Muamar al-Gadafi en compañía de uno de sus grandes apoyos en Europa, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi ,quién en 2009 firmó un acuerdo por el que Italia pagaría al dictador libio 5000 millones de euros a cambio de que controlase la llegada de inmigrantes a las costas italianas. Junto a ellos , en la foto, se puede ver a dos integrantes de la Guardia de Amazonas integrada por 200 mujeres vírgenes y expertas en artes marciales que le acompañan en todos sus viajes |
En este régimen el propio Gadafi no ocuparía ningún cargo oficial , sino un título honorífico , el de «Guía de la Gran Revolución» o «Hermano Líder de la Revolución», pero en realidad era él quien tomaba todas las decisiones. Durante los años 80 se acusó a Gadafi de estar detrás de dos atentados que le convirtieron en uno de los enemigos principales de Occidente y ,en especial, de Estados Unidos, el atentado del 21 de diciembre de 1988 en el que una bomba hizo que estallase en pleno vuelo un avión de la compañía norteamericana Pan Am, causando la muerte de todos los que iban a bordo, 259 personas, y otro el 19 de septiembre de 1989 , también mediante una bomba en un vuelo que causó la muerte de 170 personas. Tres años antes, el presidente norteamericano Ronald Reagan había ordenado bombardear la capital, Trípoli, y la segunda ciudad en importancia, Bengasi, como castigo por el apoyo libio a actividades terroristas contra intereses norteamericanos.
Imagen con uno de los heridos por la represión de los disturbios en Bahrein, donde los motivos de la revuelta son diferentes a los de Túnez o Egipto. Aquí no han sido la carestía de alimentos o la pobreza los que han movilizado al pueglo sino el descontento de la mayoría de población chiíta, que son el 70% de la población, por no poder participar en el gobierno controlado por una minoria sunita encabezada por la dinastía de al-Khalifa. |
Arabia Saudí es el aliado más importante de Estados Unidos y del mundo Occidental en la zona clave del Golfo Pérsico. Esta nación posee el 30% de las reservas de petróleo a nivel mundial y tiene un peso fundamental en la OPEP que controla los precios del petróleo. Su caída pondría en riesgo la estabilidad y la paz a nivel mundial. Sin embargo, se trata de una monarquía absoluta sin libertad política. El dilema de Occidente, apoyar la libertad o callar para mantener la estabilidad. En la foto Barack Obama con el rey saudi Abdalá bin Abdelaziz |
El papel de Arabía Saudi es fundamental no sólo por sus inmensas reservas de petróleo, que podrían provocar un caos económico en caso de caer en manos de un régimen fundamentalista, sino porque también garantiza la seguridad en el Mar Rojo y el Golfo Pérsico , sirve de dique de contención contra los extremismos islámicos y tiene un peso fundamental en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), básica para regular el nivel de precios y producción de petróleo. Por supuesto, en Arabia Saudí no hay partidos políticos ,ya que la familia Saud gobierna bajo el sistema de monarquía absoluta, como en una nación medieval
De Marruecos y Argelía ya hablé en anteriores artículos, de momento el monarca marroquí ,Mohamed VI ,se mantiene firme en el poder aunque ya se han producido las primeras manifestaciones que, si bien no exigen la abdicación del monarca y van dirigida más contra la corrupción del gobierno, si empiezan a hablar de una monarquía constitucional como la que existe en España. Este mismo modelo es del que hablan también en Bahrein o en Túnez, pues ya han visto en que acaban las Repúblicas que había en Egipto o en la propia Túnez. Siria y Jordania de momento mantienen el control de sus pueblos, pero ya ha habido movimientos de protesta, en Irán , al que ya dedique un artículo monográfico la semana pasada, la represión policial establecida por el régimen de los ayatolas parece mantener la situación dominada, y las repercusiones sobre Irak o Pakistán están por verse en los próximos días o meses.
En octubre pasado se encontraron, de izquierda a derecha, el presidente tunecino Ben Alí, el presiden de Yemenn Al-Saleh, el de Libia Muamar al-Gadafi y el de Egipto Hosni Mubarak. Ben Alí y Mubarak ya han caído barridos por el tsunami de las revoluciones populares, Al Saleh y Gadafi parecen ser los próximos. ¿Y luego?Marruecos, Argelia, y las que son mucho más peligrosas para la estabilidad mundial, Arabia Saudi e Irán. |
Aunque las declaraciones de Estados Unidos y Europa son de apoyo a los movimientos revolucionarios , este apoyo no se ha hecho explícito hasta que era evidente que Ben Alí , Mubarak , Gadafi o la familia al-Kalifah son cadáveres políticos. Los medios de comunicación hablan del triunfo de los pueblos, de la revolución pacífica , de la victoria de la democracia, del cambio de la política a través de las redes sociales, del nacimiento de un mundo nuevo. Pero de todas estas afirmaciones la única segura es de que estamos ante el nacimiento de un mundo nuevo, un hecho histórico como la caída del Muro de Berlín en 1989 y la desintegración del Telón de Acero y la Unión Soviética. Si eso significará el triunfo de la libertad, si estas naciones conseguirán establecer monarquías constituciones o democracias estables, eso sólo nos lo podrá decir el tiempo, más lo que si es cierto es que las cancillerías de Occidente no querían esto porque los riesgos son demasiado grandes.
Ninguna de estas naciones tiene tradición democrática, sus desequilibrios sociales son enormes, la formación cultural de muchos de ellos poco tiene que ver con la americana o la europea y por lo tanto su población es más manipulable , el peso de la religión es muy grande y los grupos fundamentalistas están asentados en todos ellos esperando su oportunidad. Es muy dificil que los nuevos gobiernos surgidos de estas revoluciones puedan satisfacer las expectativas de sus pueblos, en el caso de que realmente lleguen a producirse elecciones libres. Los obstáculos son muchos y la cultura política es mínima , y cuando las soluciones se retrasen volverán las tensiones, pero ahora instigadas por grupos islámicos como los Hermanos Musulmanes, inspirados por el régimen iraní.
Por eso, en el artículo que dediqué a Irán la ponía como la pieza clave de todo este complejo. Si Irán no cambia, seguirá maniobrando para que el fundamentalismo desestabilice a los nuevos regímenes y aprovecharán el descontento de la población para ocupar el poder. Entonces se produciría el cuadro que ningún europeo o americano quiere ver, la principal región petrolífera del mundo en manos del islamismo, Israel rodeada por naciones que amenazan su propia existencia , millones de personas que tratarían de escapar hacia Europa huyendo de las nuevas dictaduras.
No quiere decir que esto vaya a suceder, ojalá sean capaces de crear un régimen democrático en todas estas naciones porque eso si que abriría un nuevo período de estabilidad a nivel mundial y daría la libertad a cientos de millones de personas. Pero los obstáculos son muchos, las dificultades máximas y en política no suelen producirse milagros, sobre todo cuando dentro de estas naciones hay muchos intereses para que estos movimientos populares que han derribado a los dictadores que gobernaban estas naciones sean controlados por los que desean ponerles un nuevo yugo, el del fundamentalismo. La alegría que todos los medios expresan ahora es más fruto de la ignorancia de la realidad social de estas naciones y la falta de reflexión, porque la inestabilidad que se abre ahora está llena de amenazas. La primera consecuencia será la escalada de los precios del petróleo que amenaza la frágil recuperación económica de la Unión Europea , Rusia y Estados Unidos.
Gran parte de la responsabilidad de lo que está sucediendo recae sobre nosotros, sobre el mundo occidental, que no supo forzar a los gobiernos que ellos mismos estaban apoyando y manteniendo, para que fueran introduciendo reformas paulatinas para mejorar la calidad de vida de su población y hacer un cambio controlado hasta construir unos cimientos sólidos sobre los que edificar una democracia fuerte. Se dejo que durante décadas se fuese pudriendo la situación hasta que la infección gangrenó todo el sistema y ha causado su descomposición.
Pero no quiero terminar este artículo dando la impresión de que es un desastre el movimiento revolucionario, yo también quiero pensar que la lucha por la libertad de estos pueblos tendrá un buen final y, para ello, busco el apoyo de las palabras de Benjamín Franklin , quién dijo » Aquellos que cederían la libertad esencial para adquirir una pequeña seguridad temporal, no merecen ni libertad ni seguridad.» Así que tendremos que aceptar el riesgo que supone y esperar que el sacrificio de una relativa seguridad merezca la pena, porque millones de personas van a recuperar la libertad .
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