MEMENTO MORI, PERO NO OLVIDES VIVIR

Memento mori! era una frase en latín que significa «Recuerda que vas a morir» y ,según la tradición, un esclavo se ocupaba de recordárselo a los generales romanos victoriosos en la batalla, para evitar que sus triunfos les envanecieran demasiado, recordándoles de esta forma que todo en la  existencia del hombre es fugaz, que nada de lo que hace está destinado a perdurar excepto en el recuerdo, y aún éste termina desvaneciéndose en el tiempo. Mis lectores me perdonarán si hoy dedico mi artículo no a un tema de historia, ni tampoco a algún conflicto social de los muchos que afectan al mundo, sino a algo más personal, a la importancia de vivir cada minuto, cada instante de la existencia y hacer que cada momento cuente, tenga un sentido y no convirtamos los días en una mera sucesión de horas sin vivir, que no dejan huella en nuestra memoria. Por eso he titulado este artículo «Memento mori, pero no olvides vivir» . Si , la muerte está siempre presente y quizás sea ella la que da el sentido a la existencia poniendo un límite, un plazo que nos obliga a dar un argumento a ese tiempo cuya duración desconocemos

Hace apenas unos días moría el creador de Apple, Steve Jobs (1955-2011), al que se han dedicado paginas de periódicos y portadas de revistas , horas en la radio y la televisión, glosando su figura, cantando loas por sus logros empresariales , por su talento, por su genio puesto al servicio de la humanidad en el sentido de lograr facilitarnos la comunicación y las relaciones entre las personas , aunque no fuera de manera altruista , sino a través de una empresa con la que obtendría grandes beneficios. Pero en este artículo me interesa no tanto por su éxito empresarial sino como ejemplo del estimulo de la muerte, del recuerdo de que tenemos que morir, para vivir más intensamente. Hoy no hablaré sobre su biografía, de la que ya hemos tenido continuas referencias  en todos los medios, pero si quiero recoger algunas de sus palabras que suenan como un despertador en la conciencia de quienes las leen o escuchan, son un grito de vida a pesar de la muerte.

Steve Jobs, fundador junto a su socio Steve Wozniak del gigante empresarial Apple en 1976 ,supo enfrentarse con coraje a la enfermedad mortal que padecía , una enfermedad que según él mismo decía le ayudó a  Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razones para no seguir a tu corazón» (imagen procedente de http://www.bitnube.com )

Desde el año 2004 al fundador de Apple el tiempo le corría en su contra, y le había hecho ser consciente de las cosas que son importantes, como le sucede a todo ser humano cuando debe enfrentarse a situaciones donde no puedes escapar y tienes que hacer frente a ellas. Decía Jobs «recordar que voy a morir pronto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a decidir las grandes elecciones de mi vida. Porque casi todo-todas las expectativas externas, todo el orgullo , todo el temor al ridículo o al fracaso, todo eso – desaparece a las puertas de la muerte, quedando solamente lo importante. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay razones para no seguir a tu corazón» Cuando tomamos una decisión en la vida lo que casi siempre nos paraliza es el miedo, el miedo a equivocarnos, el miedo a que pensarán los demás de nosotros, el miedo al fracaso, el miedo al ridículo.

El escritor inglés Aldous Huxley decía «El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.» Los grandes regímenes tiránicos del siglo XX, desde el estalinismo soviético hasta el nazismo y tantos otros regímenes de terror que asolaron la humanidad  durante ese siglo sangriento, se mantuvieron por el miedo, esa fuerza paralizante del ser humano que le impide ser él mismo y expresar sus pensamientos y sentimientos, le impide ser él para convertirse en algo parecido a lo que podría ser, una sombra de si mismo. Tiene razón Jobs, no tenemos nada que perder, porque , en realidad, nada es nuestro, la vida es un préstamo y de nosotros depende lo que hagamos con ese préstamo. Podemos enterrarlo ,como haría un avaro con su dinero , o podemos usarlo, viviendo, para que nos ofrezca su máximo rendimiento.

Según cuenta la tradición cuando un general romano realizaba el desfile de la victoria por las calles de Roma, llevaba junto a él a un esclavo que le decía «Respice post te!Hominem te esse memento» que significa «mira tras de ti!Recuerda que eres un hombre» y que hoy solemos resumir en la expresión «Memento mori». Recordar que tenemos que morir es necesario para no olvidarnos de vivir (imagen procedente de http://dacostilla.wordpress.com )  

Y sigue dicéndonos Jobs «Cuando tenía 17 años leí una cita que decía , «si  vives cada día como si fuera el último, algún día acertarás». Desde entonces , me miro en el espejo cada mañana y me pregunto «Si hoy fuera el último día de mi vida , ¿querría hacer lo que voy a hacer?» Si la respuesta es «no» durante demasiados días seguidos, sé que necesito cambiar algo». ¿Cuantas veces nos preguntamos eso?¿lo hacemos alguna vez? La pregunta que se hacía Steve Jobs es una de las más importantes en la vida de una persona, porque si la respuesta es no estás llevando la vida de otro , no la tuya, estas eligiendo el camino equivocado conscientemente, y la vida no te dará una vida nueva para que si sale mal tu experimento puedas repetirlo en otro ensayo. Si renuncias a vivir tu vida, la pierdes y no habrá nuevas oportunidades. Pero , como escribía el filósofo español Julián Marías, el hombre no esta nunca terminado, no hasta su último suspiro. Siempre hay tiempo para la rectificación , para la corrección de los errores, para recuperar la autenticidad de nuestro ser, aunque cuando antes lo hagamos de más tiempo dispondremos para vivir

Otra  de las frases de Jobs era «tu trabajo va a llenar buena parte de tu vida. La única forma de estar satisfecho es un trabajo que te parezca fantástico. Y la única forma de conseguirlo es amar lo que haces. Si todavía no lo has encontrado,sigue buscando. No te rindas. Cuando lo encuentres te darás cuenta en lo más profundo  de tu corazón» Sus palabras, más que al trabajo, parecen referirse al amor, pero tiene razón, sacrificamos nuestras vidas en muchas ocasiones en trabajos que no nos aportan nada, que no significan nada para nosotros, pero es necesario ganarse la vida con algo y por eso los hacemos. Pero sigue siendo el miedo nuestro enemigo. El miedo al futuro, a lo que pasará si dejamos ese trabajo o lo perdemos aunque no nos guste , aunque suponga una pesada carga y no un estimulo. Es cierto que, por desgracia, en muchas sociedades la gente no es dueña de su destino, las circunstancias sociales, políticas, la ausencia de libertad o la pobreza de una nación impiden a muchas personas tener poder sobre su destino.

«Las edades de la vida» del pintor alemán Hans Baldung(1484-1545) que se inspira en el Memento mori, donde la Muerte, trata de arrastrar a una anciana, que, a su vez, quiere llevar consigo a la joven que trata de resistirse a ella. En aquel tiempo la presencia de la muerte y la conciencia de lo efímera de la existencia estaba mucho más presente en la mente de la gente, ya que la esperanza de vida era casi la mitad de la que gozamos hoy en día. Sin embargo, en nuestra época, debido a la prolongación de la vida, tendemos a olvidarnos de su presencia. Como escribía el austriaco Stefan Zweig «No basta con pensar en la muerte, sino que se debe tenerla siempre delante. Entonces la vida se hace más solemne, más importante, más fecunda y alegre» (imagen procedente de http://www.uninet.edu )

Pero esto no es así en las sociedades occidentales, donde nacemos con el derecho a la educación, donde podemos elegir nuestro camino y disponemos de las herramientas para construir nuestro propio destino. El escritor inglés George Bernard Shaw decía «La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor parte de los hombres la temen tanto» . Si, la libertad en la que nacemos y nos educan nos convierte en responsables de nuestra vida , las decisiones que vamos tomando son las que dibujan nuestro destino  y si elegimos el trabajo que no queremos, o llevamos una vida que no es la que deseamos, en la mayoría de los casos será por nuestra propia responsabilidad, porque tomamos unas decisiones que nos condujeron hasta esa situación. Pero si nos sentimos perdidos lo que debemos hacer, como nos decía Jobs, es seguir buscando sin rendirse nunca, sin renunciar a los sueños por miedo al fracaso. El fracaso es siempre no intentarlo

Jobs nos aconsejaba «Tu tiempo es limitado , así que no lo malgastes viviendo la vida de otra persona . No dejes que te atrape el dogma, que es vivir como quieren las otras personas. No dejes que el ruido de las opiniones de los demás ahogue tu voz interior. Y, lo más importante, ten el coraje de seguir lo que te diga tu intuición. A veces la vida te golpea en la cabeza con un ladrillo. No pierdas la fe» En el año 2004 la vida golpeó a Jobs con la noticia de que padecía un cáncer de páncreas. En ese momento sabía que de poco le serviría el dinero, ni la fama, ni el prestigio empresarial o social, sólo se tenía a sí mismo y lo que hiciera con los días, semanas, meses o años que le quedasen.  Pero siguió trabajando y convirtió a Apple en una de las empresas más importantes del mundo y desarrolló nuevos aparatos que servirían para hacernos la vida un poco más fácil.  Ricos y pobres, jóvenes y viejos, la muerte nos pone a todos ante el mismo destino pero es nuestra la responsabilidad de lo que hagamos hasta ese momento.

Sobre Steve Jobs ha dicho el fundador de Microsoft, Bill Gates, «En el mundo rara vez se ve a alguien que tenga un impacto tan profundo como el que Steve ha tenido y cuyos efectos se dejarán sentir durante muchas generaciones que están por venir.» No todos tenemos el talento de Jobs, pero si tenemos el nuestro propio, y tenemos que descubrirlo y usarlo en nuestra vida, asumir el riesgo a perder, porque si no arriegas no vives, y eso si es un fracaso. Y nunca es tarde para decidirte a vivir, a arriesgar  (imagen procedente de http://gaizkamanerolopez.blogspot.com)

Él decía «no me interesa nada ser el más rico del cementerio. Irme a dormir cada noche sabiendo que hemos hecho algo maravilloso. Eso es lo que me importa» Eso es lo que importa, todo lo demás no nos dará ni un atisbo de felicidad  aunque la sociedad le de mucho valor. En las frases que he recogido en este artículo Jobs nos transmite la necesidad de ser valientes, de ser fieles a nosotros mismos, de no buscar el poder o el dinero, esa no es la ambición que necesitamos, sino la ambición de ser quienes somos, de encontrar nuestro camino y compartirlo con los demás. Las dos cosas son necesarias en la vida, recordar que vamos a morir, y no huir de la muerte como hacemos en Occidente, donde actuamos como si no existiera, borrándola de nuestra mente aunque sabemos que al final nos capturará, y también no olvidarnos de vivir, pero de vivir de verdad y no representar un papel hasta el día de la muerte.

Al principio de este artículo, con un carácter más personal de lo que es habitual en el Mentidero, hablaba de la importancia de vivir cada minuto. Ayer fue mi cuarenta cumpleaños, una edad que en otra época de la historia abriría la puerta a la ancianidad, las enfermedades me acosarían, las fuerzas ya me estarían fallando y mi esperanza de vida se estaría agotando. Hoy en día lo llamamos madurez y puede extenderse muchas décadas en la vida del hombre, pero la muerte siempre esta presente , puede sorprendernos en cualquier momento y por eso mismo debemos vivir cada instante en plenitud, luchando sin rendirnos por ser nosotros mismos y por tratar de vivir la vida de tal forma que al final de la noche podamos decir que al menos hemos tratado de hacer algo maravilloso. Nadie puede asegurar el éxito en la vida, puede que por mucho que lo intentes , no consigas nada, pero el fracaso está asegurado cuando huimos de la vida, cuando nos escondemos de nosotros mismos y dejamos que la existencia nos pase al lado sin apenas rozarnos.

Steve Jobs(derecha) y Steve Wozniak(izquierda), los dos socios fundadores de Apple en 1976. Wozniak diría sobre su amigo de juventud  «Las personas, a veces, tenemos metas en la vida. Steve Jobs superó cada una de las que se impuso»  pero él mismo decía que su éxito no era ganar dinero, ni la fama, sino llegar al final del día y tener la sensación de haber hecho, o al menos haber intentado, conseguir algo maravilloso. No todos podemos conseguir lo que él hizo, al contrario, sólo unos pocos elegidos pueden lograrlo, pero vivir cada momento con intensidad, dar lo mejor de nosotros  y no rendirnos nunca está al alcance de cualquiera de nosotros y merece la pena (imagen procedente de http://www.arroba.com.mx )

Pido disculpas a mis lectores habituales por este artículo que guarda poca relación con los temas cotidianos del Mentidero, pero hoy necesitaba escribir sobre ello, para recordarme a mi mismo no olvidarme de vivir. El Mentidero es para mi más que un blog, es una forma de comunicarme con personas que viven muy lejos, a las que quizás nunca conoceré, es una forma de dialogar, de aprender juntos, de buscar respuestas y hacernos nuevas preguntas, es una parte de mi vida, una parte que me hace ser yo mismo, que me hace ser feliz , que me proporciona muchas alegrías y me da valor para afrontar otros retos. Por eso quería compartir estas palabras y las de un hombre como Jobs, que se enfrentó con entereza  a su enfermedad y supo tener en cuenta a la muerte pero no se olvidó de vivir, y vivió hasta el último momento. Para todos los lectores del Mentidero les deseo que nunca les falte el coraje , las ganas, el entusiasmo y la ilusión de vivir, en todo momento y circunstancia. Como nos decía Jobs, «Ya estas desnudo. No hay razones para no seguir a tu corazón»

EL FUTURO QUE VIENE

Durante lo que queda de esta semana me gustaría escribir sobre otros temas diferentes a los que trato habitualmente, abandonar la política,los temas económicos y las diferentes crisis que parecen cargar su peso sobre la espalda de los ciudadanos , me gustaría escribir sobre un futuro mejor que iluminase nuestro presente y nos ayudase a todos a desprendernos de esta máscara de tristeza que oculta nuestros rostros y deja un poso de melancólica resignación en la mirada y el espíritu de unos ciudadanos que no reciben más que malas noticias.
Escribía Gilbert Keith Chesterton  que «el optimista cree en los demás, el pesimista sólo cree en si mismo» y una de las cosas que deberíamos aprender en estos tiempos dificiles es a confiar en los demás, a ver en el otro  no un rival sino una persona que está atrevesando por las mismas circunstancias difíciles que nosotros y pensar que si nos uniésemos todos quizás lograríamos invertir los efectos más negativos de unas políticas que no están dictadas por nosotros sino por los que se hallan en la cúspide de la pirámide y que se aprovechan de una sociedad que ha olvidado la unión, que ya no actúa como un colectivo en defensa de sus intereses sino que se halla atomizada en millones de individuos, cada uno con sus propios problemas y tribulaciones. Y los problemas a los que nos enfrentaremos en el futuro próximo son muy graves y puede que pongan en peligro el mundo que conocemos hasta ahora.
Bajando a la arena de la actualidad española, pero que podría ser en cualquier otra nación del mundo desarrollado , ya que en un mundo globalizado los problemas también lo son, tenemos un ejemplo de la indefensión del hombre solo frente al sistema en la nueva reforma sobre las pensiones. Se quiere ampliar la edad de jubilación hasta los 67 años y se habla ya de llegar hasta los 70 años, pero aunque se incide mucho sobre esta ampliación el problema es otro.
Se va a ampliar el periodo de cotización hasta los últimos 20 o, posiblemente, 25 últimos años de vida laboral  y si prestamos atención a las palabras del Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, nos dice literalmente que «lo ideal es que compute toda la vida laboral». Lo que en realidad significa es que las pensiones del futuro podrán ser entre un 20% y un 25% más bajas y  si tenemos en cuenta que gran parte de nuestros pensionistas malviven con jubilaciones misérrimas, gran parte de ellos estarán en el umbral de la pobreza.
En estas reuniones de gobernantes, como la del G20, sólo se debate como mantener vivo un sistema que agoniza  pero no como crear otro sistema más justo
La OCDE, por su parte,  nos propone nuevas recetas casi mágicas para salir de la crisis abaratar los despidos, reducir los subsidios de desempleo, que los jóvenes sigan más tiempo estudiando para que así no se incorporen al mercado laboral engrosando la listas de desempleados, subida del IVA, el copago sanitario que significa que nos financiemos nosotros mismos parte de la asistencia médica y , lo que sería gracioso sino fuera tan dramático para muchos de nuestros mayores, reducir unas pensiones que consideran demasiado elevadas. Si las leéis bien ,ninguna de estas medidas va a permitir el crecimiento de nuestra economía porque van encaminadas a empobrecer aún más a la población, y eso solo traerá menos consumo, más cierre de empresas y más paro.
Es muy posible que España sea «rescatada» por la Unión Europea durante el primer trimestre de 2011, entre otras cosas por el enorme déficit de las Comunidades Autónomas, que ahora mismo acumulan una deuda  superior a los 110 mil millones de euros, un derroche de años en los que el dinero se ha perdido sin que los beneficios hayan llegado a la sociedad. Nadie querrá comprarnos la deuda, sus intereses se dispararan y no podremos hacer frente a ello por lo que llegará el rescate , un rescate que en Grecia ya saben que va a duplicar su tasa de desempleo y ha paralizado su crecimiento, lo mismo que ha sucedido en Irlanda. Y después de nosotros irán Bélgica, Italia y luego… ¿que? ¿el fin de la Unión Europea?¿y que pasará con las diferentes naciones abandonadas en medio de la tempestad? 
No estoy usando un tono apocalíptico, al menos no es lo que pretendo, trato sólo de mostraros que todas las discusiones que a diario vemos en televisión, la radio o los periódicos giran en un círculo vicioso que no nos conduce a una salida , que sólo ofrece pobreza a cambio de nada. En 1789 el pueblo francés no podía soportar más su pobreza mientras veía a los aristócratas en sus lujosas mansiones y hubo un estallido de violencia que hoy conocemos como la Revolución Francesa, que significó un cambio de la sociedad e hizo temblar los cimientos de los tronos de Europa. Con algunos retrocesos y duros enfrentamientos durante décadas, Europa y el mundo ya no volvió a ser igual. Ahora estamos viviendo el mismo proceso, un sistema que ya no ofrece respuestas y que solo busca perpetuarse mediante el sacrificio de los más débiles.



La reina francesa María Antonieta no conocía la realidad de su pueblo como tampoco la conocen los gobiernos y empresarios de nuestra sociedad
La reina francesa  María Antonieta, esposa de Luis XVI, oyó un día que la gente protestaba frente a palacio y cuando preguntó el por qué de esos gritos, la respondieron que el pueblo tenía hambre y pedía pan. La respuesta de la reina fue que «sino tienen pan que coman bizcocho». No se si estas palabras son ciertas o no, pero describen muy bien la situación que vivimos.Cuando la gente se halla en el paro, cuando la pobreza amenaza a muchas familias, cuando todas las políticas se encaminan a ahogar al pueblo con impuestos, reducciones de subsidios y eliminación de ayudas sociales, parece que nuestros gobernantes y empresarios  no entienden de que nos quejamos, como si a falta de pan pudiéramos alimentarnos de bizcochos. Por cierto, María Antonieta y Luis XVI , que desconocían la realidad de su pueblo, perdieron primero el trono y luego sus reales cabezas en la guillotina.
El político alemán Willy Brandt afirmaba que «permitir una injusticia abre la puerta a todas las demás» y hace tiempo que hemos abierto la puerta a la injusticia en nuestra sociedad y estás son cada día mas frecuentes, y se hacen aún más dolorosas cuando mientras la gran mayoría tiene que soportarlas hay un pequeño grupo de privilegiados que viven al margen de esos sacrificios que nos exigen día tras día, y son precisamente los mismos que afirman que tenemos que trabajar más y ganar menos, que los pensionistas ganan demasiado o que los jóvenes deben estudiar más años para no incorporarse al mercado de trabajo.
He titulado el artículo de hoy «El futuro que viene» porque creo que ese futuro, sino hacemos nada para cambiarlo , es el que he descrito aquí, un futuro de más pobreza, de mayores injusticias y , al final, un callejón sin salida en el que ya no habrá ninguna formula mágica que nos pueda salvar. Pero, como también escribía  al principio, nada se puede hacer sin optimismos, porque, según George Bernard Shaw, «algunas personas miran al mundo y dicen ¿por qué?.Otras miran al mundo y dicen ¿por qué no?» ¿Por qué no vamos a poder cambiar ese futuro sombrío que parece esperarnos? Pero no basta con decirlo hay que actuar, hay que negarse a aceptar las soluciones que nos ofrecen, hay que forzar un cambio de la sociedad y ese cambio sólo puede venir desde dentro.
Y eso , es responsabilidad de todos nosotros, podemos permanecer en silencio y no hacer nada o podemos trabajar juntos, enfrentarnos a este enorme Cíclope que son nuestros gobiernos, nuestros sistemas financieros y todos los que buscan mantener unos privilegios durante un tiempo más aunque eso signifique la ruina final para todos. La mayor parte de ellos son como el rey Luis XV que respondía cuando le preguntaban por las consecuencias de sus actos, «Después de mi el diluvio«. Recordad lo que ya he dicho una cuantas veces en este Mentidero, nosotros somos el sistema, nosotros somos el gobierno, nosotros somos los mercados , sin nosotros no pueden hacer nada. Hagamos valer nuestra fuerza  o sino aceptemos las consecuencias de nuestra pasividad.