JACK EL DESTRIPADOR . LA FASCINACIÓN DEL MAL (SEGUNDA PARTE)

En la primera parte de este artículo habíamos dejado nuestra historia después de relatar los primeros seis asesinatos de los once que integran los conocidos como Asesinatos de Whitechapel que se iniciaron con la muerte de Emma Elizabeth Smith (hacia 1843-1888) , el 3 de abril de 1888, a los que siguieron la muerte de Martha Tabram (1849-1888) el 7 de agosto , Mary Ann Nichols (1845-1888) el 31 de agosto , Annie Chapman(1841-1888) el 8 de septiembre y el llamado «doble evento» el 30 de septiembre , cuando fueron asesinadas Elizabeth Stride (1843-1888) y Catherine Eddowes(1842-1888). Todos los asesinatos, aunque Emma no murió asesinada sino por una infección , a habían sido cometido de madrugada en diferentes puntos del barrio de Whitechapel, uno de los barrios marginales de Londres , de calles estrechas y oscuras donde trabajaban centenares de prostitutas. Vimos como de estas seis víctimas sólo Mary Ann Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride y Catherine Eddowes son atribuidas a Jack el Destripador e incluso algunos ponen en cuestión el de Elizabeth Stride ya que no había sufrido las heridas y amputaciones características de las otras víctimas, aunque es muy probable, como ya vimos, que fuera sorprendido justo después de asesinarla y tuviera que marcharse , asesinando a Eddowes apenas una hora después.
En ese punto habíamos dejando nuestra historia, cuando George Lusk presidente del Comité de  Vigilancia de Whitechapel , que había sido creado  el 10 de septiembre como una iniciativa privada para tratar de detener los asesinatos , recibía la célebre carta conocida como «Desde el infierno»  en la que acompañada con un trozo de riñón ,que supuestamente procedía de Catherine Eddowes cuyo riñón había sido extraído al igual que uno de sus pechos ,se leía lo siguiente, que aunque incluí en la primera parte os lo recuerdo para retomar aquí el relato «Desde el infierno. Señor Lusk. Señor le adjunto la mitad de un riñón que tomé de una mujer y que he conservado para usted, la otra parte la freí y me la comí, estaba muy rica. Puedo enviarle el cuchillo ensangrentado con que se extrajo, si se espera usted un poco. Firmado, Atrápeme si puede Señor Lusk.»  En estos momentos la prensa sensacionalista de la época se encargaba de impresionar a los lectores con los detalles sobre los asesinatos de Jack el Destripador mientras la policía se hallaba desorientada y confundida como lo demuestran estas palabras de uno de los inspectores que investigaban el caso , Edmund Reid, donde parece dejar traslucir incluso cierta admiración por el asesino «La posición de la sangre y del cuerpo mostraba que él le había cortado el cuello con la mano derecha; de derecha a izquierda, haciendo que la sangre saliese despedida en dirección contraria de donde él se hallaba, lo que probablemente haría que su ropa no se manchara de sangre. Una de las principales dificultades del caso radicaba en que el ingenio sobrepasaba a la razón»

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Los asesinatos de Whitechapel ocupaban un lugar destacado en los periódicos que aprovechaban el temor y también el morbo de los lectores para incrementar sus ventas. Aunque no se cita su nombre la noticia corresponde al asesinato de Annie Chapman el 8 de septiembre de 1888 ya que indica que ha sucedido una semana después del asesinato en Buck´s Row, el lugar donde fue hallado el cuerpo de la primera víctima reconocida de Jack el Destripador, Polly Nichols . En la noticia indica como el cuerpo había sido destripado y el corazón y otros órganos yacían en el suelo mientras que partes de los intestinos se habían colocado alrededor del cuello de la víctima. Daba también la noticia de la captura del «Leather Apron», el Delantal de Cuero que era el nombre con el que se conocía a John Pizer (1850-1897), al que ya vimos en la primera parte de este relato que tuvieron que liberarle al tener coartada en los dos asesinatos

El miedo se había apoderado  de las calles de Whitechapel y muchas prostitutas habían decidido salir menos o no trabajar durante un tiempo como era el caso de Mary Jane Kelly (hacia 1863-1888), de la que vamos a hablar más que del resto de víctimas porque hubo más testigos de lo que sucedió con ella.. Casi todo lo que se sabe de la vida de Mary Jane , que también era conocida como «Fair Emma» que significa «la bella Emma» pues parece que era una mujer de notable belleza aunque no se conservan fotografías de ella,  y que también aparece en los registros como Mary Jeanette Kelly,  se lo debemos al hombre con el que convivía en 1888, Joseph Barnett.Según el testimonio de Joseph, Mary habría nacido en Irlanda, en Limerick, en 1863 y siendo niña se mudó junto a su familia a Gales. Su padre, John Kelly, trabajaba allí en una fundición de hierro  y Mary afirmaba tener seis hermanos y una hermana. Hacia 1879, con dieciséis años de edad, Mary se casa con un minero llamado Davies que morirá en un accidente dos o tres años después . Sin dinero y probablemente con un niño, aunque eso es otro dato oscuro de su biografía, Kelly trató de ganarse la vida como prostituta en la ciudad más importante de Gales, Cardiff, hasta que en 1884 Kelly llega a Londres.
A su llegada podría haberse alojado temporalmente en el Providence Row Night Refuge, un albergue religioso dirigido por monjas, para luego trabajar en alguna casa como criada.En abril 1887 conocía a Joseph Barnett (1858-1926), londinense pero de origen irlandés que trabajaba  en el Billingsgate Fish Market. Apenas dos días después de conocerse se fueron a vivir juntos . En los meses siguientes tienen que abandonar el lugar donde vivían por no pagar el alquiler y por estar a menudo en estado de embriaguez y se trasladan a un cuarto en Miller´s Court, en Whitechapel entre febrero y marzo de 1888. En agosto Joseph pierde su empleo en el mercado y para poder pagar el alquiler Mary Kelly se ve obligada a prostituirse , una historia que , como ya hemos visto, se repetía en casi todas estas mujeres donde el sexo era la única forma de ganarse la vida y el alcohol el compañero inseparable que aliviaba la miseria que gobernaba la vida de la mayoría de habitantes de Whitechapel. Pero los asesinatos de agosto y septiembre hicieron que Mary Kelly ,al igual que otras muchas chicas, abandonaran por miedo las calles atemorizadas durante el mes de octubre.

No se conserva ninguna fotografía de Mary Jane Kelly en vida , pero parece ser que era una mujer de notable belleza y de buen carácter cuando no estaba bebida, al menos eso es lo que declaraba a la policía Elizabeth Phoenix, que fue a la policía un día después del asesinato de Mary Jane Kelly para informar que Kelly en ocasiones pasaba algunos días en casa del cuñado de Elizabeth y por eso la conocía y la describía así «Mary era injuriosa y pendenciera cuando estaba bebida pero una de las más decentes y agradables chicas que podías encontrar cuando estaba sobria » La madrugada del 9 de noviembre Mary no estaba sobria según los testigos que la vieron a la una y a las dos de la madrugada lo que la hizo una víctima aún más fácil para su asesino (imagen procedente de http://www.casebook.org )
Sin embargo , después de la muerte de Catherine Eddowes la madrugada del 30 de septiembre no se había producido ninguna otra muerte que pudiera ser atribuida a Jack el Destripador, aunque si hubo otros asesinatos como veremos más adelante, y ante la necesidad de ganar dinero para pagar el alquiler de la habitación Mary Kelly decide retornar al trabajo donde debía tener bastante éxito, pues a su juventud unía un llamativo cabello pelirrojo y hermosos ojos azules. Barnett parece que no aceptó el regreso de Kelly a la prostitución y el 30 de octubre tuvieron una fuerte discusión y decide abandonarla . Luego declararía a los periódicos de la época que «nunca la habría dejado si no hubiera sido por las prostitutas que se quedaban en casa.Ella las dejaba quedarse porque tenía buen corazón y no le gustaba negarles refugio en las noches de frío glacial» y añadía que «vivíamos bien hasta que Mary permitió a una prostituta llamada Julia dormir en la misma habitación. Yo protesté; y después vino la señora Harvey y se quedó allí» En ese momento Barnett abandona a Kelly que los siguientes días los pasa en su habitación acompañada por la prostituta Mary Harvey que permanecerá con ella las noches del 5 y 6 de noviembre.
Se traslada luego a una nueva habitación en Mile´s Court, siempre dentro de Whitechapel. A pesar de estar separados Barnett la ve cada día . El ocho de noviembre, hacia las 19:30 hrs Barnett la ve en Mile´s Court hablando con otra mujer, probablemente Mary Harvey, la que había sido su compañera de habitación los días anteriores aunque ahora ya vivía sola de nuevo.Barnett está con ella hasta las ocho de la tarde y luego se marcha. A las once de la noche Kelly es vista con un hombre joven y bien vestido  en el pub Britannia y ya parecía estar muy bebida. Poco antes de la medianoche otra prostituta llamada Mary Ann Cox testificará haberla visto del brazo de un hombre fornido , de unos treinta y cinco años , no muy bien vestido y con un sombrero hongo en la cabeza . La pareja se detuvo delante de la habitación que tenía alquilada Mary y Cox pasó por delante de ellos saludándola con un «Buenas noches» a lo que según declara Cox, Mary replicó con la estrofa de una canción. A la una de la madrugada, cuando comienza a llover , Mary sigue cantando en la calle, en apariencia completamente borracha, según declara Cox que vivía cerca de Mary , y también despierta con su voz a otra vecina , una vendedora de flores llamada Catherine Pickett.

Fotografía de la última casa donde vivió Mary Jane Kelly en el número 13 de Miller´s Court, donde su cuerpo sería encontrado la mañana del nueve de noviembre de 1888. Una de las múltiples teorías que rodean a la identidad de Jack el Destripador apunta a Joseph Barnett como el autor de este asesinato y de los anteriores. Barnett trabajaba en el Mercado de Pescado de Billingsgate y se le presumía un hábil manejo con los cuchillos para cortar el pescado, se movía en el ambiente de Whitechapel y su relación con Mary Jane Kelly podría haberle servido para ganarse la confianza de las víctimas anteriores , que le conocerían al menos de vista. El 30 de octubre había tenido una violenta discusión con Mary y se habían separado después de arrojarse incluso objetos uno contra el otro rompiendo una de las ventanas . Sin embargo, nada relaciona a Barnett con los asesinatos anteriores y además no sería lógico asesinar a la que había sido su pareja después de haber tenido una discusión publica , ya que le podía convertir en el principal sospechoso para la policía. Otra teoría que hay que descartar como todas las que buscan descubrir la identidad de Jack que sigue siendo hoy una incognita (imagen procedente de http://www.themysticbubble.blogspot.com )
La última persona que la vería aquella noche fue George Hutchinson a las dos de la madrugada . George regresaba a casa cuando se le acercó Kelly , a la que conocía, para pedirle un poco de dinero . Según el testimonio de George, Mary Jane Kelly le dijo «¿Puede prestarme seis peniques señor Hutchinson?» a lo que este replicó  que no podía porque se lo había gastado todo, y Kelly entonces se alejó diciendo «Buenos días. Tengo que irme y encontrar algo de dinero». Hutchinson la vio alejarse en dirección a Thrawl Street . Hutchinson vio entonces como un hombre se acercaba a Kelly y la decía algo al oído mientras ponía una mano sobre su hombre, y después ambos rieron . Hutchinson escucha como el hombre , al que Hutchinson describiría como de tez pálida, un fino bigote, pelo oscuro y ojos oscuros y cuya apariencia resumió con las palabras «de apariencia judía», dice a Kelly «estarás bien con lo que te he dicho « y se dirigen caminando hacia Dorset Street que, recordemos, era considerada una de las calles más peligrosas de Londres . La verdad es que resulta llamativo la cantidad de detalles que daba Hutchinson cuando las calles de Whitechapel no se caracterizaban por la luminosidad a esas horas de la madrugada.

Hutchinson añadirá en su declaración que el hombre aparentaba tener 35 años de edad y alrededor de 1,70 metros de altura . En una mano sujetaba un paquete y en la otra llevaba unos guantes . Nadie volvería a ver a Mary Kelly hasta la mañana siguiente , nueve de noviembre . El dueño de la habitación de la calle Mile´s Court donde vivía Mary, John McCarthy,  envió a uno de sus empleados, Thomas Bowyer, para que fuera a ver a Mary a cobrarle la cantidad que le adeudaba en concepto de alquiler. A las 10:45 de la mañana Bowyer se encontraba llamando a la puerta de la habitación, pero nadie respondía. Se asomó por la ventana y el espectáculo que apareció ante sus ojos le hizo salir corriendo. Diría más tarde que aquello «¡Parecía más la obra de un demonio que la de un hombre!»  Cuando abrieron la puerta que estaba cerrada toda la habitación  la sangre se encontraba extendida por toda la habitación, el suelo, las paredes y en la cama donde yacía el cuerpo salvajemente mutilado de Mary .Pero será mejor que acudamos al informe que el forense Thomas Bond(1841-1901), al que ya había acudido la policía para pedirle su opinión sobre los asesinatos anteriores y había estudiado sus casos, hizo sobre el cuerpo de Mary Kelly. Es sólo un pequeño resumen del informe y pido disculpas por la traducción pues lo he tomado del inglés y el lenguaje era algo complicado para mi nivel de conocimiento de esta lengua.

Fotografía del cuerpo de Mary Jane Kelly tomada en su habitación de Miller´s Court en la mañana del nueve de noviembre , cuando fue descubierto su cadaver. Podemos apreciar como el rostro vuelto hacia nosotros está completamente desfigurado, falta la nariz, las orejas y las mejillas. También podemos observar como el brazo izquierdo esta flexionado, con profundos cortes y puesto sobre un abdomen abierto y vacío, mientras que las piernas se hallan abiertas y sin los muslos. En la fotografía no se puede apreciar pero tanto la pared como el suelo y la cama estaban empapados de sangre . Los investigadores suponen que el asesino estuvo trabajando con el cuerpo de Mary Jane durante horas. Era la primera vez que podía actuar en una habitación y no en la calle con el riesgo de ser descubierto en cualquier momento. Viendo la fotografía es dificil no pronunciar las mismas palabras de Thomas Bowyer, el primero en descubrir su cuerpo «¡Parecía más la obra de un demonio que la de un hombre!»
«El cuerpo estaba tumbado desnudo en medio de la cama, la espalda recta pero el eje del cuerpo inclinado hacia el lado izquierdo de la cama.La cabeza estaba girada hacia la mejilla izquierda. El brazo izquierdo tenía el antebrazo en ángulo recto y reposaba sobre su abdomen. El brazo derecho estaba ligeramente separado del cuerpo y descansaba sobre el colchón. La totalidad de la superficie del abdomen y los muslos había sido eliminados y la cavidad abdominal vaciada de sus vísceras . Los senos amputados, los brazos mutilados con heridas en forma de sierra. Está completamente desfigurada. La nariz, las mejillas y las orejas han sido parcialmente extirpadas. Las vísceras fueron encontradas en diversas partes: el útero y los riñones junto con uno de los pechos debajo de la cabeza, el otro pecho junto al pie derecho, los intestinos en el lado derecho y el bazo en el lado izquierdo del cuerpo. Los músculos del abdomen y los muslos estaban sobre la mesa. La ropa de la cama en la esquina derecha estaba empapada de sangre y en el suelo bajo la cama había una piscina de sangre . El pericardio fue abierto por debajo y el corazón estaba ausente»

Fotografía del abdomen abierto y sin vísceras de Mary Jane Kelly mientras que en la mesa al fondo se pueden ver los muslos y la pared abdominal que Jack el Destripador depositó allí. La única parte del cuerpo de Mary Jane que jamás sería encontrado era el corazón (imagen procedente de http://wiki.casebook.org )
El informe era más largo y detallado y me he permitido traduciros algunos de sus aspectos más destacados para que os hicierais una idea de la escena del crimen. Al día siguiente del asesinato de Mary Kelly el propio Thomas Bond escribía  al investigador Robert Anderson (1841-1918), que era quién se había puesto anteriormente en contacto con Bond para pedirle su opinión sobre el caso, y  realizaría el que es considerado el primer perfil de un criminal hecho  en una investigación y que fue la base sobre la que desde entonces se ha considerado a Polly Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stride, Catherine Eddowes y Mary Jane Kelly víctimas de un único asesino . En su informe, entre otras consideraciones podemos leer «No dudo que los cinco asesinatos fueron cometidos por la misma mano. En los primeros cuatro las gargantas parecieran haber sido cortadas de izquierda a derecha, mientras que en el último caso, debido a la considerable mutilación, es imposible señalar en qué dirección se hizo la cortada, aunque se hallaron rastros de la sangre arterial sobre la pared en forma de salpicaduras, muy cerca de donde la cabeza de la mujer debió haber estado.Todas las circunstancias en torno a los asesinatos me llevan a deducir que las mujeres fueron asesinadas cuando se encontraban recostadas y, en todos los casos, la garganta fue cortada en primer lugar.El asesino, en su apariencia externa, es muy probable que sea de aspecto inofensivo. Un hombre de mediana edad, bien arreglado y de aire respetable. Puede tener el hábito de llevar capa o abrigo porque si no, la sangre de sus manos y ropas hubiera llamado la atención a los viandantes»

Thomas Bond, el forense que realizó el examen del cuerpo de Mary Jane Kelly y que también estudió los casos de Polly Nichols, Annie Chapman, Elizabeth Stripes y Catherine Eddowes a petición de la policía. Su informe, además de ser considerado el primer perfil criminal que se conserva fue también el que vinculaba los cinco asesinatos y señalaba al mismo y único autor para todos ellos. No todos los forenses estaban de acuerdo con el informe ni con las suposiciones sobre la personalidad y motivaciones de Jack el Destripador ya que no había evidencias que respaldaran las conjeturas de Bond
Y en este punto se habría  terminado la carrera asesina de Jack el Destripador, pues Kelly es la última de las víctimas atribuidas a su mano. Pero aún se producirían algunas muertes mas en los dos años siguientes y que formarían parte de los once Asesinatos de Whitechapel. El 20 de diciembre de 1888 aparecía el cuerpo sin vida de otra prostituta, Rose Milet(hacia 1858-1888),cuyo cuerpo fue hallado colgando del techo  y aunque en un primer momento se declaró que había sido un suicidio la investigación concluyó que había sido ahorcada. El 17 de julio de 1889 fue hallado el cadáver de Alice McKenzie, también prostituta de Whitechapel .Thomas Bond aventuró que esta muerte podía deberse a la misma mano de las víctimas de Jack el Destripador, pero el resto de forenses que se ocuparon del caso lo descartaron . El 10 de septiembre de 1889  se descubrió el torso de una mujer próximo a Whitechapel  pero no se pudo llegar nunca a la conclusión de si aquel cuerpo había sido  mutilado o era el torso de un cadáver sobre el que habrían practicado estudiantes de medicina .
Finalmente, en la madrugada del 13 de febrero de 1891 el agente de la Policía Metropolitana Ernest Thomson descubría el cuerpo de una mujer joven y pelirroja  a la que habían cortado el cuello e infligido múltiples heridas en el tronco . Como las demás víctimas era prostituta y vivía en la calle Thawl , en Whitechapel . En este caso el dueño del piso donde vivía alquilada la víctima, Frances Coles, había visto a un hombre que entraba en la habitación con ella la última vez que la había visto con vida. Dio su descripción a la policía que poco después detuvo  a un tal Thomas James Sudler, un marinero de cincuenta y tres años al que finalmente tuvieron que poner en libertad por falta de pruebas. La prensa jugó con la hipótesis de que aquella muerte fuera obra de Jack el Destripador, pero se concluyó por los investigadores que la forma de actuar no había sido la misma que en el resto de asesinatos. Y con la muerte de Frances Coles se cerraba el ciclo de once muertes que se había iniciado el 3 de abril de 1888 con la muerte de Emma Elizabeth Smith.

Frances Coles (1859-1891), la última de las víctimas de los Asesinatos de Whitechapel. En el momento de su muerte llevaba ocho años ejerciendo la prostitución. Su padre era zapatero y su madre era de origen irlandés, y parece que Coles mantuvo en secreto su situación . Murió de un corte en la garganta como las otras víctimas de Jack pero no con el mismo tipo de corte y además tampoco había mutilaciones ni extracción de órganos. Su caso quedó sin resolver después de que liberaran al principal sospechoso, un marinero que había pasado el día con ella, Thomas James Sudler. No parece obra de Jack el Destripador y ya no se incluirían nuevas víctimas en el archivo que la policía había abierto con los asesinatos de Whitechapel (imagen procedente de http://www.casebook.org )
Llegados a este punto se acaba la historia de los crímenes de Jack el Destripador pero ¿quien fue?¿siguió matando? y si dejó de matar ¿por qué abandonó? Durante la investigación se interrogaron a más de dos mil personas, trescientas de ellas fueron investigadas con mayor profundidad y nada menos que ochenta de ellas llegaron  a ser detenidas pero contra ninguna de ellas hubo pruebas suficientes para demostrar su culpabilidad. Volviendo al perfil que del criminal había realizado el médico forense Thomas Bond, este había descartado que Jack tuviera conocimientos de cirugía y descartaba incluso que fuera carnicero  «En cada caso la mutilación fue infligida por una persona que no tenía conocimientos ni científicos ni anatómicos. En mi opinión no posee ni siquiera el conocimiento técnico de un carnicero» y añade después «El asesino debe haber sido un hombre físicamente fuerte y de gran frialdad y atrevimiento. No hay evidencias de que tuviera un complice. En mi opinión debe ser un hombre sujeto a periódicos ataques de manía homicida y erótica. El carácter de las mutilaciones indica que el hombre puede tener satiriasis(hipersexualidad similar a la ninfomanía)»
El informe termina con estas palabras «Asumiendo que el asesino es una persona como la que he descrito, sería probablemente una persona solitaria, de costumbres excentricas, sin un oficio estable , pero con algún pequeño ingreso o pensión. Posiblemente viviendo entre personas respetables que conozcan su carácter y sospechen que su mente no está del todo bien pero estas personas probablemente no querrán comunicar sus sospechas a la policía por temor a meterse en problemas  , pero si hubiera una perspectiva de recompensa podrían superar sus escrúpulos» Por supuesto , era imposible  probar si este perfil era acertado  y ,en todo caso, si alguien conocía la identidad del asesino no lo denunció a pesar de la recompensa económica. Con el paso del tiempo los asesinatos fueron cayendo en el olvido aunque no la leyenda de Jack el Destripador. ¿Teorías?¿Sospechosos? Hay decenas de libros dedicadas a ellas y es imposible de resumir en un artículo . Desde 1976 , gracias al libro  «Jack the Ripper. The final solution» del escritor Stephen Knight(1951-1985) , se difundió una teoría que luego aún se popularizaría más gracias a la película «From Hell» de 2001 protagonizada por Johnny Depp(1963) y que se inspira en otra teoría  «Teoría de la conspiración monárquico masónica». Esta teoría nos lleva hasta la Familia Real inglesa

Alberto Victor de Sajonia , el hijo primogénito del entonces príncipe de Gales y futuro rey Eduardo VII , murió en 1892 por causas no aclaradas y que se debería tal vez a una sífilis contraída en burdel homosexual de Londres aunque tampoco se puede afirmar con certeza. Ha habido escritores que acusaron a Alberto de ser el propio Jack el Destripador, lo que era imposible porque cuando se produjo el asesinato de Catherine Eddowes y Elizabeth Stripe el 30 de septiembre de 1888 él se hallaba con su abuela la reina Victoria I de Inglaterra en la residencia real del Castillo de Balmoral . Después se cambiaría su implicación en el caso y a raíz del libro de Stephen Knight se convertiría en el detonante del drama al enamorarse de una prostituta con la que se habría casado y luego tenido un hijo. Para silenciar el escándalo se habría asesinado a las que conocemos como víctimas de Jack el Destripador (Nichols, Chapman,Stripe,Eddowes y Kelly) todas ellas amigas de la chica que se había casado en secreto con el príncipe y que habrían tratado de hacer un chantaje a la Familia Real. Todo este entramado se basaba , como podéis ver más abajo, en el relato de Joseph Sickert, hijo de un conocido pintor de la época en Inglaterra y que habría estado al tanto de todo el caso,  que luego se retractaría de sus palabras   

Alberto Victor de Sajonia(1864-1892), era nieto de la reina Victoria I de Inglaterra (1818-1901) y el primogénito del príncipe de Gales y futuro rey Eduardo VII(1841-1910), por lo que estaba llamado a ser en el futuro rey de Inglaterra .Alberto era un joven inestable pero era el heredero y ya se había concertado su matrimonio con la princesa de Teck, en el reino de Wuttemberg, María de Teck (1867-1953). Pero Alberto murió de forma sorprendente de neumonía en 1892. Sin embargo, muchas historiadores ponen en duda que la neumonía fuese la causa auténtica de la muerte de Alberto Victor, y piensan más bien que murió de la sífilis contraída en alguna de sus visitas a un burdel homosexual londinense. En el año 1889 se había descubierto uno de estos burdeles en la calle Cleveland de Londres y se cree que entre estos clientes se hallaba el príncipe Alberto Victor, aunque luego se decidió guardar silencio sobre ello para evitar el escandalo.Fue conocido como el Escándalo de la calle Cleveland, pero tanto los clientes como los prostitutos apenas recibieron penas y todo se cubrió con la manta del silencio.

William Gull, el médico de la Casa Real, que según el relato de Stephen Knight habría sido el encargado de asesinar a las prostitutas que ponían en peligro la estabilidad de la monarquía. Una vez más lo único que lo implica en  el caso es el relato luego desmentido de Joseph Sickert pero , sin embargo, gracias a la película «From Hell» es la versión más extendida entre el publico aunque se basa en un relato desmentido por su propio autor, Joseph Sickert (imagen procedente de http://www.whale.to

Estos acontecimientos que demostraban un comportamiento extraño del príncipe, justifican que    Stephen Knight diera crédito a una historia que ,aunque está muy difundidda entre la gente gracias al libro y a la película inspirada en él, hoy en día es descartada por los investigadores. Según Night el príncipe Alberto Victor habría tenido una aventura amorosa que habría terminado en un matrimonio clandestino con una plebeya llamada Annie Crook, con la que además habría tenido una hija. Annie Crook a su vez era amiga de Polly Nichols, Annie Chapman, Mary Jane Kelly y Elizabeth Stripes, las víctimas de Jack el Destripador excepto Catherine Eddowes. Estas habrían tratado de hacer un chantaje a la corona pidiendo dinero para no desvelar el secreto del matrimonio y paternidad del príncipe Alberto . Como eso ponía en peligro a la propia Corona había que tratar de impedirlo y la misión le sería encomendada al doctor de la familia real  William Withey Gull (1816-1890) que pertenecía a la masonería al igual que algunas personalidades importantes del gobierno y la familia real. Sus ordenes no habrían sido matarlas, sino asustarlas, pero Gull había sufrido un ataque cerebral en 1887 que le alteró su carácter y le habrían convertido en un hombre sanguinario que fue asesinando a cada una de las prostitutas implicadas, y en el caso de Catherine Eddowes, que no estaba entre las chantajistas, la habría asesinado por error.

El pintor Walter Richard Sickert , uno de los más destacados representantes del impresionismo, pero de un impresionismo oscuro , amante del desnudo y lejos de los colores brillantes y luminosos de otros pintores impresionistas. A partir de 1907 pintaría diferentes versiones del crimen de una prostituta que le había llamado la atención a la que titulaba El Crimen de la ciudad de Camden . Sin embargo, aunque en el libro de Stephen Knight se le implica como complice del doctor Gull y la escritora norteamericana le acusa de ser él mismo Jack el Destripador basándose en sus pinturas, en una coincidencia con el ADN de la saliva de las cartas de Jack el Destripador(aunque hoy sabemos que casi todas ellas son falsas o bromas de mal gusto) y en una supuesta impotencia, no hay ninguna prueba solida contra Sickert

El problema de la teoría de KNight es que no aporta prueba alguna que respalde su teoría , aunque si son ciertos los hechos de que Gull había sufrido un ataque cerebral un año antes y que era masón, pero ninguna de  estos dos puntos sirve para sostener la teoría conspirativa de Night que se basaba en lo que Joseph Sickert le había contado. Joseph Sickert era hijo del pintor Walter Richard Sickert (1860-1942), amigo del doctor Gull y habría estado al tanto de toda la conspiración y poco antes de morir le contaría toda la historia a su hijo Joseph que, a su vez, se lo contó a Night quién escribió su obra . El problema es que años después Joseph  Sickert confesaría que todo lo que  relató a Knight se lo había inventado ¿por dinero, por notoriedad?. Pero su padre, Walter Richard Sickert, se convertiría en el protagonista de la más reciente teoría sobre la identidad de Jack el Destripador  desarrollada en el ensayo «Retrato de un asesino. Jack el Destripador. Caso cerrado» de la escritora norteamericana Patricia Cornwell (1956). Sickert había nacido en Alemania  y era hijo y nieto de pintores . Sickert se convertiría en uno de los artistas más importantes de Inglaterra en su época y sería él mismo quién implicaría su nombre con Jack el Destripador cuando en una fiesta, llevado de su afán de notoriedad, dijo que había estado alojado en la misma habitación donde en una ocasión había vivido Jack el Destripador.

Una de las versiones que hizo Walter Sickert inspirados en el asesinato de una prostituta en 1907 pero donde muchos han encontrado un inquietante parecido con la muerte de la última víctima de Jack el Destripador, Mary Jane Kelly. Patricia Cornwell afirma que Sickert no pintaba nada que no hubiera visto pero , aunque así fuera, podría haberse inspirado en la fotografía del cuerpo de Mary Jane como la que adjunto en este artículo y eso no le convierte en un asesino (imagen procedente de http://www.guardian.co.uk )

Aquella declaración fue tomada como una excentricidad de su carácter, pero cuando años después su hijo le contaba a Knight el relato de la conspiración masónica en la que habría intervenido su padre y el doctor Gull, de nuevo surgió su nombre relacionado con Jack el Destripador, en este caso como complice de los asesinatos. Por último sería Patricia Cornwell que le acusaría de ser Jack el Destripador basándose en varios cuadros de Sickert donde parece fascinado por los asesinatos, en una deformidad en el pene del pintor que le impediría mantener relaciones sexuales y en la comparación del ADN obtenido de la saliva de Sickert procedente de los sellos de sus cartas con el de las cartas de Jack el Destripador. En primer lugar la fascinación artística por los asesinatos no puede ser utilizada como prueba, la deformación del pene de Sickert no ha sido probada y se sabe que habría mantenido numerosas relaciones con diferentes mujeres y teniendo al menos un hijo, Joseph Sickert. En cuanto al ADN que según Cornwell coincide en al menos una de las cartas hay que señalar primero que , como ya hemos visto en el anterior artículo, excepto una la mayoría de estas cartas  se consideran falsas o simples bromas y además al estar tan contaminadas por haber pasado por muchas manos no sería prueba suficiente para inculpar a Sickert. Y aún en el caso de que hubiera sido escrita por él podría ser considerado como una broma de mal gusto del pintor, como lo fueron muchas otras cartas de personas que decían ser Jack el Destripador . Por último durante la época de los crímenes Sickert ni siquiera estaba en Inglaterra , sino en Francia.

DOCUMENTAL  DE JACK EL DESTRIPADOR Y LA TEORÍA DE PATRICIA CORNWELL

En este documental se relata la teoría de Patricia Cornwell sobre la culpabilidad de Walter Sickert y también otras alternativas posibles

Para terminar, ya que me es imposible citar a todos los sospechosos de la investigación, quizás el principal sospechoso para Scotland Yard fue el norteamericano Francis Tumblety que había sido detenido el 7 de noviembre de 1888 por prácticas antinaturales en la calle. Francis Tumblety era homosexual y quizás las prácticas antinaturales hacían referencia a ello, pero sea como fuere logró salir bajo fianza inmediatamente . Nueve días después fue acusado por ello pero el juicio fue aplazado hasta el 10 de diciembre, quizás para reunir pruebas sobre su culpabilidad  tiempo que Francis aprovechó para huir en un barco hasta Nueva York . Aunque Scotland Yard envió a un equipo de detectives para atraparle  no lo consiguieron  y Francis moriría en Nicaragua en 1903. Desconocemos porque las sospechas sobre Tumblety eran tan fuertes para Scotland Yard pero queda claro que no tenían pruebas para demostrar sus culpabilidad, pues sino lo habrían detenido.

DOCUMENTAL DEL CANAL ODISEA SOBRE JACK EL DESTRIPADOR

En este otro documental una investigadora de Scotland Yard realizar un estudio de todas las pistas para tratar de acercarse lo más posible a la auténtica identidad de Jack el Destripador , En mi opinión personal este ofrece una versión más próxima a la realidad que el anterior

Y en este punto termino el relato sobre Jack el Destripador, un nombre que más de un siglo después de los hechos que hemos recorrido sigue despertando el interés y la imaginación. No sabemos y quizás no sabremos nunca quién fue, los motivos que tuvo para cometer los asesinatos ni que sucedió después de la muerte de Mary Jane Kelly. Algunos dicen que siguió asesinando en Estados Unidos, otros que se suicidó o quizás vio saciados sus deseos,  pero como decía al comienzo de la primera parte, Jack el Destripador sigue ejerciendo con eficacia la fascinación del mal, un mal que anida en el corazón de algunos hombres que no sólo le imitaron en el siglo XX , sino que le superaron ampliamente en su carrera criminal pero el mito de Jack sobrevive, quizás porque nunca sabremos su identidad, ni  la fecha de su muerte como si , en cierto modo, al no saber cuando murió aún pudiera sorprendernos en algún oscuro callejón en una fría noche de niebla.

El retrato robot realizado por la policía en nuestros días sobre el posible rostro de Jack el Destripador. El enigma de su identidad sigue abierto y con él  su mito . ¿Sabremos alguna vez quién fue este asesino que desafía el olvido del tiempo ?(imagen procedente de http://www.actuallynotes.com )

Para los que deseen completar la información sobre Jack el Destripador recomiendo estos enlaces del escritor Gabriel Pombo , autor de dos buenos libros que tratan su historia

http://www.pomboypombo.blogspot.com

JACK EL DESTRIPADOR . LA FASCINACIÓN DEL MAL (PRIMERA PARTE)

El novelista británico Gilbert Keith Chesterton escribía » Es usted un demonio? Soy un hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los demonios.» El mal , una palabra que el Diccionario de la Lengua Española define como «Lo contrario al bien, lo que se aparta de lo lícito y honesto» y al malo, al malvado como aquel «Que carece de la bondad que debe tener según su naturaleza o destino». En la religión el poder creador del bien aparece enfrentado al mal en una lucha cuyo destino final es el triunfo de la bondad sobre la maldad, de la luz sobre la oscuridad. Filósofos y teólogos de todos los tiempos han discutido sobre la naturaleza del bien y del mal, se han preguntado sobre el origen del mal y en épocas más recientes la psicología y la sociología han buscado respuestas a este mal en el entorno social, la pobreza, los traumas infantiles o enfermedades mentales. Al ser humano le cuesta comprender el mal o tal vez le asusta comprenderlo porque teme hallarlo en su propio interior, como lo reconocía Chesterton. Consideramos el bien como la forma correcta de comportamiento, la que nos permite convivir en sociedad y el camino para una vida feliz y el mal sería la amenaza  que se cierne sobre esa felicidad, la oscuridad que amenaza con arrebatarnos la luz.
Sin embargo, aunque repudiamos el mal, aunque lo perseguimos, lo denunciamos y nos enfrentamos a él también ejerce una fascinación sobre el hombre . Recuerdo en mi infancia cuando veía una película de terror y en las escenas que me causaban miedo tapaba mis ojos con las manos pero siempre terminaba abriendo pequeñas rendijas entre los dedos para ver aquello que me atemorizaba pero a la vez me atrapaba , me cautivaba aunque al acabar la película sus imagenes pudieran turbar mi sueño con pesadillas que me despertaban a medianoche y me hacían mirar asustado a las sombras de mi habitación, que parecían observarme en un silencio amenazador. Si, el mal y los malvados nos asustan, pero también nos cautivan pues no hallo otra explicación para que cuando ha transcurrido  más de un siglo desde los asesinatos del barrio londinense de Whitechapel el nombre de Jack el Destripador siga inspirando libros, películas, investigaciones y fascinando a cada nueva generación con nuevos detalles morbosos de sus brutales crímenes y la oculta personalidad que se hallaba detrás de ellos. Quizás Edgar Allan Poe tenía razón cuando escribía «El demonio del mal es uno de los instintos primeros del corazón humano» . Hoy os invito a que me acompañéis a mirar a los ojos a ese mal encarnado por el asesino en serie más famoso de la historia.

Una fotografía realizada hacia 1890,cuando todavía eran recientes los asesinatos de Jack el Destripador,   donde su puede ver al fondo de la imagen la iglesia de Saint Mary Matfelon , la iglesia parroquial de Whitechapel que sería destruida durante un bombardeo durante la Segunda Guerra Mundial, siendo uno de los barrios que más sufrió durante la guerra. Por la fotografía se puede comprobar una de las características de Whitechapel, el hacinamiento de personas y carros que cubren la carretera . Whitechapel era  el corazón del East End londinense y aún hoy continúa siendo un barrio obrero aunque la antigua población judía e irlandesa que lo poblaba durante las últimas décadas del siglo XIX,   ha sido desplazada por una amplia población de inmigrantes procedentes de Bangladesh (imagen procedente de http://www.mernick.org.uk )
Viajemos a Londres, al año 1886, en plena era victoriana. Londres es la capital de un vasto Imperio gobernado por la reina Victoria I de Inglaterra (1818-1901), la nación más poderosa y  rica del mundo, orgullosa de sus progresos científicos, cuna de la Revolución Industrial y sede de las universidades más prestigiosas de su tiempo como Oxford y Cambridge , pero también hay una cara oculta en la prospera y puritana sociedad victoriana, la desigualdad social, la pobreza, los barrios habitados por los marginados de la sociedad, los obreros explotados en las fabricas, los niños vagabundos, huerfanos o abandonados, las prostitutas que malviven ofreciendo sus servicios sexuales por dos peniques en oscuros callejones como los del barrio londinense de Whitechapel. Este barrio había nacido en el siglo XIV alrededor de la parroquia de Whitechapel, Saint Mary Matfelon,  entre las calles Whitechapel High Street y Whitechapel Road que se hallaban junto al camino que antiguamente comunicaba a Londres con la ciudad celta de Camulodunum que ya en aquella época tenía el nombre de Colchester. Muchos viajeros de camino entre ambas ciudades se detenían en las posadas y tabernas que flanqueaban estas calles antes de proseguir su viaje.
Ya en el siglo XVI Whitechapel se convierte en sede de numerosas cervecerías, mataderos, fundiciones, y ya entonces su población está compuesta por familias de baja extracción social y escasos recursos económicos. La existencia de empresas como la Whitechapel Bell Foundry , una fundición que en el siglo XIX se encargará de fabricar la campana del celebre reloj Big Ben, atraerá a muchos trabajadores del campo en busca de mejores condiciones de vida y salarios más altos, sobre todo a partir de finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, cuando se inicia el cambio social impulsado por la Revolución Industrial, aunque el paraíso que buscaban solía convertirse en la pesadilla de jornadas agotadoras y sueldos miserables. En la década de los ochenta de este siglo XIX en el barrio de Whitechapel el 55% de los niños morían antes de cumplir los cinco años de edad y muchos eran víctimas de los malos tratos en familias donde el alcohol y la pobreza obligaba a muchas mujeres a prostituirse para poder sobrevivir, ofreciendo sus servicios por apenas dos peniques o por un simple trozo de pan.

Fotografía de una calle del East End de Londres  en el siglo XIX . Cuando comenzaba el siglo XIX Londres apenas tenía un millón de habitantes  y sólo una quincena de personas condenadas por asesinato, pero con la Revolución Industrial oleadas de inmigrantes procedentes del campo se instalarían en la ciudad a los que luego se unirían los irlandeses que escapaban de la hambruna que asoló Irlanda en la década de 1840 y los judíos que en la década de 1880 huían de los progromos en Rusia. Por supuesto, esto creaba malestar en los antiguos residentes y se culpaba a los recién llegados de todos los males que padecía la ciudad. La pobreza unida al alcohol y el desempleo eran un caldo de cultivo perfecto para que aumentaran las actividades delictivas, la prostitución y los crímenes. En 1811   en sólo dos noches , habían muerto siete personas, entre ellas un bebé, a cuchilladas y a golpes . Fue acusado sin apenas pruebas un inmigrante irlandés llamado John Williams que se suicidaría en la cárcel quizás por no soportar su situación. Su cuerpo sería arrastrado por las calles del East End para regocijo de la población. Ese era el mundo en el que vivían las clases más pobres en el siglo XIX en la capital del Imperio más poderoso de la Tierra . Relatos como este aparecen en el libro ‘The invention of murder’, de la escritora Judith Flanders, que demuestra como Jack el Destripador no fue sino la culminación de una situación de violencia y marginación de todo un siglo (imagen procedente de http://www.elmundo.es )
Para que os hagáis una idea, para reunir una libra era necesario acumular cien peniques, por lo que dos peniques era el equivalente a dos céntimos , esa era la mísera cantidad de dinero que aquellas pobres mujeres recibían por alquilar sus cuerpos y arriesgar sus vidas en las peligrosas calles de Whitechapel. Una de las calles del barrio, Dorset Street , era conocida como la peor calle de Londres  y la situación de superpoblación y pobreza había empeorado a partir de 1882 cuando la zona donde se hallaba Whitechapel, conocido como el East End de Londres , recibió a gran cantidad  de judíos procedentes de la Rusia zarista que huían de las persecuciones antisemitas  y que se unían a la gran cantidad de inmigrantes irlandeses que sobre todo en la década de 1840 habían venido desde Irlanda huyendo de la conocida Gran Hambruna irlandesa que había asolado la isla entre 1845 y 1849 por las malas cosechas de su alimento principal, la patata. Todo ello había agravado el hacinamiento, la violencia, las tensiones sociales  y la miseria del barrio donde uno de cada dieciséis hogares se había convertido  en un burdel y donde las cifras de prostitutas oscilaban entre las quinientas y las mil doscientas.
Este era el sórdido ambiente en el que vivían los habitantes de Whitechapel y quizás también el que inspiró un libro que se iba a publicar en 1886,  obra del escritor escocés Robert Louis Balfour Stevenson(1850-1894), titulada «El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde»  , una obra en la que Stevenson describe un caso de desdoblamiento de personalidad, algo innovador en su tiempo, donde el protagonista ofrece un rostro educado, amable y respetable de cara al exterior para transformarse, por medio de un preparado, en un ser lujurioso, violento, libertino, todo lo que asustaba a la puritana sociedad de su tiempo. Además de esta descripción de la doble personalidad de su protagonista, de la dualidad del bien y el mal contenido en el mismo espíritu y que anticipa conceptos que desarrollará décadas después Sigmund Freud (1856-1939), Stevenson hace una sobrecogedora descripción de la miseria social de los barrios marginales de Londres donde se desarrollan las correrías nocturnas del lado malvado del doctor , sus calles húmedas, sucias, donde la pobreza , el crimen, el alcoholismo y la maldad se difuminan escondidas en estrechos callejones cubiertos por una fría y espesa niebla que apenas pueden iluminar las escasas y débiles luces de las farolas de gas

El actor estadounidense Richard Mansfield(1857-1907) que interpretaría el papel de Doctor Jekyll y de Hyde con gran éxito por toda Inglaterra, aquí en una composición fotográfica donde se muestra el desdoblamiento de personalidad de Jekyll y Hyde,    y que se hallaba en Londres cuando se produjeron las muertes de Emma Elizabeth Smith y Martha  Tabram,las dos primeras víctimas  de la serie de muertes conocidas como los Asesinatos de Whitechapel, aunque estas dos primeras no figuran entre las reconocidas oficialmente como víctimas de Jack el Destripador. Como consecuencia del papel que representaba en el teatro hubo rumores sobre la posible intervención de Mansfield en esas muertes. No era más que el primero de tantos rumores que surgirían a partir de entonces , alimentados por la naciente prensa sensacionalista 
Stevenson hace decir a su personaje en la obra «Mientras el bien resplandecía en el rostro de uno , el mal estaba grabado con toda claridad en el semblante del otro . El Mal, además había impreso en ese cuerpo, una huella de deformidad y de  ruina»  La obra de Stevenson obtendría un éxito inmediato y ya en 1887 se estrenaba la obra con gran éxito en los escenarios de los teatros de Londres y Boston. ¿Quíen sabe si el autor de los asesinatos de Whitechapel que ahora narraremos vio esta obra y le sirvió de inspiración?¿Quizás se pudo sentir identificado con el malvado Hyde?Pero es mejor no dejarse arrastrar por especulaciones que nos llevarían a calles tan oscuras como las de Whitechapel , calles de las que un celebre actor judío de la época que había visitado el barrio entre 1883 y 1884  , Jacob Adler(1855-1926) , diría «Cuanto más penetramos en Whitechapel, más se hundía nuestro corazón . ¿Se trata de Londres? Nunca en Rusia, nunca en los peores tugurios de Nueva York, se puede ver tal pobreza como en el Londres de la década de 1880.»
El descontento social estallaba en brotes de violencia como el llamado Domingo Sangriento el 13 de noviembre de 1887 cuando una manifestación de irlandeses en contra de la opresión a la que era sometida Irlanda fue duramente reprimida por la policía, muriendo cinco personas y causando centenares de heridos. Miseria, violencia, alcoholismo, marginación esa era la atmósfera de Whitechapel , el mundo en el que se desarrollaba la vida de prostitutas como Emma Elizabeth Smith (hacia 1843-1888) que en la madrugada del 3 de abril de 1888 fue asaltada en Osborn Street y por al menos dos hombres , según ella misma declararía más tarde , que la robaron y abusaron de ella introduciéndola una botella en su vagina . Consiguió sobrevivir y regresar a su casa pero moriría al día siguiente en el Hospital de Londres  como consecuencia de una infección causada por la botella con la que la habían insertado en la vagina. Uno de los detectives que participaron en la investigación, Walter Dew(1863-1947), escribió sobre el asesinato de Emma y su investigación «Como en todos los casos de asesinato en este país la policía hizo todo lo posible para encontrar al agresor de Emma Smith. Cientos de personas fueron interrogados, muchos de ellos por mí personalmente. Soldados de la Torre de Londres [que se sitúa dentro de la División de H] fueron interrogados en cuanto a sus movimientos.Se hicieron búsquedas en los puertos y entre los marineros «

En la imagen , vestido con traje y con un cigarrillo en la mano, Walter Dew(1863-1947), uno de los investigadores que participó en la caza de Jack el Destripador y los asesinatos de Whitechapel desde la primera de las muertes, la de Emma Elizabeth Smith  a la que conocía de vista y de la que escribiría en sus memorias en 1938 «Ella estaba habitualmente acompañada de dos o tres de sus hijos , vestida con bastante limpieza y llevando siempre un delantal blanco» Consideraba a Emma como la primera víctima del Destripador , algo en lo que no coinciden la mayoría de los investigadores ya que ella había hablado de al menos dos hombres .  En su libro escribió «Alguien, en algún lugar, comparte la culpa secreta de Jack el Destripador « (imagen procedente de http://www.bbc.co.uk ) 
Sin embargo, las investigaciones policiales no serían coronadas por el éxito y este crimen permanecería sin ser resuelto. Pero si nos interesa en nuestra historia es porque el asesinato de Emma Elizabeth Smith se convertiría en el primero de once asesinatos ocurridos entre 1888 y 1891  conocidos como los Asesinatos de Whitechapel, entre los que se hallan las consideradas como cinco víctimas canónicas atribuidas a Jack el Destripador y otras seis víctimas que algunos investigadores también atribuyen al Destripador.  Pero ahora tenemos que avanzar unos meses. Estamos en el seis  de agosto de 1888, han pasado cuatro meses desde la muerte de Emma Smith y Martha Tabram (1849-1888) se encuentra en una taberna de Whitechapel bebiendo junto a su amiga Mary Ann Connelly, también prostituta , y dos clientes . Tabram se había casado en 1869 con Henry Samuel Tabram, con quién tuvo dos hijos, pero sus problemas con la bebida causaron que su marido la abandonase en 1875 . Un año después iniciaba una nueva relación con otro hombre, Henry Turner, pero de nuevo los problemas con el alcohol  de Martha terminarían por romper la relación de la pareja. Turner abandonaba a Martha en julio de 1888.
Apenas un mes después nos encontramos con Martha y Mary Ann en la taberna con los dos clientes que eran dos soldados del ejército . Por las declaraciones de Mary a la policía se supo que las dos parejas abandonaron la taberna y se fue cada una por su lado a las 23:45 hrs de la noche del seis de agosto. Nadie volvería a ver a Martha Tabram hasta que cerca de las cinco de la madrugada del siete de agosto un hombre encontró su cuerpo junto a las escaleras de su edificio en Gunthorpe Street, en Whitechapel  . Estaba atravesado por 39 puñaladas distribuidas por todo su cuerpo, incluida una en el corazón y también en la vagina. Otro residente en el mismo edificio no había visto a nadie en las escaleras cuando entraba en su domicilio hacia las dos de la madrugada, por lo que su muerte tuvo que producirse entre esa hora y la hora en que fue hallado el cadáver. Se iniciaron las investigaciones pero nadie en la zona había oído ni visto nada , por lo que al igual que el asesinato de Emma  Smith iba a quedar sin resolver.

Fotografía de Martha Tabram  después de ser asesinada el siete de agosto, un martes después de un lunes que había sido festivo. Como según el testimonio de Mary Ann Connelly, la compañera que estaba con Martha en la taberna, los dos hombres con los que estuvieron bebiendo en la taberna eran soldados , el inspector que llevaba la investigación la pidió que se prestara a examinar en una rueda de reconocimiento a los soldados de la Torre de Londres y a los de los cuarteles de Wellington pero Mary Ann colaboró a desgana y obligada y denunció a dos de los soldados que luego se demostró que tenían coartada y Ann simplemente había mentido para que la dejaran en paz. No se incluye en la actualidad a Martha entre las víctimas de Jack el Destripador porque no hubo mutilaciones y recibió 39 puñaladas, una forma de actuar que no era la propia del Destripador, aunque en este punto no coinciden todos los investigadores y algunos la consideran  su primera víctima (imagen procedente de http://www.casebook.org ) 
Ni  Emma Smith ni Martha Tabram son consideradas oficialmente víctimas de Jack el Destripador. En el caso de Smith ella misma había declarado que fue atacada por un grupo de hombres, aunque Walter Dew ponía en duda la afirmación de Emma y pensaba que había sido atacada por un solo hombre. En cuanto a Martha Tabram es más difícil diferenciarla de las siguientes víctimas que si son atribuidas a Jack, pues fue asesinada en Whitechapel, apuñalada con saña y abandonada en la calle muy en el estilo del Destripador aunque no la extrajo los órganos ni hizo cortes en la garganta como los que se encontrarían en las otras víctimas . Pasan las semanas y llegamos a la madrugada del 31 de agosto de 1888. Mary Ann Nichols (1845-1888),más conocida como Polly Nichols,  casada desde 1864 con un impresor con el que tendría cinco hijos y del que se separaría en 1880, sobrevive gracias a la prostitución que, sin embargo, apenas le alcanza para pagar los cuatro peniques que le cuesta una cama en la casa de alojamiento de Thrawl Street . A las 2:30 de la madrugada de ese 31 de agosto deja Thrawl Street para buscar clientes que le permitan reunir el dinero para pagarse la cama. Parece que tenía esperanzas de que así fuera porque se había comprado un sombrero nuevo hacía unos días y se veía guapa con él aunque el resto del dinero se lo había gastado ese mismo día en alcohol.

Fotografía del cuerpo de Mary Ann Nichols, la primera víctima que podríamos considerar «oficial» de Jack el Destripador . Con la muerte de Mary Ann Nichols la prensa comenzó a publicar que esta muerte estaba relacionada con las otras dos muertes, sin  duda con el fin de despertar el interés del público y aumentar sus ventas, porque un asesino en serie siempre era más atractivo que la muerte aislada de una prostituta en uno de los barrios marginales de la ciudad. El forense que examinó el cuerpo de Mary Ann Nichols descartó la relación con los otros dos asesinatos porque habían sido cometidos con armas diferentes y además el cuerpo de Mary Ann presentaba cortes en la garganta y amputaciones que los otros no tenían (imagen procedente de http://www.channel6.net.au )
A las 05:30 hrs hay testigos que declararán haberla visto caminar en Buck´s Row, un callejón de Whitechapel situado cerca del Hospital de Londres. Sería la última vez que alguien viera a Mary Ann Nichols con vida, porque hacia las 06:40 de la mañana dos obreros encontrarían el cuerpo de Mary Ann  apoyado contra una  pared de uno de los edificios de Buck´s Row. Uno de ellos  fue en busca de la policía y estos a su vez llamaron a un  médico que dictaminará que ha sido estrangulada , su garganta cortada dos veces con cortes de izquierda a derecha y con seis cuchilladas en el abdomen , no había sido violada pero sus órganos sexuales fueron mutilados. El miedo comenzaba a extenderse por Whitechapel, un miedo que una semana después iba a ser alimentado por una nueva muerte. Estamos ahora en la madrugada del 8 de septiembre de 1888. Annie Chapman(1841-1888) se había casado en 1869 con John Chapman , un cochero con el que tendría tres hijos . Se había quedado viuda apenas un año y medio antes  y para sobrevivir tuvo que dedicarse a la prostitución, como tantas otras mujeres de Whitechapel con las que también compartía problemas con la bebida.

Fotografía de Annie Chapman con su marido John Chapman con quien tendría tres hijos . Cuando este muere un año y medio antes de los asesinatos de Jack el Destripador, la situación económica de Annie se volvió muy complicada, hasta el extremo que tuvo que prostituirse para pagar la habitación donde vivía en Dorset Street, la peor calle de Londres según se decía entonces (imagen procedente de http://casebook.org )

Hacia las seis de la madrugada del 8 de septiembre un cochero llamado John Davis que vivía en un edificio en el número 29 de Hanbury Street hallaba junto a la puerta el cuerpo de Annie Chapman en una extraña posición, con el brazo izquierdo cruzado sobre el pecho, las rodillas flexionadas y las piernas abiertas. A Annie le faltaba parte del útero, le había extraído los intestinos y el asesino los colocó sobre su hombro izquierdo y además le había realizado un profundo corte en la garganta hasta casi decapitarla. Uno de los testigos del cuerpo de Annie diría «Todos los que vieron el cuerpo estaban aterrorizados , apunto de salir corriendo». El forense que examinó el cadáver de Annie afirmaba que se habían utilizado técnicas quirúrgicas. La investigación de la muerte de Annie Chapman y Polly Nichols se encarga al inspector  Frederick George Abberline (1843-1929) que se ponga al frente de la investigación dirigiendo a un equipo de detectives entre los que también estaban Henry Moore y Walter Andrews.

Fotografía del cuerpo de Annie Chapman . El forense que examinó su cuerpo, George Bagster Phillips , sería el que aventuraría que el asesino tenía conocimientos anatómicos por la precisión de los cortes , algo que luego sería desmentido por otros forenses.



Dos días después de la muerte de Annie Chapman, y con la prensa publicando noticias sobre  un asesino en serie suelto por las calles de Whitechapel, es detenido un judío polaco llamado John Pizer (1850-1897), conocido en el barrio con el sobrenombre de «Leather Apron» o  «Delantal de cuero»  y que había robado y atacado a varias prostitutas , pero después de interrogarle tenía coartadas para los dos asesinatos y fue liberado. Hubo testimonios contradictorios de diferentes personas que dijeron haber visto a un hombre hablando con Annie Chapman o caminando solo por esa zona . Samuel Montagu, representante en el Parlamento del distrito de Whitechapel ofrece entonces una recompensa de cien libras para quién pueda ofrecer pistas sobre el asesino mientras se difunden rumores entre la población de que el culpable es un judío que estaría realizando un extraño ritual de su religión. Una vez más, y como había sucedido desde la Edad Media, el antisemitismo brotaba siempre que había que culpar a alguien de una desgracia además del malestar que había causado la llegada de muchos judíos de Rusia y  otras naciones eslavas huyendo de los progromos.
Curiosamente serían judíos en su mayoría los fundadores del Comité de Vigilancia de Whitechapel, creado dos días después de la muerte de Annie y cuyo primer presidente sería un empresario de la construcción llamado George Akin Lusk. Una de las primeras acciones de este Comité de Vigilancia fue la contratación de dos detectives privados, Le Grand y Betchelor, y de vigilantes que se encargaran de patrullar las calles de Whitechapel durante la noche. Estos vigilantes solían ser jubilados o personas sin trabajo a las que se proveía de un silbato y porras de madera , además de poner carteles por todo el barrio llamando a la colaboración en las tareas de vigilancia a todo el vecindario.  Los asesinatos de Whitechapel, cuatro contando los de Emma Smith, Martha Tabram, Polly Nichols y Annie Chapman, ya habían alcanzado una repercusión internacional como lo demuestra esta noticia publicada por el periódico norteamericano New York Times después de la muerte de Chapman «El desalmado de Whitechapel ha asesinado esta mañana a su cuarta víctima y sigue sin ser detectado, visto o conocido. Hay pánico en Whitechapel. El cuerpo de detectives de la policía londinense es, probablemente, el más estúpido del mundo»

Archivo:George Lusk, President of the Whitechapel Vigilance Committee.jpg
George Akin Lusk fue el presidente del Comité de Vigilancia de Whitechapel y se convertiría en el receptor de una de las cartas más conocidas de Jack el Destripador . Cuando la formación del Comité fue conocido por la opinión publica muchos se presentaron para ayudar voluntariamente en la vigilancia de las calles pero otros, al conocer la condición judía de la mayoría de sus miembros, comenzaron a acosar a sus miembros que recibieron cartas con amenazas e insultos
Las presiones sobre el cuerpo de policía aumentaban y el 18 de septiembre detienen a un nuevo sospechoso de los asesinatos , un peluquero alemán llamado Charles Ludwig pero dos semanas después las nuevas muertes que iban a producirse en Whitechapel demostrarían que Ludwig no era el responsable de ellas. Mientras, el 29 de septiembre Scotland Yard recibía una carta sellada con fecha del 25 de septiembre  en la que se podía leer «Querido Jefe, desde hace días no dejo de oír que la policía me ha atrapado, pero en realidad todavía no me ha pillado. En mi próximo trabajo le cortaré la oreja a la dama y se la enviaré a la policía para divertirme. No soporto a cierto tipo de mujeres y no dejaré de destriparlas hasta que haya terminado con ellas. El último es un magnífico trabajo, a la dama en cuestión no le dio tiempo de gritar. Mi cuchillo está tan bien afilado que quiero ponerme manos a la obra ahora mismo. Me gusta mi trabajo y estoy ansioso de empezar de nuevo, pronto tendrá noticias mías y de mi gracioso jueguecito» . La carta concluía con esta firma «Atentamente, Jack el Destripador». Más abajo os pongo el texto completo de la carta



Carta Querido Jefe: Querido jefe Querido Sigo oyendo que la policía me ha atrapado, pero no me van a echar el guante aún. Me río cuando aparentan ser tan inteligentes y comentan que están sobre la pista correcta. El chiste sobre el Mandil de Cuero hizo que me tronchara. Le tengo manía a las putas y no dejaré de destriparlas hasta que de verdad me amarréis. El último fue un trabajo imponente. No le di tiempo de chillar a la dama. Cómo me van a coger ahora. Me encanta mi trabajo y quiero empezar otra vez. Pronto volveréis a oír de mí y mis divertidos jueguecitos. Guardé un poco de la sustancia roja en una botella de cerveza de jengibre después del último trabajo para escribir, pero se puso espesa como la cola y no puedo usarla. Espero que sirva la tinta roja, ja, ja. En el próximo trabajo le cortaré las orejas a la dama y se las enviaré a la policía sólo por divertirme ¿no lo harías tú?. Conserva esta carta hasta que trabaje un poco más, luego puedes hacerla pública directamente. Mi cuchillo es tan bonito y afilado que quiero ponerme manos a la obra ahora mismo. Si tengo la oportunidad.Buenasuerte.(imagen y traducción http://eugeniolivaores.blogspot.com )



Archivo:Dear Boss pt2.jpg
La segunda parte de la hoja  hoja de la carta Querido Jefe. Vemos como aparece escrito en un sentido distinto al resto de la carta un texto donde el supuesto Jack el Destripador añade «No os importará que dé mi nombre profesión. No fui lo bastante bueno para enviar esto antes de quitarme toda la tinta roja de las manos. Maldita sea. Si suerte aún. Dicen ahora que soy un doctor, jaja»  .(imagen y traducción http://eugeniolivaores.blogspot.com )

Por primera vez aparecía en esta historia el nombre por el que a partir de entonces se conocería al asesino y la carta contenía el anuncio de la siguiente víctima.¿Era en realidad una carta del asesino o una broma de mal gusto? La policía iba a recibir centenares de cartas en los meses siguientes , sin embargo a esta carta, que por su encabezado se conoce como «Querido jefe», llamaría la atención de los investigadores por la referencia a lo que iba  a hacer con la siguiente víctima «cortaré la oreja a  la dama». No haría falta dejar pasar mucho tiempo para comprobarlo. Era la una de la madrugada del domingo 30 de septiembre en Berner Street, en Whitechapel,  cuando un mayordomo que conducía un coche de caballos en dirección a un club próximo en el que trabajaba cree ver un cuerpo  apenas visible en la oscuridad de un patio que da a la calle. Cuando se aproxima al cuerpo descubre que es una mujer y aún brota sangre de sus heridas , por lo que acaba de ser atacada. Llama a la policía y cuando estos acuden les dice que cree que cuando él llegó el asesino aún se hallaba oculto entre las sombras.

La víctima era Elizabeth Stride(1843-1888), apodada por sus compañeras Long Liz tal vez por su elevada estatura. Había venido desde Suecia y vivía en una pensión de Whitechapel. Algunos investigadores en la actualidad discuten que su muerte pueda ser atribuida a Jack el Destripador, ya que no hay amputaciones ni se han extraído órganos , pero ello fue probablemente debido a que en esta ocasión había sido sorprendido justo antes de empezar por el mayordomo que descubrió el cuerpo de Stride y tuvo que huir corriendo de allí. Un estibador de regreso a casa declararía luego que se había cruzado con Elizabeth Stride cuando estaba hablando con un cliente y dio una descripción muy incompleta del hombre.  Pero si no pudo cumplir su propósito con Stride, el asesino no iba a dejar pasar esa misma noche sin satisfacer su necesidad de matar. Catherine Eddowes (1842-1888) había nacido en Wolverhampton  en 1842 aunque después siguió a su familia cuando se trasladaron a Londres. Finalmente decidió regresar a su ciudad natal donde trabajaría como estampadora de hojalata. Pierde el empleo y conoce a un hombre llamado Thomas Conway con quién se va a vivir a Londres, teniendo tres hijos con él, hasta que se separan en 1880 . En 1881 está viviendo con otro hombre, John Kelly y viviendo en una casa de alojamiento en la misma  zona de Elizabeth Stride.

Fotografía de Elizabeth Stride a la que no pudo mutilar como al resto de víctimas porque seguramente fue sorprendido justo antes de comenzar su labor. Los investigadores actuales consideran que Jack el Destripador debía ser un hombre al que le gustaba y le excitaba el riesgo de poder ser descubierto pero que también era frío y calculador y tenía habilidad para abandonar la escena de sus crímenes sin llamar la atención. Un testigo informó que a las 00:45 hrs, un cuarto de hora antes de su muerte, la había visto hablando con un hombre de aproximadamente 1,75 de altura , de complexión fuerte y con un abrigo oscuro  (imagen procedente de http://www.casebook.org )
Al igual que el resto de mujeres asesinadas , Eddowes se dedicaba de forma ocasional a la prostitución para conseguir algo de dinero con el que pagar el alquiler y al menos tener una cama donde dormir. cada noche. El sábado 29 de septiembre había sido un día duro para Eddowes, que había empeñado unas botas de su compañero para tener algo de dinero para comer. A las ocho de la tarde  fue puesta bajo custodia policial después de que la hallaran tirada junto a la carretera en estado de embriaguez. Cuando por fin se encontraba con la mente despejada la pusieron en libertad. Ya era la madrugada del domingo 30 de septiembre, aproximadamente a la misma hora que estaba siendo asesinada Elizabeth Stride. Tres testigos confirmarían que la habían visto caminando por la zona a las 01:35 hrs de la madrugada, hablando con un hombre,  pero no habían transcurrido diez minutos cuando el cuerpo de Catherine Eddowes fue hallado horriblemente mutilado en Mitre Square.
 Presentaba , como todas las víctimas, un corte en la garganta, siempre de izquierda a derecha. Este detalle es importante, Jack el Destripador no mataba a sus víctimas destripándolas, sino que primero las mataba con un corte en el cuello para luego trabajar sobre su cuerpo , mataba para destripar que era la forma en que obtenía la satisfacción que buscaba, probablemente un placer parecido al que tendría practicando sexo. El cuerpo de Catherine tenía el rostro mutilado, le había extraído el riñón  izquierdo y mutilado el pecho de ese mismo lado , en cuanto a sus intestinos habían sido sacados del abdomen y puestos a lo largo de su brazo izquierdo. Los médicos forenses que examinaron con posterioridad el cuerpo de Eddowes afirmarían que quién lo había hecho tenía conocimientos anatómicos,lo mismo que habían dicho después de la muerte de Annie Chapman, aunque este es un extremo que luego negarían otros forenses. Pero la noche que sería conocida como la del «doble evento» aún depararía más sorpresas. A las tres de la madrugada otro agente hallaría un trozo de tela ensangrentada en Goulston Street, en Whitechapel, que pertenecía al delantal que llevaba Eddowes en el momento de su muerte y que el asesino se habría llevado consigo.

El cuerpo mutilado de Catherine Eddowes. Es probable que después de haber sido sorprendido sin terminar su obra con el cuerpo de Elizabeth Stripes se emplease con más pasión con el cuerpo de Eddowes, además de hacerlo con gran rapidez, pues entre el último momento en que fue vista con vida y el momento en que fue hallado su cadáver no transcurrieron más de quince minutos (imagen procedente de http://themysticbubble.blogspot.com )
Junto a este trozo de tela  había una pintada en la pared donde se podía leer escrito con tiza  «Los judos son los hombres que no se podrán culpar con nada» , escrito así, judos y no judíos. Era imposible saber si la pintada había sido realizada por el asesino o si sólo fue una coincidencia el que dejara caer el trozo de tela justo al lado de la misma , pero para evitar que hubiera un estallido antisemita en el barrio cuando se informara del contenido de la pintada, el encargado de coordinar toda la investigación , Charles Warren (1840-1927), ordenó que fuera borrada. Después de la trágica noche del 30 de septiembre las críticas contra la actuación de la policía arreciaron y el Comité de Vigilancia de Whitechapel insistía para que se ofreciese una recompensa  por Jack el Destripador a lo que la policía se negaba ya que pensaba que lo único que se conseguiría sería aumentar el número de falsas informaciones con la esperanza de cobrar la recompensa. El 1 de octubre la policía recibía una carta conocida como Saucy Jacky en la que se leía «No bromeaba querido jefe cuando le di el chivatazo. Mañana tendrá noticias del «Bueno de Jack». Esta vez, la cosa es doble; la primera chilló un poco y no pude rematarla, no me dio tiempo a quitarle la oreja para la policía, gracias por retener mi última carta hasta que volví al trabajo». La firmaba «Jack el Destripador»

La conocida como «Saucy Jack» de la que os he puesto la traducción justo sobre la fotografía .Tanto esta carta como la de «Querido jefe» las habría escrito un periodista de uno de los periódicos de la época para crear más expectación sobre los asesinatos, al menos eso reconocería el periodista Fred Best en 1931 (http://www.ask.com )
Apenas habían pasado 24 horas de la muerte de Stride y Eddowes y daba detalles que aún no habían sido conocidos por la prensa. Y dos semanas después, el 16 de octubre, el presidente del Comité de Vigilancia de Whitechapel recibía una nueva misiva, quizás la más celebre de todas ellas, conocida como «Desde el infierno» pues ese era el encabezamiento de la carta «From Hell». Pero además la carta no venía sola, sino acompañada por un trozo de riñón, presuntamente el que había extraído del cuerpo de Catherine Eddowes. El texto de la carta era el siguiente «Desde el infierno. Señor Lusk. Señor le adjunto la mitad de un riñón que tomé de una mujer y que he conservado para usted, la otra parte la freí y me la comí, estaba muy rica. Puedo enviarle el cuchillo ensangrentado con que se extrajo, si se espera usted un poco. Firmado, Atrápeme si puede Señor Lusk.» Una vez más la firmaba «Jack el Destripador.» De esas tres cartas, «Querido Jefe» , «Saucy Jack»«Desde el infierno», las dos primeras se descubriría muchos años después que probablemente eran falsificaciones, al menos así lo reconoció en 1931 su presunto autor, el periodista Fred Best, que lo habría hecho para aumentar el interés de los lectores por el caso y vender más periódicos. Sin embargo, «Desde el infierno» parece  la única auténtica de todas ellas.

La carta Desde el Infierno, la que fue acompañada por un trozo del riñón presumiblemente de Catherine Eddowes y que dirigió a George Lusk , el presidente del Comité de Vigilancia de Whitechapel, aunque tampoco podemos tener la certeza de que fuese escrita por el asesino, sin embargo es la que más probabilidades tiene de serlo . Durante esos meses la policía recibiría centenares de cartas de personas que decían ser Jack el Destripador. Como podéis observar comparándolo con las otras dos cartas la letra es diferente  (imagen procedente de http://ochisan.blogspot.com )   
Pero Jack todavía no había concluido con los asesinatos que habrían de culminar con el más atroz de todos ellos. Pero para ello os emplazo a la segunda parte de este artículo en el que también veremos algunas de las diferentes teorías sobre el responsable de estas muertes  y su auténtica identidad. Más de un centenar de nombres han sido atribuidos a Jack el Destripador, incluso se han introducido elementos de ritos ocultistas, la intervención de masones y la implicación de la familia real inglesa, la mayoría de ellas sin fundamento, otras más sugestivas y todas intentos de poner un rostro a este mito del crimen, a este malvado transformado en leyenda al que mañana trataremos de acercarnos un poco más, un asesino del que el escritor irlandés George Bernard Shaw (1856-1950) diría «¿Permitirán que haga un comentario acerca del éxito del asesino de Whitechapel a la hora de atraer la atención por un momento hacia la cuestión social, mientras nosotros los demócratas sociales convencionales perdíamos el tiempo en educación, agitación y organización? Un «genio independiente» ha decidido actuar por su cuenta.»