento en nuestros pulmones y el corazón tenga fuerzas para latir hay tiempo para el arrepentimiento y la reparación, pero , para hallar ese tiempo, seguid el consejo de Eloy «mirad vuestra muñeca izquierda, ahí esta todo»

LA NUEVA OBRA DEL MAESTRO EASTWOOD: MÁS ALLÁ DE LA VIDA

Acabo de ver la última película dirigida por el gran maestro del cine actual, el actor y director Clint Eastwood(1930). No siempre ha tenido esta consideración, porque durante mucho tiempo la crítica especializada, siempre tan elitistas y de espaldas al publico, le consideró como un actor de segunda fila por aquellos spaghetti westerns rodados en el desierto de Almería como «Por un puñado de dólares» o «El bueno, el feo y el malo«, tan despreciadas como la crítica como bien recibidas por el público, y ya en la década de los años setenta su serie de películas sobre el violento policía Harry el Sucio.
Todo cambio a raíz de su película «Bird» sobre la vida del saxofonista de música jazz Charlie Parker al que apodaban «Bird». A esta obra ,donde Eastwood mostró una gran sensibilidad de la que le creían incapaces sus críticos, le sucedieron una serie de grandes películas que han situado a Eastwood entre los clásicos del cine mundial, como el magnífico western crepuscular «Sin perdón», una historia oscura de muerte y venganza y rodada en 1992, con la que ganó el oscar al mejor director y a la  mejor película , la romántica «Los puentes de Madison», la dramática historia de boxeo de «Million dollar baby», las dos películas sobre la II Guerra Mundial «Cartas desde Iwo Jima» y «Bandera de nuestros padres», la historia sobre el despertar de una nación y la recuperación de su orgullo a través del rugby en «Invictus» con un soberbio Morgan Freeman como Nelson Mandela, y ahora «Más allá de la vida».

Podría decir que esta historia es atípica en la filmografía de Clint Eastwood, y con ella demuestra su gran versatilidad, pero aún me sorprende que eligiera este tema , la capacidad de un hombre para conectar con los espíritus de los muertos y transmitir a las personas que se lo piden lo que estos le comunican. El protagonista , George Logan, interpretado con su sobriedad y solvencia habitual por Matt Damon, es un médium que durante años ha tratado de ocultar su don , al que más que un don lo considera una maldición que le impide llevar una vida normal. Se siente diferente, un bicho raro al que los demás le miran como un ser extraño, aunque su hermano trata de hacerle ver que no es así, que debe usar su don para ayudar a los demás.

TRAILER DE «MAS ALLÁ DE LA VIDA»

En la película se relacionan tres historias diferentes. Por un lado la peripecia vital de George Logan, sus intentos de llevar una vida que el considera normal, sin utilizar su poder, ocultándolo a los demás aunque con escaso éxito. Por otro lado tenemos la vida de dos hermanos gemelos , magníficos los niños Frankie y George Mclaren , Marcus y Jason, , que viven con una madre heroínomana a la que quieren mucho y tratan de ayudarla a no perder la custodia ante las continuas visitas de los servicios sociales. Y finalmente nos encontramos con la historia que abre la película, la de una periodista francesa, Marie Lelay, interpretada por una deliciosa Cécile de France, que se halla de vacaciones en una de esas maravillosas playas de Indonesia junto a su novio.

La escena inicial del filme te roba el aliento, te traslada al tsunami que arrasó Indonesia en 2004 con cientos de miles de muertos. Marie Lelay deja a su novio en el hotel y baja a la calle para hacer unas compras en el mercadillo. La vida se desarrolla con su ritmo habitual, la gente va de un lado a otro, hace sus compras, charla pero de pronto el mar ruge, las aguas se retiran e instantes después una ola gigantesca se aproxima por el horizonte y transforma lo que era un día tranquilo de playa y sol , en un horror donde el agua arrastra todo lo que halla a su paso, convirtiendo las calles en rápidos de torbellinos y olas donde miles de personas son engullidas, entre ellas Marie. Es magistral esta obertura de la película, te atrapa en su dramatismo, te hace sentir la angustia por la que debieron pasar las víctimas de esta catástrofe, te hace ver la muerte de cerca igual que su protagonista.

Pero no esperéis ver una película de catástrofes, porque lo que le interesa a Eastwood es el retrato de sus personajes, que asistamos a su dolor, a sus traumas nacidos de las experiencias que han pasado. Marie no volverá a ser la misma después de haber sentido la muerte, como le ha sucedido a tantas personas que atravesaron ese trance, los hermanos gemelos sufrirán otra experiencia dramática que marcará indeleblemente a uno de ellos, y George Logan tendrá que luchar para asumir lo que es y lo que quiere ser. Y en el fondo de la película siempre está latente ese otro mundo más allá del nuestro, ese mundo con el que George Logan nos pone en contacto.

El cuadro de Robert William Buss, «El sueño de Dickens», la pintura favorita de George Logan, el médium protagonista de la película de Clint Eastwood. En él aparecen los personajes de sus novelas o las visiones de otro mundo tan real como éste pero invisible a nuestros sentidos

El propio Logan es un incondicional de la obra de Dickens, al que admira más que a Shakespeare, y se identifica en particular con un cuadro titulado » El sueño de  Dickens» del pintor Robert William Buss. En la película apenas sale pero lo he buscado y en esta obra de 1875 aparece Charles Dickens sentado , rodeado de escenas de sus libros, como si fueran las visiones que Logan tiene de ese otro mundo al que tiene acceso. Aunque la película trata de la vida más allá de la que conocemos, creo que lo más hermoso de ella se encuentra en las relaciones que se tejen entre los personajes, en la profunda sensibilidad de los hermanos gemelos, en la evolución de los dos protagonistas adultos y los hilos del destino que terminarán haciendo cruzar sus caminos, como esas almas gemelas que están destinadas a encontrarse a pesar de todos los obstáculos que se encuentren en el camino.

El lado más sobrenatural de la película guarda una estrecha relación con un fenómeno conocido como Experiencias Cercanas a la Muerte(ECM), que fue conocido en particular gracias a la obra del doctor norteamericano  Raymond Moody(1944), titulada «Vida más allá de la vida». En ella, el doctor Moody realizó un estudio sobre 150 personas que se habían hallado en estado de muerte clínica y concluyó que en todos los casos relataban una serie de experiencias comunes que resumió en estos puntos:

1.- Sonidos como un zumbido
2.- Una  placentera sensación de paz, donde no existe el dolor
3.- Sienten que su alma sale del cuerpo , lo que se llama experiencia extracorporea
4.- Sensación de viajar por un túnel al final del cual se vislumbra una luz
5.- El sentimiento de que se está ascendiendo a un lugar de paz y belleza, el cielo
6.- Sentir la presencia de un ser espiritual al que identifican con Dios
7.-Ver una rápida revisión de la vida , como si fueran diapositivas o fotogramas del pasado
8.- La presencia de familiares ya fallecidos
9.-Sentir rechazo ante la idea de tener que retornar al cuerpo mortal

Los que han querido explicar estas experiencias comunes a todos los que han vivido un estado cercano a la muerte , consideran que podría ser  una reacción del cerebro que se defiende así ante la amenaza de la muerte  inventando imágenes y sensaciones agradables. Desde un punto de vista fisiológico se ha propuesto la hipótesis de la anoxia como causante de estas sensaciones. En la anoxia el cerebro se queda sin oxígeno lo que provoca que la sangre se baje a los pies, la visión se reduzca haciendo un efecto de túnel y , al final, causa la perdida del conocimiento. De hecho, esta anoxia o hipoxia la padecen los pilotos de caza en determinadas maniobras y , curiosamente, sienten una gran euforia y sensaciónn de paz mientras la padecen .

El doctor Raymond Moody con algunas de sus obras, entre los que sobresale «Vida después de la vida» donde por primera vez se realiza un estudio detallado de las personas que han tenido Experiencias Cercanas a la Muerte, abriendo un debate que sigue en nuestros días sobre el significado de estas experiencias. ¿Inventadas por nuestro cerebro para enfrentarse al trauma de la muerte o la prueba de una existencia más allá de esta vida?

Sin embargo, ni la hipótesis de la defensa del cerebro ante la amenaza de la muerte, ni  la teoría del a anoxia o hipoxia cerebral, explican todos los puntos que he enumerado antes. Quizás si la visión de túnel como ya he explicado, y también la sensación de paz e iluminación, pero no la experiencia extracorporea, ni la visión de amigos y familiares o la revisión de la vida en rápidos fotogramas. Vivimos en una sociedad que rehusa hablar de la muerte, que oculta a los ancianos y los aparta de su vista porque les ofende su vejez que anuncia la caducidad del ser humano, destinado a envejecer y morir. Creo que es una forma triste de ver la vida, porque si temes la muerte no podrás disfrutar de la vida y , personalmente, para mi el sentido de la vida se lo da precisamente la muerte.

Escribía Maximilien de Robespierre, el revolucionario francés, que » la muerte es el comienzo de la inmortalidad» y aunque lo decía en otro sentido, como el paso a la inmortalidad de la historia, yo lo entiendo como la transición a otro nivel de existencia. Con independencia de las creencias religiosas de cada uno, no concibo la vida del ser humano como una llama que se extingue para no volver a lucir nunca más, una vida así no tendría sentido. Ser consciente de nuestra muerte para que luego no hubiera nada sería de una crueldad demasiado terrible. Nadie sabe lo que hay después, aunque estas Experiencias Cercanas a la Muerte nos acercan a una respuesta que, sin embargo, sólo podremos confirmar en el momento en que cerremos los ojos  aquí.

Mientras, podemos hacernos estas preguntas decisivas viendo esta nueva gran película de Clint Eastwood, que por encima de la muerte , es una historia de amor entre personas heridas por el dolor, retratadas en toda su fragilidad . Una vez más el director norteamericano sabe ponernos un nudo en la garganta y hacernos vibrar con sus personajes. Al fin y al cabo, el cine y la vida son muy parecidos, sentir, amar, sufrir , reír , llorar y un final que sólo nosotros podemos escribir. Quizás no sea la mejor película de Clint Eastwood pero consigue emocionar , y eso ya es motivo suficiente para acercaros al cine a verla.

SI LOS CUENTOS DE NAVIDAD SE HICIERAN REALES

Uno de esos cuentos que nunca me canso de leer aunque casi pueda recitar su historia de memoria y haya visto las muchas películas que sobre él se han filmado, es el maravilloso «Un cuento de Navidad» de Charles Dickens.¿Quién no recuerda al viejo señor Scrooge? Ese anciano avaro , antipático ,que odia la Navidad y parece no guardar ningún rincón en su corazón para amar a los demás hasta que recibe la visita de los tres fantasmas de las Navidades pasadas, presente y  futuras que le enseñan las cosas hermosas que hubo en su pasado y que ya había olvidado, el presente donde su actitud hacia los demás tiene consecuencias en sus vidas y ,por fin, las navidades futuras , en la que su propia muerte le muestra lo solo que estuvo en su vida , no por las circunstancias de la existencia, sino por su forma de ser.
La vida le ofrece a Scrooge una segunda oportunidad de rectificar todas las cosas que hizo mal, de recuperar todo el amor que no dio, de tantos días de soledad y frío encerrado en su propio mundo sin afectos, y Scrooge la aprovecha desde la misma mañana de Navidad, sube el sueldo a su empleado al que antes explotaba y que vivía casi en la miseria, acude a la comida de Navidad de su sobrino que, a pesar de que siempre le había rechazado, mantuvo su mano extendida hacia él confiando en que algún día cambiaría, y de pronto deja de ser el viejo señor Scrooge para convertirse en un nuevo hombre lleno de ilusión,de ganas de vivir y ayudar a los demás.
Scrooge aprovechó la nueva oportunidad que le ofreció la vida.Dickens nos enseña que nunca es tarde para encontrar el camino del amor y la amistad, el de la bondad que nos conduce al corazón de los demás
La obra de Dickens es una metáfora muy hermosa sobre las segundas oportunidades que nos ofrece la vida y sobre la capacidad que tiene el ser humano de cambiar su destino cuando de verdad lo desea. Nos enseña que nunca es tarde para rectificar los errores y aunque pensemos que ya no hay esperanza para nosotros no es verdad, mientras conservamos el aliento y las fuerzas para abrir los ojos a un nuevo amanecer la vida nos abrirá nuevas puertas por las que seguir caminos diferentes.    
En estos últimos años mucha gente lo está pasando mal en nuestra sociedad, muchas familias tienen serios problemas incluso para poder alimentar a sus hijos al llegar el fin de mes, pierden sus hogares por no poder pagar las malditas hipotecas que más parecen un demonio que hubiese comprado el alma de los hipotecados, el trabajo se convierte casi en una utopía y cuando se encuentra más que una relación laboral justa encuentran una nueva forma de esclavitud donde el salario es casi un insulto a la dignidad. Vivimos en una sociedad muy injusta aunque no es comparable a lo que sufren tantos millones de seres humanos que han tenido la desgracia de nacer en lugares donde al nacer parece no haber ya ninguna esperanza.
Si, el mundo en el que vivimos está lleno de señores Scrooge que no aman a los demás , que retiran la mano a quién clama su auxilio, que no vacilan en aplastar al débil para enriquecerse un poco más. Pero aunque así ha sido siempre y parece que forma parte indivisible de la naturaleza del hombre, yo creo en los cuentos de Navidad, creo en la capacidad del ser humano para cambiar su propia vida y la de los demás, de la fuerza imparable de la bondad, del amor y la generosidad, de la fe en ese mismo ser humano capaz de las mayores atrocidades pero también de los actos más hermosos. 
Escribe el poeta Henry David Thoreau que «las cosas no cambian somos nosotros los que cambiamos«, es nuestra forma de enfrentarnos a la vida , con resignación o con esperanza, con desanimo o con entusiasmos, con amargura o con ilusión, y os puedo asegurar, por experiencia propia, que cuando afrontas la vida con espíritu negativo y amargado la vida te paga con la misma moneda, pero cuando , como Scrooge, abres los ojos a otra realidad ,no menos dura y cruel, pero donde hay sitio para el amor, para la luz de la amistad, para compartir alegría con los demás, entonces la vida también responde poniendo en tu camino a peregrinos con los que compartir ese hermoso camino que es la vida.
Henry David Thoureau nos animaba a construir castillos en el aire para luego establecer los cimientos sobre los que levantarlos.Nada se puede hacer sin fe ni esperanza
«Un cuento de Navidad» es sólo un cuento o , mejor dicho, nada menos que un cuento, porque en los cuentos, como en toda creación humana, hay una parte de nosotros mismos ya que nace del alma del hombre que lo escribió. Lo normal en nuestro mundo pragmático, relativista y escéptico es despachar estas historias con una sonrisa desdeñosa porque estas historias no pertenecen al mundo real sino al de la imaginación, porque para ellos el mundo no es más que un reflejo de la naturaleza del hombre, una naturaleza  que identifican con el capitalismo, el tanto tienes tanto vales y el que nada tiene no vale nada.
Pero yo no soy relativista, yo no creo que en la vida no existan blancos y negros sino que todo sea gris, no creo que no exista el mal y el bien. Creo que aunque nos quieran hacer ver lo contrario, hay cosas que merecen la pena defender con todas nuestras fuerzas, que existe la amistad pura y sincera que nos compromete con nuestros amigos hasta el último instante de nuestras vidas, que es posible encontrar ese amor para toda la vida que ilumina cada día con la luz pura de la felicidad, que existe en el corazón del hombre la generosidad inagotable hacia los demás, que siempre habrá millones de hombres y mujeres que luchen contra las injusticias, contra la marginación, la pobreza, las enfermedades y siempre extiendan sus manos y corazones abiertas a quién lo necesite.
Hoy es el día de Navidad y aunque hoy, mañana y pasado mañana y el año que viene seguirá habiendo dolor, sufrimiento, injusticias, pobreza, aunque los jinetes del Apocalipsis seguirán cabalgando por los campos de la Tierra , cada uno de nosotros tiene el poder de convertir los cuentos de Navidad en realidad y ,para ello, no hace falta grandes gestos heroicos, basta con mirar a nuestro alrededor y acompañar a quién se siente solo, compartir con los demás una sonrisa, de no cerrar nunca la puerta a quién nos llama para pedir ayuda, de dejar que el amor salga de nuestro interior para que ilumine la vida de los demás.
Ya se lo que se piensa de estas palabras en nuestro mundo, que todo esto no son más que palabras vacías, los buenos sentimientos que no conducen a nada porque luego nadie se comporta así. Esa es la gran mentira, porque yo conozco a personas que son realmente tan buenas que te hacen sentir vergüenza de no ser como ellas y que, sin embargo, cuando estás junto a ellas sientes como con su propia bondad, su capacidad de entregarte amor  parecen iluminar todo lo que se halla a su alrededor con una nueva luz que transforma lo feo en hermoso.
La Navidad nos recuerda lo mejor del ser humano,no la olvidemos mañana, conservemos este espíritu para cambiar en lo que podamos nuestro mundo. Ningún esfuerzo es vano,todo es importante
Por eso, hoy, en el día de Navidad, en un mundo frío y sombrío, hoy quiero gritar que los cuentos de Navidad pueden ser reales, que hay otra forma de vivir, que todos podemos cambiar nuestro destino y el de los demás, que no es tarde para amar, para hacer nuevos amigos y querer aún más a los antiguos, para descubrir que , cuando miremos por la ventana, un nuevo sol joven y lleno de vida sale hoy para enseñarnos que la vida está llena de oportunidades para hacer el bien y corregir nuestros errores, que nunca es demasiado tarde y hoy mismo puede ser el comienzo del viaje más hermoso.
Mañana volveré a escribir sobre los temas que suelen ocuparme en el Mentidero, y desde este rincón trataré de aportar lo que pueda para ayudar a cambiar la realidad, y seguiré luchando por reparar las cosas malas que he hecho en mi vida y trataré de amar más a mis amigos y aportar alegría y ganas de vivir para seguir adelante con entusiasmos , con la esperanza de que un futuro mejor , de que un mundo mejor es posible si creemos de verdad en ello
Desde este rincón, en el inmenso mar de Internet, quiero gritar desde lo más hondo de mi alma, FELIZ NAVIDAD a toda la gente que amo, a las personas que hoy se sienten solas, a aquellos que ni siquiera saben que hoy es Navidad y sufren en silencio, a tantas y tantas personas que sufren y padecen por todo el mundo. Creamos en el mañana, conservemos la fe en el corazón del hombre y en su bondad, es el único camino. Parafraseando a Mahatma Gandhi, no hay un camino hacia el amor, el amor es el camino