¿FELIZ AÑO? NO PARA LA SOCIEDAD ESPAÑOLA

Ya estamos llegando al final de ese paréntesis en la vida de Occidente que suelen representar las fiestas navideñas, se acaban los días plagados de buenos deseos y mejores propósitos, las luces se apagan y la calle recupera su verdadero color, un color que en estos tiempos está más cerca del gris que de los fulgores de las luces de Navidad.  Aún queda la última fiesta del consumo, el día de los Reyes Magos y después … ¿después que?
Hace apenas cuatro días nos felicitábamos unos a otros por el Nuevo Año, porque casi todos teníamos motivos para enterrar con alegría el año 2010, en particular en España donde el paro ha batido todos los records hasta terminar el año con cuatro millones cien mil desempleados, donde los españoles han perdido poder adquisitivo, los precios han crecido y los sueldos han menguado en mayor medida, donde se ha anunciado el desmantelamiento del estado de bienestar y se han ido perdiendo por el camino ayudas en el peor momento de la crisis española.
Si, ya hemos dejado atrás el 2010 pero ¿qué nos espera en el 2011? Ahora viene el encuentro con la realidad, aquello de lo que uno no puede escapar. El escritor Ambrose Bierce  decía que » si quieres que tus sueños se hagan realidad ¡despierta!», pero , por desgracia, en España hemos tenido unos políticos que durante mucho tiempo han preferido cerrar los ojos a la realidad y vivir en un sueño, han tratado de eludir la realidad o, lo que es peor, nos han querido engañar negando esa realidad y ofreciéndonos una imagen de nuestra nación que no se correspondía con la verdad. 
Todos recordamos como hace apenas dos años el presidente José Luis Rodriguez Zapatero negaba la existencia de la crisis y decía que España estaba preparada para superarla sin problemas. Anunció una ampliación de los gastos sociales, siguió engordando el número de funcionarios, el gasto público continuo descontrolado, pero no pasaba nada, vivíamos en el mejor de los mundos posibles. Y así continuamos, en los dos años siguientes, aumentando nuestra deuda, incrementando el gasto público, perdiendo millones de puestos de trabajo, empobreciéndonos día a día. Ahora , los españoles han perdido un 6% de su poder adquisitivo con respecto a hace sólo cinco años , las cifras de paro se han duplicado y también se han duplicado el número de personas que tienen que acudir a organizaciones de beneficencia para poder subsistir.
José Luis Rodriguez Zapatero. No quiso reconocer la realidad, cuando la realidad se ha impuesto todos vamos a padecer sus errores pero no deberíamos padecerlos en silencio resignado sino exigir responsabilidades a todos los políticos que nos ocultaron la verdad  y compartan ahora nuestra suerte
Durante años hemos sido el destino de millones de inmigrantes que encontraban en España un lugar donde construir sus vidas, ahora empiezan a irse convirtiéndose en las primeras víctimas de una nación desmoralizada, con una sociedad sin objetivos y sin rumbo, a la que en el nuevo año sólo se le prometen nuevos recortes sociales, más impuestos y a la que día si y día también se la va ahogando más llegando a la desfachatez de culparla de la situación que vivimos.
Claro, la culpa la ha tenido la gente , por endeudarse hasta más allá de lo razonable, somos unos inconscientes, es verdad , ¿como no nos habíamos dado cuenta?¿como no hicimos caso de los consejos de nuestros sabios gobernantes? Aunque…espera, si trato de hacer memoria no recuerdo a ninguno de nuestros guías políticos, a ninguno de nuestros líderes que nos advirtiese de que iba a estallar la burbuja inmobiliaria, no recuerdo a ninguna entidad bancaria que aconsejase a las familias que acudían a sus oficinas que no se endeudasen con hipotecas de 200.000 euros cuando ingresaban poco más de mil euros al mes, no recuerdo que los ayuntamientos que se lucraban con las recalificaciones de los terrenos dejasen de hacerlo, ni recuerdo que las administraciones públicas dejasen de malgastar el dinero de todos en coches oficiales, viajes, dietas y otros mil gastos sin justificar.
Es muy sencillo pedir sacrificios cuando tu propio futuro está resuelto , es fácil recomendar a la gente que tiene que trabajar más y ganar menos cuando los que lo dicen tienen aseguradas buenas pensiones para el resto de su vida, es fácil culpar a los demás para escapar de las propias responsabilidades y que los demás asuman las consecuencias de  las cosas que ellos han hecho mal. Personalmente estoy harto, cansado y enfadado con tantos buenos consejos y buenas palabras, estoy harto de que me digan lo que tengo que hacer por el bien de las empresas y de la buena marcha de la nación, estoy harto de que me pidan que agache la cabeza y acepte que me vayan robando todos mis derechos a cambio de nada, estoy harto que aquellos que me exigen sacrificios no den ejemplo y se rían de mi, estoy harto de un sistema que sacrifica al más débil ante el silencio de todos .
Nos engañaron durante años y ahora ¿debemos creerles cuando nos dicen que estos sacrificios son imprescindibles? Nos hacen creer que vivimos en una democracia, pero yo entiendo como democracia la participación del pueblo en el gobierno pero ¿creeis que participamos de alguna forma?Yo creo que no, ni siquiera nos dejan elegir los líderes que queremos que nos representen, los ponen los partidos que a su vez nombran a los demás candidatos a ocupar el Congreso. Y esas personas no nos defienden a nosotros, como haría un congresista norteamericano que debe su puesto no al partido sino a sus votantes, defiende a los intereses de su partido, vivimos en una partitocracia dirigidos por personas mediocres que se han ocupado de rodearse de otras personas no menos mediocres para que no les hagan sombra .
Colas como esta de la foto se forman en los comedores de organizaciones de caridad como Caritas, donde acuden más de 800.000 españoles a recibir ayuda porque no pueden llegar a final de mes .¿Qué nuevos sacrificios quieren nuestros políticos que hagan?A lo mejor si dejan de comer se ahorra más ¿no?
El gran político y gran hombre Martin Luther King decía en sus discursos que «Nadie se nos montará encima sino doblamos la espalda». Querría gritar por las calles que dejemos de caminar con la espalda doblada, que olvidemos la resignación y el miedo, que no somos los culpables de la situación que están viviendo millones de personas en este país, que esto no tenía que haber sido así si en su momento se hubiera puesto el remedio pero que si ahora no hay más salida  que hacer sacrificios que se hagan, pero que los haga todo el mundo, no sólo la parte más débil de la población. Que se acabe con el despilfarro del dinero público, que desaparezcan los parlamentos autonómicos que malgastan millones para nada, que se eliminen tantas televisiones autonómicas que sólo sirven de instrumento de propaganda política al gobierno de turno, que todos los líderes políticos nos pidan perdón por su mala labor y se retiren para dejar paso a nuevas personas que no tengan manchadas las manos de corrupción, de mentiras, de estupidez y de mediocridad.
Y a los empresarios hay que hacerles entender que si ellos son los que dan trabajo no pueden sobrevivir sin nosotros, con un pueblo arruinado ninguna empresa puede enriquecerse. La solución no puede ser quitar todo al trabajador porque, señores empresarios, ¿quién comprará sus productos? La justicia social no es sólo una reclamación sindical, es necesaria para que funcione la sociedad y sin ella cualquier otra medida sólo nos conducirá hacia el empobrecimiento, el descontento y en último extremo , la explosión social que suele terminar en la dictadura y la ruina del país.
En el video que sigue a estas lineas recojo las palabras de Rosa Díez donde pide responsabilidades a los auténticos responsables de nuestra situación  
Esto que digo para España es extrapolable a otras muchas naciones donde los problemas se repiten , donde gobiernos inútiles arrastran a sus pueblos a la ruina. Pero los políticos se van luego a su casa y dejan el problema a la sociedad que tiene que padecer su mala gestión. Por eso, porque somos nosotros sus víctimas , en este año que empieza ahora deberíamos luchar no con las armas, sino con la participación en la sociedad, con las armas que todo hombre y mujer tiene en una sociedad democrática, la libertad de expresión y de asociación para enfrentarnos a nuestros políticos. El único pecado que no podemos cometer es el de la indiferencia. Aunque os pueda sorprender, creo que quién mejor ha descrito los peligros de la indiferencia política fue el presidente soviético Nikita Krushov, quién dijo:
«El peor analfabeto es el analfabeto político. No oye, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. No sabe que el coste de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales»

No somos irresponsables de lo que está sucediendo, si callamos y no hacemos nada seremos los culpables de nuestro destino y condenaremos no sólo a nosotros sino a los que vienen detrás a un mundo mucho más injusto e inmoral que el que hemos tenido la fortuna de recibir de nuestros padres. ¿O diréis como el rey francés Luis XV «después de mi el diluvio»? Os recuerdo que el diluvio ya ha llegado

EL FUTURO QUE VIENE

Durante lo que queda de esta semana me gustaría escribir sobre otros temas diferentes a los que trato habitualmente, abandonar la política,los temas económicos y las diferentes crisis que parecen cargar su peso sobre la espalda de los ciudadanos , me gustaría escribir sobre un futuro mejor que iluminase nuestro presente y nos ayudase a todos a desprendernos de esta máscara de tristeza que oculta nuestros rostros y deja un poso de melancólica resignación en la mirada y el espíritu de unos ciudadanos que no reciben más que malas noticias.
Escribía Gilbert Keith Chesterton  que «el optimista cree en los demás, el pesimista sólo cree en si mismo» y una de las cosas que deberíamos aprender en estos tiempos dificiles es a confiar en los demás, a ver en el otro  no un rival sino una persona que está atrevesando por las mismas circunstancias difíciles que nosotros y pensar que si nos uniésemos todos quizás lograríamos invertir los efectos más negativos de unas políticas que no están dictadas por nosotros sino por los que se hallan en la cúspide de la pirámide y que se aprovechan de una sociedad que ha olvidado la unión, que ya no actúa como un colectivo en defensa de sus intereses sino que se halla atomizada en millones de individuos, cada uno con sus propios problemas y tribulaciones. Y los problemas a los que nos enfrentaremos en el futuro próximo son muy graves y puede que pongan en peligro el mundo que conocemos hasta ahora.
Bajando a la arena de la actualidad española, pero que podría ser en cualquier otra nación del mundo desarrollado , ya que en un mundo globalizado los problemas también lo son, tenemos un ejemplo de la indefensión del hombre solo frente al sistema en la nueva reforma sobre las pensiones. Se quiere ampliar la edad de jubilación hasta los 67 años y se habla ya de llegar hasta los 70 años, pero aunque se incide mucho sobre esta ampliación el problema es otro.
Se va a ampliar el periodo de cotización hasta los últimos 20 o, posiblemente, 25 últimos años de vida laboral  y si prestamos atención a las palabras del Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, nos dice literalmente que «lo ideal es que compute toda la vida laboral». Lo que en realidad significa es que las pensiones del futuro podrán ser entre un 20% y un 25% más bajas y  si tenemos en cuenta que gran parte de nuestros pensionistas malviven con jubilaciones misérrimas, gran parte de ellos estarán en el umbral de la pobreza.
En estas reuniones de gobernantes, como la del G20, sólo se debate como mantener vivo un sistema que agoniza  pero no como crear otro sistema más justo
La OCDE, por su parte,  nos propone nuevas recetas casi mágicas para salir de la crisis abaratar los despidos, reducir los subsidios de desempleo, que los jóvenes sigan más tiempo estudiando para que así no se incorporen al mercado laboral engrosando la listas de desempleados, subida del IVA, el copago sanitario que significa que nos financiemos nosotros mismos parte de la asistencia médica y , lo que sería gracioso sino fuera tan dramático para muchos de nuestros mayores, reducir unas pensiones que consideran demasiado elevadas. Si las leéis bien ,ninguna de estas medidas va a permitir el crecimiento de nuestra economía porque van encaminadas a empobrecer aún más a la población, y eso solo traerá menos consumo, más cierre de empresas y más paro.
Es muy posible que España sea «rescatada» por la Unión Europea durante el primer trimestre de 2011, entre otras cosas por el enorme déficit de las Comunidades Autónomas, que ahora mismo acumulan una deuda  superior a los 110 mil millones de euros, un derroche de años en los que el dinero se ha perdido sin que los beneficios hayan llegado a la sociedad. Nadie querrá comprarnos la deuda, sus intereses se dispararan y no podremos hacer frente a ello por lo que llegará el rescate , un rescate que en Grecia ya saben que va a duplicar su tasa de desempleo y ha paralizado su crecimiento, lo mismo que ha sucedido en Irlanda. Y después de nosotros irán Bélgica, Italia y luego… ¿que? ¿el fin de la Unión Europea?¿y que pasará con las diferentes naciones abandonadas en medio de la tempestad? 
No estoy usando un tono apocalíptico, al menos no es lo que pretendo, trato sólo de mostraros que todas las discusiones que a diario vemos en televisión, la radio o los periódicos giran en un círculo vicioso que no nos conduce a una salida , que sólo ofrece pobreza a cambio de nada. En 1789 el pueblo francés no podía soportar más su pobreza mientras veía a los aristócratas en sus lujosas mansiones y hubo un estallido de violencia que hoy conocemos como la Revolución Francesa, que significó un cambio de la sociedad e hizo temblar los cimientos de los tronos de Europa. Con algunos retrocesos y duros enfrentamientos durante décadas, Europa y el mundo ya no volvió a ser igual. Ahora estamos viviendo el mismo proceso, un sistema que ya no ofrece respuestas y que solo busca perpetuarse mediante el sacrificio de los más débiles.



La reina francesa María Antonieta no conocía la realidad de su pueblo como tampoco la conocen los gobiernos y empresarios de nuestra sociedad
La reina francesa  María Antonieta, esposa de Luis XVI, oyó un día que la gente protestaba frente a palacio y cuando preguntó el por qué de esos gritos, la respondieron que el pueblo tenía hambre y pedía pan. La respuesta de la reina fue que «sino tienen pan que coman bizcocho». No se si estas palabras son ciertas o no, pero describen muy bien la situación que vivimos.Cuando la gente se halla en el paro, cuando la pobreza amenaza a muchas familias, cuando todas las políticas se encaminan a ahogar al pueblo con impuestos, reducciones de subsidios y eliminación de ayudas sociales, parece que nuestros gobernantes y empresarios  no entienden de que nos quejamos, como si a falta de pan pudiéramos alimentarnos de bizcochos. Por cierto, María Antonieta y Luis XVI , que desconocían la realidad de su pueblo, perdieron primero el trono y luego sus reales cabezas en la guillotina.
El político alemán Willy Brandt afirmaba que «permitir una injusticia abre la puerta a todas las demás» y hace tiempo que hemos abierto la puerta a la injusticia en nuestra sociedad y estás son cada día mas frecuentes, y se hacen aún más dolorosas cuando mientras la gran mayoría tiene que soportarlas hay un pequeño grupo de privilegiados que viven al margen de esos sacrificios que nos exigen día tras día, y son precisamente los mismos que afirman que tenemos que trabajar más y ganar menos, que los pensionistas ganan demasiado o que los jóvenes deben estudiar más años para no incorporarse al mercado de trabajo.
He titulado el artículo de hoy «El futuro que viene» porque creo que ese futuro, sino hacemos nada para cambiarlo , es el que he descrito aquí, un futuro de más pobreza, de mayores injusticias y , al final, un callejón sin salida en el que ya no habrá ninguna formula mágica que nos pueda salvar. Pero, como también escribía  al principio, nada se puede hacer sin optimismos, porque, según George Bernard Shaw, «algunas personas miran al mundo y dicen ¿por qué?.Otras miran al mundo y dicen ¿por qué no?» ¿Por qué no vamos a poder cambiar ese futuro sombrío que parece esperarnos? Pero no basta con decirlo hay que actuar, hay que negarse a aceptar las soluciones que nos ofrecen, hay que forzar un cambio de la sociedad y ese cambio sólo puede venir desde dentro.
Y eso , es responsabilidad de todos nosotros, podemos permanecer en silencio y no hacer nada o podemos trabajar juntos, enfrentarnos a este enorme Cíclope que son nuestros gobiernos, nuestros sistemas financieros y todos los que buscan mantener unos privilegios durante un tiempo más aunque eso signifique la ruina final para todos. La mayor parte de ellos son como el rey Luis XV que respondía cuando le preguntaban por las consecuencias de sus actos, «Después de mi el diluvio«. Recordad lo que ya he dicho una cuantas veces en este Mentidero, nosotros somos el sistema, nosotros somos el gobierno, nosotros somos los mercados , sin nosotros no pueden hacer nada. Hagamos valer nuestra fuerza  o sino aceptemos las consecuencias de nuestra pasividad.