DE LA PRIMAVERA ÁRABE AL INVIERNO DE LA SHARÍA

Tariq Tayyib Mohammed Bouazizi , ¿os acordáis de este nombre? La actualidad fluye a tal velocidad que olvidamos con facilidad los hechos que  desencadenaron los acontecimientos que se sucedieron a continuación y que durante meses ocupó las portadas de los periódicos y los titulares de los informativos de televisión. Este joven tunecino , nacido en 1984, llevaba trabajando desde los diez años de edad en todo tipo de trabajos, como otros muchos niños y adolescentes de naciones pobres donde la infancia es muy corta y pronto tienen que ingresar en el mundo laboral para contribuir a mantener a la familia. Hace casi un año, el 10 de diciembre de 2010, la policía tunecina le quitó su humilde puesto de venta ambulante de frutas y verduras por carecer de licencia para ello , usando métodos violentos que incluyeron golpes y bofetadas contra el joven Bouazizi, que , indignado, trató de denunciar el comportamiento policial ese mismo día. La indiferencia de los agentes ante el deseo de justicia de Bouazizi debió ser la gota que colmaba el vaso de su desesperación, de años de pobreza, de falta de horizontes, de humillaciones y llevado de esta desesperación se roció  con una lata de pintura inflamable delante de un edificio publico y se quemó a lo bonzo como protesta no sólo por aquella última injusticia, sino por toda una vida de sufrimiento y humillación.

La imagen que dio la vuelta al mundo, el cuerpo del joven Bouazizi envuelto en llamas después de prenderse fuego el 10 de diciembre de 2010, poco después de que ese mismo día le fuera arrebatado su única forma de sustento. La desesperación le arrastró a acabar con su vida como protesta por la humillación sufrida y pocos podían sospechar entonces que con aquellas llamas se encendía una hoguera que aún hoy no sabemos las consecuencias que tendrá para la paz y la estabilidad en toda la región . Lo que nació como un grito de indignación de un hombre aplastado por la corrupción, la falta de libertad y la pobreza que ha dominado a muchas naciones musulmanas bajo regímenes dictatoriales apoyados por Occidente , derivaría en la esperanzadora Primavera Árabe que parecía anunciar un futuro de libertad y democracia pero que está desembocando en la llegada al poder de los partidos islamistas que demuestran, una vez más, que la revolución no la ganan los que la hacen, sino los que se aprovechan de ella (imagen procedente de http://todostuscomentarios.blogspot.com )

La foto de su cuerpo envuelto en llamas recorrió el mundo, las redes sociales comenzaron a extender un grito unánime de indignación y muchos le bautizaron como «el mártir que vino con la primavera» o «el padre de la Revolución Tunecina». Bouazizi moría a causa de las quemaduras el 4 de enero de 2011 y no era posible predecir entonces lo que sucedería a continuación , la revuelta en Túnez contra el dictador Zine El Abidine Ben Ali(1936), que gobernaba Túnez desde el año 1987 y que provocaría su caída apenas una semana después de la muerte de Bouazizi. Ben Ali huía de Túnez el 14 de enero y se convertía en el primero de los gobernantes que sería derrocado por la conocida a partir de entonces como Primavera Árabe. Una Primavera que se extendería primero a Egipto, donde el pueblo egipcio se manifestó el 25 de enero contra el gobierno de Hosni Mubarak(1928) en el que sería llamado Día de la Ira, convirtiendo la Plaza de Tahrir o Plaza de la Liberación en el centro de las protestas contra los treinta años de gobierno de Mubarak, un gobierno marcado por la ausencia de una auténtica democracia y por la corrupción. El 11 de febrero de 2011 Mubarak renunciaba al poder. Había caído el segundo gobernante árabe y la Primavera Árabe continuaba extendiéndose.

La Plaza de Tahrir se convirtió en el símbolo de la Revolución en Egipto, desde donde las manifestaciones diarias de miles de egipcios logró la dimisión de Hosni Mubarak en febrero de este año 2011 , poniendo punto final a tres décadas de dictadura encubierta y apoyada por Estados Unidos y Europa, ya que la presencia de Mubarak en el poder impedía que Egipto cayera en manos de los islamistas y pusiera en peligro el equilibrio estratégico de la región . Mubarak garantizaba las buenas relaciones con Israel, algo que mucho más dudoso con el gobierno que formen los Hermanos Musulmanes después de su victoria en las elecciones generales(imagen procedente de http://www.cadenaser.com )
A continuación le llegó el turno a Libia donde desde hacía 41 años gobernaba sin oposición Muamar al Gadafi(1941-2011). El 17 de febrero se convocaba a través de las redes sociales una gran manifestación conocida como «Revuelta del 17 de febrero: Día de la ira en Libia». Esta y otras manifestaciones fueron sofocadas violentamente por las fuerzas de seguridad del líder libio, pero estas siguieron creciendo de magnitud  y se inició una rebelión armada que terminaría en una guerra civil y el país dividido en dos, al este los partidarios de la rebelión y al oeste los territorios dominados por Gadafi. Llevados por intereses menos inocentes que la defensa de los civiles alegada como causa principal de la intervención armada, las potencias occidentales tomaron partido por los opositores a Gadafi, el mismo Gadafi al que en los años anteriores muchos gobiernos europeos habían recibido en sus países con una sonrisa y un apretón de manos. La situación degeneraría en una guerra de posiciones que se mantuvo durante casi medio año y que terminaría con el linchamientoGadafi el 20 de octubre de 2011. Era el tercero de los gobernantes derrocados por la Primavera Árabe.

VÍDEO CON LA CAPTURA Y MUERTE DE MUAMAR AL GADAFI EL 20 DE OCTUBRE DE 2011

Este es el vídeo completo con las imagenes de la captura y asesinato o ejecución, como queráis denominarlo, de Muamar al Gadafi , que suponía el acto final de una guerra civil iniciada en febrero de este mismo año . Pero si Gadafi era un dictador que había reprimido a su población durante cuatro décadas, en muchas ocasiones, sobre todo en los últimos años, con la indulgencia de Occidente, el futuro de Libia se presenta muy incierto, con una nación sin una estructura definida y donde los grupos salafistas amenazan con tomar el poder. Aviso que las imagenes son desaconsejadas por Youtube por su violencia, pero es historia y creo que no hay que censurar la realidad porque no verla, no cambia su existencia. Aun más que las imagenes estremecen los gritos de «Ala Akbar», «Ala es Grande» repetidos constantemente . La celebración de la muerte, aun entendiendo que era un tirano y responsable de muchas muertes de inocentes,  en nombre de Dios nos lleva a tiempos oscuros de nuestra Edad Media

Como una enfermedad contagiosa, los aires de libertad recorrieron gran parte del mundo árabe, obligando a tomar medidas aperturistas a los gobiernos de Jordania, Marruecos, Kuwait o Arabia Saudi. Estos últimos, como Kuwait o Qatar compraron la estabilidad de sus regímenes dictatoriales repartiendo parte del dinero obtenido del petróleo entre su población. Hoy se sigue luchando por la libertad en naciones como Yemen, contra el régimen de Ali Abdullah al Saleh(1942), en el poder desde 1990 , o Siria, donde en nuestros días el gobierno dirigido por Bashar Al Assad(1965) desde 2000 después de suceder a su padre Hafez Al Assad(1930-2000), sigue reprimiendo con violencia los intentos de protesta causando hasta ahora más de tres mil víctimas mortales y miles de desplazados ante la indiferencia de Occidente, que no debe considerar tan grave estas muertes como la de los ciudadanos libios, ya que no ha hecho ningún intento de intervención. Los titulares en Europa cantaban alabanzas al estallido de libertad por todo el mundo árabe , se hablaba de un nuevo amanecer donde por fin las sociedades árabes iban a adoptar los modelos occidentales de democracia pero ya entonces muchos, incluido el Mentidero, recordaba las palabras de Napoleón Bonaparte «En las revoluciones hay dos clases de personas; las que las hacen y las que se aprovechan de ellas.»
Los que entonces se apresuraron a proclamar una nueva era de libertad para el mundo árabe deberían ahora revisar la valoración de aquellos meses. ¿Cual es la situación al final de este año que , entre otros acontecimientos, será recordado como el de la Primavera Árabe? Echemos un vistazo a la situación de algunos de estos países. Por ejemplo, en Marruecos, donde el rey marroquí Mohamed VI(1963), después de ver como las rebeliones contra los regímenes tiránicos, despóticos y corruptos del Norte de África amenazaba con extenderse al reino donde ejercía y ejerce  el poder de forma absoluta, introdujo tibias reformas para aplacar los primeros intentos de protesta. El 30 de noviembre, ayer cuando escribo este artículo, nombraba como nuevo presidente del gobierno al islamista Abdelilah Benkirane(1954), líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo. Como otros partidos islamistas, ha sabido suavizar el tono de su discurso político, para presentarse como defensores de la democracia y la libertad al estilo occidental , tal y como declaraba el propio Benkirane antes de las elecciones «Si consigo llegar al gobierno, no seré de los que dicen a las mujeres con cuántos centímetros de falda deben cubrir sus piernas. Ese no es mi trabajo. No sería posible, en cualquier caso, para nadie atentar contra las libertades civiles de Marruecos».

A la derecha de la imagen el rey Mohamed VI conversando con su nuevo primer ministro, el líder del Partido de la Justicia y Desarrollo, el islamista moderado  Abdelilah Benkirane. Como todos los partidos islamistas, en los últimos tiempos ha suavizado su mensaje para evitar que cunda la alarma entre las democracias occidentales, pero en el fondo todos los grupos islamistas siguen un camino dirigido a que la sociedad sea gobernado por la Sharia, la ley islámica , que supone en muchos aspectos una contradicción con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, afectando a la libertad religiosa y a la igualdad de derechos, muy en particular a la igualda entre hombre y mujer. Según sus palabras, haciendo referencia a un dicho marroquí «La gallina cría, el gallo canta». Si ya existe la desigualdad de la mujer con respecto al hombre en Marruecos, como en casi todas las sociedades musulmanas, la asunción del poder por parte de los islamistas amenaza con incrementar esta desigualdad al tiempo que alejará el proceso de modernización de su sociedad, una sociedad que no conoce la libertad pues se haya gobernada por una monarquía que acapara gran parte del poder  (imagen procedente de http://www.prensalibre.com )
Pero esta afirmación queda en entredicho con otras declaraciones suyas cuando, al hablar de la situación de la mujer en Marruecos, se expresaba con estas palabras «En Marruecos tenemos un dicho: la gallina cría, el gallo canta» que es lo mismo que decir que la mujer debe de dedicarse a tener niños y dejar la palabra al hombre . Como todo partido islamista no entienden la separación entre la vida política y la religiosa y consideran que las leyes de la nación deben inspirarse en el Corán. No hablan aún de aplicar la sharia o ley islámica, pero no se nos puede ocultar que el objetivo de todo grupo islámico es, finalmente, la aplicación de estas leyes inspiradas en la religión y que nada tienen que ver con el derecho civil y penal en la forma en que lo entendemos en Occidente, donde la religión no forma parte de las leyes ni las inspira. Pero , ¿que es la sharia? Antes de seguir creo que es importante que aclaremos este concepto que en tantas ocasiones leemos y oímos en nuestros medios de comunicación
La Sharia significa literalmente «el camino al manantial», quizás haciendo referencia a la fuente de la que bebe para establecer sus normas y códigos de conducta, el propio Corán, los hadiz o narraciones y dichos del profeta Mahoma (hacia 570-632)  recogidos por sus discípulos, el Ijma, que es el consenso al que llega toda la comunidad musulmana sobre algún asunto en concreto y que es infalible pues, en palabras del propio Mahoma, » Mi comunidad nunca estará de acuerdo en un error», y el Ijtihad, que es el resultado de los esfuerzos de reflexión realizados por los juristas musulmanes sobre el Corán y la tradición islámica, aunque esta fuente es sólo reconocida por los chiítas mientras que la otra rama mayoritaria del Islam, los sunitas, practican el Taqlid o «imitación». Como vemos , la fuente de la Sharia no tieene su origen en la labor  humana, como el código civil aplicado en Occidente y derivado del Derecho Romano , sino que está inspirado en Alá y , por lo tanto, es sagrado y oponerse a él es considerado una herejía. La Sharia es mucho más que el derecho , que las leyes , tal y como la entendemos los occidentales, es un código que regula todos los aspectos de la vida de un musulmán impuesto desde el gobierno, donde no se diferencia vida religiosa y vida civil, como sucedía en la Europa medieval.

Archivo:Muslim Brotherhood Emblem.jpg
Símbolo de los Hermanos Musulmanes, el partido político nacido en Egipto en 1928 y que después de más de medio siglo en la clandestinidad va a conseguir el poder en Egipto . Se presenta como un partido reformista, pero su reforma se refiere a la política, no a las costumbres, ya que es ultraconservador y desde su origen sus pretensiones son las de crear un Estado regido por la Sharia y alejarlo de las influencias de Occidente. Ya ha anunciado un cambio de actitud con respecto a Israel, con la que hasta ahora mantenía las relaciones más estrechas de la región desde los acuerdos de Camp David de 1978 que pusieron final a sus enfrentamientos territoriales. Este cambio de conducta puede alterar todo el equilibrio estrategico de una de las regiones más inestables y peligrosas del planeta
Todos los partidos islamistas , desde el Partido de la Libertad y la Justicia de Marruecos, hasta los recientes vencedores en la primera vuelta de las elecciones de Egipto, los Hermanos Musulmanes, a pesar de sus promesas de moderación para calmar los miedos de Europa y Estados Unidos, no entienden la democracia como la entendemos nosotros, sino que defienden un estado teocrático, que, si recurrimos al Diccionario de la Real Academia , encontramos en el segundo significado de la palabra teocracia esta definición «Sociedad en que la autoridad política, considerada emanada de Dios, se ejerce por sus ministros.» No son los hombres con sus libres decisiones los que establecen las leyes, los que las debaten y someten  a votación para su aprobación, reforma o derogación, sino que para ellos es Dios el que dicta las leyes, por lo tanto son leyes sagradas que hay que aceptar sumisamente para ser un buen musulmán y, por lo tanto, un buen ciudadano. Esta democracia dictada por Dios y no por los hombres es la que defienden los partidos islamistas, que, por supuesto, discrimina a amplios sectores de su población, como las mujeres, los homosexuales o aquellos que no profesan la religión musulmana, contraviniendo en numerosos casos los artículos contenidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 a la que ya me he referido en numerosas ocasiones en el Mentidero.
Pero ahora que ya sabemos en que consiste la sharia, base no sólo del derecho islámico sino de la forma en que se debe regir la sociedad en las naciones musulmanas para los partidos islamistas, sigamos viendo que ha sucedido poco más de medio año después del inicio de la Primavera Árabe. En Túnez, donde se originó este movimiento revolucionario, el presidente interino Fuad Mebazza acaba de prorrogar el estado de emergencia en el que vive el país hasta el 31 de diciembre de este año mientras esta misma semana se producían enfrentamientos entre cientos de estudiantes universitarios laicos e islamistas. Mientras los laicos defienden mantener el sistema de educación tal y como estaba bajo el gobierno del derrocado Ben Ali, los islamistas tratan de imponer la segregación de género en las aulas y el uso del niqab, el velo islámico que deja al descubierto sólo los ojos de las mujeres. Como hacen siempre los islamistas, sus palabras son conciliadoras, «No queremos enfrentarnos a nadie», dicen sus portavoces, pero los hechos no se corresponden a las palabras , pues no dialogan, sino que exigen y tratan de imponer su forma de ver la religión y la sociedad a los que no piensan como ellos , incluso compartiendo la misma religión

Dos tunecinas envueltas en la bandera de su país protestando por las posibles infracciones que pudieron cometerse en las pasadas elecciones donde el partido más votado fue el islamista En Nahda y grupos salafistas, por el momento minoritarios pero cada vez más activos y visibles , tratan de ir eliminando leyes laicas para sustituirlas por otras inspiradas en la Sharia, que , entre otras medidas, quiere la separación de sexos en las aula de las universidades y el uso del niqab o velo islámico, en principio sólo para que se reconozca el derecho a usarlo pero ,como se ha demostrado en otras naciones, con la intención de convertirlo en una obligación (imagen procedente de http://manuelmadriddelgado.blogspot.com )

«Queremos respeto a la libertad de los estudiantes para llevar velo como otros estudiantes», ha afirmado, en referencia al velo islámico, el niqab, que cubre toda la cara de la mujer salvo sus ojos. En Túnez, las estudiantes sólo pueden ir vestidas en la universidad con el pañuelo islámico o hiyab pero no con toda la cara cubierta, como ocurre con el niqab. En un periódico podemos leer las declaraciones de una estudiante «Lo que hemos visto es similar a lo que sucede en las universidades en Afganistán. ¿Es esa su idea de libertad?». Parece ser que si, esa es la idea de libertad del aún pequeño pero cada vez más activo grupo salafista que está tratando de que sean derogadas las leyes laicas y sustituidas por otras basadas en la Sharia, y ya sabemos lo que eso significa para la libertad en general, y en particular para la libertad de la mujer . El partido encargado de reformar la Constitución en Túnez es un partido islamista de corte moderado llamado En Nahda, que ha prometido respetar los derechos de la mujer. El tiempo dirá si esto es así. Una vez más el problema no radica en que sea respetado el derecho de la mujer a llevar o no niqab, sino que está demostrado por experiencias anteriores que el reconocimiento de este derecho es sólo el primero paso para su imposición, igual que el resto de medidas discriminatorias contra la mujer, y otras medidas restrictivas de las libertades civiles en general.

Rachid Ghannouchi(1941) , líder del partido islamista  En Nahda, ganador de las elecciones junto a su hija Intissar Ghannouchi el día de la victoria. El islamista prometió gobernar para todos «Vamos a continuar esta revolución para alcanzar los objetivos de un Túnez libre, independiente, desarrollado y próspero en el que los derechos de dios, el profeta, las mujeres, los hombres, los religiosos y los no religiosos estén garantizados» Su elección estuvo rodeada por la polémica y las irregularidades, y en las últimas semanas grupos salafistas han tenido enfrentamientos con estudiantes laicos, demostrando el creciente poder de las corrientes más islamistas(imagen procedente de http://www.elmundo.es )

Acabo de mencionar el salafismo, una palabra que habréis oído en los últimos tiempos en numerosas ocasiones. ¿En que consiste? Las palabras son importantes, porque interpretan y modifican la realidad, y salafismo significa «predecesores» o «primeras generaciones» haciendo referencia a las tres primeras generaciones de musulmanes , los «salaf», los predecesores, cuyas interpretaciones del Corán serían sagradas y deberían gobernar el mundo musulmán, es decir, su interpretación del Islam sería perfecta y los salafistas lucharán contra cualquier movimiento que signifique una innovación, una reinterpretación o una evolución del Islam. Es lo mismo que si la sociedad europea hubiera aceptado las palabras de Pablo de Tarso(hacia 5-67) o de San Agustín(354-430) como verdades indiscutibles y eternas que no pueden ser sometidas a discusión. El salafismo es lo contrario al diálogo, a la búsqueda de entendimiento, a la evolución, al progreso, a la modernización. Para ellos existe nada más que una verdad, la revelada en el Corán e interpretada por los Salaf o predecesores hasta la tercera generación después de Mahoma. Y , como escribiera el filósofo británico Herbert Spencer, «El progreso no es un accidente, es una necesidad, una parte de la naturaleza» Los salafistas van en contra de la propia naturaleza del ser humano, necesitado de evolución y progreso, para mejorar, para perfeccionarse. Y donde el salafismo triunfa la democracia es derrotada

El movimiento salafista que ya hemos visto como trata de influir en la política tunecina, también resurge con fuerza en Egipto, donde esta misma semana se ha celebrado la primera vuelta de las elecciones generales , con la victoria del Partido Libertad y Justicia, que no es otro que el brazo político de los islamistas Hermanos Musulmanes . Los Hermanos Musulmanes, que no son salafistas sino islamistas, es un movimiento que nació en 1928 por Hassan al-Banna (1906-1949), después de la desaparición del Imperio Otomano que había gobernado sobre Egipto hasta su derrota y desaparición en la Primera Guerra Mundial. Desde 1954 actuaron en la clandestinidad después de ser ilegalizados por el presidente Gamal Abder Nasser(1918-1970) y su objetivo desde su fundación, aunque ahora lo disfracen como hacen otros grupos islamistas con palabras tranquilizadoras y moderadas, no es otro que    implantar un estado islámico en Egipto basado en la sharia y el rechazo a la influencia occidental en el país.

Hassan al- Banna(1906-1949) es considerado el padre del islamismo moderno y fue el fundador en 1928 de la Organización de los Hermanos Musulmanes, cuyo brazo político, el Partido de la Libertad y la Justicia , ha ganado la primera vuelta de las elecciones en Egipto. Estaba convencido de que sólo un retorno al islamismo tradicional podía salvar a Egipto de la colonización cultural británica después de la Primera Guerra Mundial y defendía que el Islam no debía restringirse al ámbito privado, sino ser la base sobre la que tenía que desarrollarse la sociedad musulmana. Su estrategia fue crear una especie de gobierno en la sombra, un contrapoder, basándose en el auxilio a los sectores más desfavorecidos de la sociedad,ganándose así su apoyo para impulsar sus ambiciones de poder, una táctica hoy utilizada también por Hamas en los territorios palestinos. Entre sus argumentos se halla el alejamiento de Occidente y el gobierno según la sharia  (imagen procedente de http://www.danielestulin.com )
Al igual que ha hecho Hamas en Palestina, ha sabido ganarse a la población creando una especie de gobierno paralelo y a la sombra del gobierno oficial que se encarga de ofrecer ayuda en la educación, la sanidad y en otros aspectos de la vida cotidiana,  dirigido a los sectores más pobres de la sociedad, que ahora devuelven esa ayuda interesada con su voto, un voto cautivo y que poco o nada tiene que ver con como entendemos el voto en las democracias occidentales. Por eso el riesgo y, en mi opinión, craso error de identificar las elecciones en las naciones árabes con los procesos democráticos en Europa, en Estados Unidos, en Japón o en otros países con larga tradición democrática. Esto no es así en los países musulmanes, donde es la religión y no la política la que gobierna la sociedad y determina su comportamiento y actuaciones. Pero si ya es alarmante la victoria de los Hermanos Musulmanes, más lo es aún que en segunda posición se encuentre el partido salafista Al Nur. Entre ambos suman un 65% de los votos en Egipto, lo que anuncia un gobierno con clara tendencia islamista y gran influencia salafista.
Ya hemos visto como en dos de las tres naciones donde sus gobiernos fueron derrocados durante la Primavera Árabe, el poder es ocupado ahora por partidos islamistas. En la tercera nación, Libia, la situación es tan confusa que es imposible determinar en estos momentos que va a suceder, pero es patente la presencia de grupos salafistas que no tardarán en tratar de controlar el caos ya que, al final, son los únicos que cuentan con una estructura organizada. Mientras, en Irán, el régimen de los Ayatollah desafía cada vez con mayor agresividad a las democracias Occidentales desarrollando su programa nuclear , en Pakistán los partidarios de los talibanes crecen en poder, en Afghanistán es casi un hecho que retornarán al poder en cuanto abandonen el territorio las fuerzas internacionales, Siria se debate en una casi guerra civil que puede tener consecuencias imprevisibles, Yemén se encuentra en el filo de la navaja en un territorio dividido, con movimientos independentistas y la presencia de Al Qaeda. Y a todo esto la situación de Israel se complica y se vuelve más peligrosa.

Momento en que es asaltada la embajada del Reino Unido en Teherán , donde quemaron la bandera británica y lanzaron cócteles Molotov en su interior . El gobierno británico ha cerrado su embajada en la capital iraní y ha exigido que la delegación iraní en Londres sea cerrada en el plazo de 48 horas mientras que otros gobiernos de la Unión Europea han llamado a sus embajadores a consulta. La respuesta iraní ha sido , como es costumbre, la amenaza » Advierto a los países de la Unión Europea que no sigan el camino del Reino Unido y no se entrampen en la misma política que Londres»  advirtió Alaedin Boluyerdi, jefe de la Comisión de Seguridad Nacional de Irán. En una de sus conversaciones con el presidente sirio Assad, el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad habría declarado «Si somos atacados por los sionistas, destruiremos Israel de una vez por todas» Aunque esta declaración ha tratado de ser desmentida por webs islámicas, lo cierto es que desde el nacimiento de Israel ha estado en el punto de mira de todos los grupos fundamentalistas musulmanes y solo la superioridad militar israelí la ha permitido sobrevivir. Por eso el programa nuclear iraní supone una amenaza letal en la región(imagen procedente de http://www.europapress.es )
Sobre Israel, a la que tendré que dedicar un artículo en breve, aunque suele ser criticada en los medios europeos, hay que reconocerle que, a pesar de los errores que puede estar cometiendo en Palestina, es la única democracia auténtica de la región desde el mismo momento de su creación y que parte de sus actitudes y comportamientos están condicionados por hallarse rodeados por naciones hostiles que trataron de destruirla desde su nacimiento como nación y que, como es el caso de Irán, en numerosas ocasiones han manifestado su deseo de aniquilarla, algo que se convierte en una realidad más plausible en el mismo momento en que tengan armas nucleares en su poder. Egipto hasta ahora había jugado un papel fundamental de estabilidad en la zona después de los acuerdos de Camp David firmados en 1978 entre Egipto e Israel, que ponía punto final a sus enfrentamientos territoriales,pero la victoria de los Hermanos Musulmanes cambiará sin duda esta situación y la hará mucho más peligrosa para Israel y , por lo tanto, para todos por las implicaciones estratégicas, económicas y religiosas de esta región del mundo.

Momento de la firma de los Acuerdos de Camp David el 17 de septiembre de 1978. De izquierda a derecha de la fotografía, el presidente egipcio Anwar el-Sadat, el presidente norteamericano Jimmy Carter y el presidente de Israel Menachem Begin. En virtud de este acuerdo se ponía punto final a las hostilidades entre ambas naciones. El acuerdo fue recibido con hostilidad por el mundo musulmán, y muchos rompieron relaciones con Egipto pero este acuerdo puso a largo plazo en evidencia que era posible   un modelo de convivencia de los distintos estados árabes con el estado judío a través de la negociación y  alejado del enfrentamiento bélico. Esto es lo que hoy se encuentra en peligro a raíz de la victoria del brazo político de los Hermanos Musulmanes en Egipto y que, unido a la situación de tensión en Irán, pone en peligro la paz en toda la región y supone una seria amenaza para la seguridad de Israel y por extensión del mundo(imagen procedente de http://pe.kalipedia.com ) 
El que fue dictador chino Mao Tse Tung(1893-1976), que instauró el gobierno del Partido Comunista Chino que aún permanece en el poder en la actualidad, decía «Hacer la revolución no es ofrecer un banquete, ni pintar un cuadro; no puede ser tan elegante, tan pausada y fina. Una revolución es una insurrección, un acto de violencia mediante el cual una clase derroca a otra.»  En efecto, la revolución es un acto de violencia en el que una clase derroca a otra, en este caso los gobiernos tiránicos pero laicos de las naciones norteafricanas están siendo sustituidos por gobiernos islamistas que, aunque oculten sus intenciones, en sus programas incluyen históricamente la creación de estados gobernados por la Sharia. Y eso no es el triunfo de la libertad, sino el triunfo de la intolerancia religiosa. Si la Primavera Árabe fue recibida como un canto de esperanza, esa primavera se está transformando hasta amenazar con convertirse en el Invierno de la Sharia con el que titulaba este artículo. Espero que no sea así, pero todos los síntomas anuncian tiempos muy peligrosos en el mundo musulmán, donde el radicalismo y no la libertad tiene las mejores cartas para ganar la partida. Una vez más se demuestran ciertas las palabras que citaba más arriba, de Napoleón Bonaparte «En las revoluciones hay dos clases de personas; las que las hacen y las que se aprovechan de ellas.» y eso lo dijo alguien que aprovechó la Revolución Francesa de 1789 para convertirse en emperador.Las lecciones de la historia que siempre olvidamos.

EL POLVORIN DE ORIENTE PRÓXIMO O LA CEGUERA DE OCCIDENTE

Cuando veo las imágenes de los turistas que regresan a España o a otras naciones europeas, después de haber interrumpido sus vacaciones en Egipto, uno de los principales centros turísticos del Mediterraneo y del mundo entero, me explico aún más porque pasan muchas de las cosas que suceden. Por pura y simple ignorancia. Hoy ,los turistas, gracias al avión, se han extendido por todo el mundo, hasta llegar a los rincones del planeta. Desde la Gran Muralla en China , hasta  Ushuaia en Argentina es posible encontrar alemanes, ingleses, españoles o japoneses recorriendo con sus cámaras de foto y sus vídeos , tratando de atrapar con sus objetivos el paisaje y la realidad que los rodea. Pero ¿saben algo del lugar que están viendo?¿se preocupan en conocer las condiciones de las personas que viven allí?¿de averiguar su realidad?
Yo también he sido turista, he estado en Egipto y conozco la respuesta. No, no lo sabemos, viajamos como en una especie de burbuja que nos separa de la realidad, vemos los monumentos, los paisajes y todo aquello que esperamos ver, pero no nos mezclamos con la gente, no sabemos lo que piensan, como se sienten , que hay detrás de los tópicos para atraer a los turistas. Y esta misma ceguera que nos afecta a nosotros como turistas es la misma que afecta a los políticos occidentales con respecto a Oriente, no lo conocen, no lo entienden y por eso fracasan todos sus intentos de intervención, ya sea Irak o Afghanistán, y sus intentos de mediación  como en Palestina. Los errores se suceden, y en algún momento podemos pagar un alto precio por ello.



Mapa de Oriente Próximo y Medio . El político Otto de Habsburgo decía que cuando visitaba a un político y no veía en su despacho un mapa  ya se hacía una mala opinión de dicho político.  Oriente Próximo es clave para la seguridad de Europa y si sus naciones caen en manos de gobiernos extremistas peligrarán los suministros de petróleo, de gas y el tráfico marítimoo  a través del Canal de Suéz.



Durante años se han mantenido en todo Próximo Oriente una serie de regímenes pseudo democráticos, aunque de democracia sólo tienen el nombre. Marruecos, Túnez, Argelia, Libia, Egipto, Jordania,Siria, Yemen, Omán, Arabia Saudi, Emiratos Árabes, Kuwait, ninguno de ellos es una democracia pero no oiréis condenas en la ONU contra estos regímenes que con cierta frecuencia violan los derechos humanos, practican la censura política y la libertad de expresión es poco más que un chiste. El motivo sabemos bien cual es, el miedo. Miedo a que estas naciones tan próximas a Europa caigan en manos de los grupos del extremismo islámico, ramas de al-Kaeda y otros partidos como el egipcio los Hermanos Musulmanes.
El poeta francés del siglo XVII Nicolás Boileau escribió que « muy a menudo el miedo a un mal nos lleva a realizar uno peor» y eso es lo que le ha pasado a Europa y a Estados Unidos en Próximo Oriente. Por miedo a la llegada al poder de fanáticos religiosos hemos tolerado gobiernos que han sumido a sus países en la pobreza, con tasas de desempleo escandalosas, con unas poblaciones muy jóvenes sin esperanza de una vida mejor una vez que se cerró la válvula de escape que significaba Europa debido a la crisis que ha hecho que los mercados laborales europeos no puedan absorver la mano de obra que recibían antes de estas naciones, y todo ello sazonado con la corrupción de los diferentes estamentos, desde la policía y el ejército, hasta las propias familias de los presidentes, con sumas millonarias escondidas en los bancos suizos y una ostentación indecente y estúpida de su riqueza ante los ojos de un pueblo empobrecido.
Viajemos un momento por los países de esta zona que ahora amenaza con arder en llamas de indignación. De oeste a este, nos encontramos primero con Marruecos. Independiente desde 1952, su primer rey en esta etapa fue Mohammed V que hizo del régimen marroquí una monarquía constitucional. Pero su sucesor, Hassan II no gustaba ni de la democracia ni el parlamento y aunque durante casi 40 años se sucedieron en el poder dos partidos, el Istqlal y la UNFP , el que realmente gobernaba era el monarca alaui y ,cuando en 1999 muere y le sucede su hijo Mohammed VI , este promete importantes reformas. Lo cierto es que si ha hecho algunos avances en política social  al abolir la poligamia, permitir que las mujeres puedan solicitar el divorcia y abolir la tutela a la que estaban sometidas las mujeres no casadas a sus padres. Sin embargo, sigue habiendo censura y represión a los opositores al régimen, además de la ocupación ilegal del Sahara Occidental. El problema en Marruecos es que en las últimas elecciones de 2006  el segundo partido más votado ha sido el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo, por lo que la perspectiva de la caída de la monarquía de Mohammed VI sería muy grave para Europa, y en particular para España y sus plazas de Ceuta , Melilla y las islas Canarias, todas ellas antiguas reivindicaciones marroquíes.
Siguiendo hacia el este nos encontramos con Argelia. Constituida como República independiente desde 1962 tras una sangrienta guerra con Argelia, de la que ya he hablado en mi crítica sobre la película francesa «De dioses y hombres», desde ese momento estuvo gobernada por un sólo partido , el FLN(Frente de Liberación Nacional) de inspiración socialista  donde se sucedieron los presidentes Ben Bella(1962-1965), Houari Boumedienne(1965-1978), Chadli Benjedid(1978-1992) tras cuyo gobierno estalló la sangrienta guerra civil que costó la vida de miles de personas , iniciada cuando no se respetó la victoria en las urnas del partido Frente Islámico de Salvación(FIS) de ideología islámica. Estados Unidos y Europa hicieron oídos sordos a las legítimas protestas del FIS, ya que nadie quería un gobierno islamista en Argelia, uno de los principales exportadores de gas natural a Europa , especialmente a España. En la actualidad ,y desde 1999, gobierna Abdelaziz Bouteflika , quién supo lograr la paz con los grupos islámicos. Sin embargo, un desempleo muy alto, junto a un 70% de la población menor de 30 años y unido a la subida de los precios de los alimentos, convierten a Argelia en una bomba de relojería que puede estallar en cualquier momento.



De izquierda a derecha Ben Ali(Túnez), Muammar el Gaddafi(Libia), Mohammed VI(Marruecos) y Bouteflika(Argelia) . Ben Ali ya ha tenido que huir en Túnez y los demás ven con temor como corren las muestras de descontento en Egipto y amenazan a sus propios regímenes.  



 De Túnez ,la mayoría de vosotros ya sabe lo que ha sucedido . Independiente desde el año 1957 como monarquía constitucional , el monarca fue pronto depuesto para convertirla en una república, primero gobernada por Habib Bourguiba hasta el año 1987 y desde entonces por Ben Ali, hasta que la ya célebre y mal llamada «Revolución de los jazmines» ha provocado su caída. Durante mucho tiempo, fruto de la ceguera que ya he mencionado más arriba, los occidentales creíamos que Túnez era casi un lugar idílico, una nación pacífica donde íbamos a bañarnos en sus complejos turísticos y donde todo iba bien, pero esta visión estaba muy lejos de la realidad del pueblo tunecino, harto de paro, corrupción y falta de libertad, los males comunes a todas las naciones de Oriente Próximo, hasta que un joven llamado Mohamed Bouazizi decidió quemarse vivo para manifestar su protesta ante la falta de futuro y después de que la policía le quitase su único medio de sustento. Siempre hace falta una chispa que inicie el incendio. De momento el final de esta revolución esta por escribirse, pero el posible sucesor de Ben Ali en el gobierno sería Rachid Ganuchi que dirige un partido islamista llamado An Nahda(El Renacimiento). De nuevo  el islamismo amenazando alcanzar el poder .
Siguiendo nuestra ruta hacia el este ahora llegamos a Libia, un país grande en extensión pero con muy poca población que ronda los 5 millones, que alcanzó su independencia en 1951 después de la derrota de su colonizadora, Italia, en la II Guerra Mundial. Desde 1969 los destinos de esta nación los rige Muammar al-Gaddafi(1942), que ostenta el título de «Líder Fraternal y Guía de la Revolución» . En 1977 implantó un gobierno socialista conocido como Yamahiriyya(Estado de las Masas) donde, en teoría, el pueblo participa directamente en la toma de las decisiones. Durante los años ochenta, Gaddafi patrocinó numerosas acciones terroristas contra Occidente pero ,después de los bombardeos de castigo a los que fueron sometidas Trípoli y Bengasi por aviones norteamericanos y por orden del presidente Ronald Reagan , podemos decir que se ha mantenido callado y en un segundo plano, conservando la estabilidad de su país y tolerado por Occidente para evitar un régimen islamista en esta nación exportadora de petróleo. Una vez más se acepta la política del mal menor. Añadir que Gaddafi estaría preparando su sucesión en la persona de su hijo, como si de una monarquía tradicional se tratase.
Y llegamos a Egipto, en la primera portada de todos los informativos de estos días, cuando protestas masivas toman la emblemática Plaza de Tahrir, conocida por casi todos los que han viajado a Egipto porque en ella se halla la sede del Museo Egipcio de Antigüedades ,entre cuyas paredes podemos encontrar joyas como la máscara mortuoria de Tutankamon, entre decenas de miles de piezas del Antiguo Egipto, hoy en riesgo de ser saqueado. Lejos de los monumentos faraónicos, cuando yo visité la ciudad de El Cairo, ya me llamaba la atención la pobreza de sus casas, el caos que reinaba por todas partes, la falta de mantenimiento de las infraestructuras de comunicación y la pobreza de una población que perseguía a los turistas pidiéndoles un euro. El Egipto moderno se independizó del Imperio Británico en 1922 adoptando una monarquía constitucional, hasta que en 1952  el rey Faruk I tuvo que abdicar por un golpe de estado en la persona del coronel Gamal Abdel Nasser.
La Revolución de los Jazmines en Túnez ha sido el punto de partida de una cadena de acontecimientos que no está muy claro donde se va a detener. El temor de Occidente es que las revoluciones espontáneas nacidas del cansancio de unos pueblos hartos de corrupción,pobreza y falta de libertad pueden ser aprovechadas por los partidos islámicos al acecho para llegar al poder
El golpe de estado de Nasser se había producido por la corrupción y la pobreza en la que se hallaba sumida la población. Nasser desarrolló un proyecto socialista , con un acercamiento a la Unión Soviética y un constante enfrentamiento con Israel y  enemigo de toda injerencia externa. A su muerte en 1970 le sucedió Anwar el-Sadat que dio un giro radical a la política egipcia, acercándose a Estados Unidos y firmando un tratado de paz con Israel, lo que se halla detrás de su asesinato en 1981 durante un desfile militar por musulmanes integristas. A su muerte le sucedió el actual presidente egipcio Hosni Mubarak(1928)
Desde 1981 Mubarak gobierna los destinos de Egipto tratando de seguir la política de Anwar el-Sadat, conservando las buenas relaciones con Israel y Estados Unidos, que convierten a Egipto en el mejor aliado en la zona para Occidente. No tenemos que olvidar que Egipto controla la entrada del Canal de Suéz  clave para el comercio marítimo mundial. Si a eso le añadimos que Mubarak siempre ha destacado por su deseo de hallar una solución negociada al conflicto entre Palestina e Israel y es el principal valedor del estado judío ante el mundo árabe, podemos comprender mejor lo decisivo que resulta para Occidente que el gobierno de Egipto siga en manos de alguien como Mubarak.
Sin embargo, no piensa lo mismo el pueblo egipcio, harto de la corrupción imperante, de la pobreza y del desempleo, los males comunes a todas las naciones de Próximo Oriente, como ya hemos visto. En 2010 se prohibió al principal partido de la oposición , los Hermanos Musulmanes un partido islámico integrista y que, es muy posible,  se hallen detras de las manifestaciones que vemos estos días y que amenazan con la caída de Hosni Mubarak, que se hallaba preparando su sucesión , una vez más como si se tratara de una monarquía, en la persona de su hijo. Su posible sustituto, en caso de que Mubarak caiga, sería el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, pero nadie está seguro de que pueda controlar el país o sea rápidamente desplazado por los Hermanos Musulmanes. 
Si siguiésemos nuestro recorrido por Jordania, con una monarquía en precario y con una población palestina  que en cualquier momento puede estallar, o Siria, infiltrada por los iraníes, comprobaríamos como a las puertas de Europa se está gestando una revolución , en principio espontánea de la población pero que, en cualquier momento, puede ser  dirigida por los integristas. Creímos que con aceptar regímenes democráticos sólo en apariencia podríamos contener la amenaza del fanatismo, pero lo que hemos hecho es alimentarla con el combustible de la pobreza, de la corrupción y de la falta de horizontes de unos pueblos sometidos durante décadas al silencio. Y, como decía George Bernard Shaw, » La obediencia simula subordinación, lo mismo que el miedo a la policía simula honradez», pero es eso , nada más que simulación,hasta que  la desesperación ha sido más fuerte que la represión y el miedo y amenaza con llevarse todo por delante.
Ahora nos encontramos ante el dilema de Occidente, ¿que hacer?¿apoyamos las legítimas aspiraciones democráticas de estos pueblos o , por el contrario, apoyamos a sus gobiernos corruptos sabiendo que en el caso de caer pueden ser sustituidos por gobiernos islamistas no sólo hostiles a Europa y Estados Unidos, sino también a Israel y las consecuencias impredecibles que eso puede tener? Una vez más los ideales chocan con la realidad, y me temo que ninguna de las soluciones sea buena. Tiempos peligrosos se aproximan para todo el Mediterraneo y , por extensión, para todo el planeta.